Día de la convivencia
Cuando sale, el hijo del vecino le dice que no vuelva a pulsar el timbre de casa de sus padres hasta quemarlo. Que no le dé martillazos a su puerta. Que no le llame hijo de puta porque ellos no son los que hacen ruido. Él mira al otro y le dice algo así como que no le importan sus peticiones, que si su padre le molesta, él seguirá molestando a su padre. Luego sale de la portería dejando una última imagen para el hijo de su vecino, el dedo corazón muy erguido entre su puñado de dedos replegados. Le añade un “¡Que te jodan!” por si aquel no se da por enterado.
La calle frente a su edificio está sucia. Los perros de los gitanos que hay cerca han vuelto a convertir en una alcantarilla ese lugar. También hay basuras varias de cuando se sientan allí y comienzan con sus fiestas de palmas y cante flamenco que él desprecia hasta los huesos. Se enfada. Se intenta llevar bien con sus vecinos gitanos pero ellos no parecen querer llevarse bien con él. Una gitana le quiere vender unos calcetines y él le dice que trabaje en vez de robar en fábricas. Ella le amenaza con traer a su familia a por él y él le dice que no vive en esa zona, que buscar un equipo de búsqueda es muy pesado, que serán horas de averiguar dónde vive y luego esperarle otras tantas horas más. Que lleva toda la vida riéndose de esas amenazas de gitanos de mierda. Lo hace para enfadar más a la otra y lo consigue pero este no es el payo tonto al que está acostumbrada. Este la mira y le grita como si quisiera pegarle. Y ella se aparta haciendo el gesto de locura universal, con el dedo índice girando a un centímetro de la sien.
Entra a comprar agua en el colmado pakistaní y el dependiente aceitunado se le acerca y le recrimina algo. Que las palomitas que le pidió están abandonadas en el estante mucho tiempo y que por qué no las ha comprado, que ya no viene tanto como venía antes. Debe irle mal el negocio. Él le aparta y le dice que no puede comer palomitas por un embudo, que las irá comprado a su ritmo. Y luego decide que otro día se las comprará a otro.
Otra vez en casa los vecinos de Santo Domingo le ponen su salsa y su reggaetón como si estuviesen de fiesta de fin de año. Él sale en calzoncillos de casa, como el increíble Hulk (su “animal” totémico) y les amenaza y les insulta y hasta casi poco le falta para pedirles los papeles que a juzgar por la prisa con que bajan la música tal vez no tengan.
Finalmente se tranquiliza. Se va a su ordenador y chatea, escribe blogs o comenta en otros. Conoce a mucha gente que le cae bien y con la que le gustaría vivir. Él convive mejor en internet porque no convive. La vida de los otros está lejos y no hay que sufrir sus comportamientos. Es una vida fácil pero engañosamente agradable. Cuanto más solo está más enfermedades padece. Últimamente se resfría mucho. Pero él se ríe de las teorías que hablan de la necesidad de convivir que tenemos los seres humanos y de que eso es bueno hasta para nuestra salud física.
Y chateando con una chica, ella le llama cariñosamente como la gitana de los calcetines le insultó en otro tono esa misma tarde. Es una de sus preferidas. Con la que más habla… No es ella pero podría haberlo sido. Reflexiona. Mañana a lo mejor le compra un par de esos calcetines a la que conoce en persona. Pero sólo en caso de que él entienda algo de todo esto.
Comentarios
Como solo es literatura ...la invitaria a que se esfume unos dias fuera de su habitat para que se relaje..."vente pá el sur primo...al campito...aqui solo se oyen perros y a mi gritandoles pa k se callen..."
Como dirian los Frankie goes to Hollywood "Relax".Te recomiendo la musica de la pelicula In the Wild de Eddy Vedder...si es que no la oiste ya..
Besos desde mi cabaña en "Tucson" en mis anhelados dias de vacaciones...(las cosas mejoran :))
Creo que todavía llevo poco tiempo viviendo aquí, así que aún no logro comprender del todo esa convivencia vecinal con personas provenientes de otras culturas y con costumbres tan diferentes entre si; personalmente pienso que me costaría mucho asimilar una situación como la que narras.
En cuanto al Internet es otro cantar, mil historias tengo al respecto, si te contara...
Besos brujos y un feliz y relajado fin de semana
Pero vamos que no estoy muy segura que el bien gane...no suele hacerlo normalmente.
Supongo que en tu caso la convivencia (contigo mismo) es cambiar de barrio...
Salu2
En fin, la realidad.
BESOS Y FELIZ FIN DE SEMANA
Internet... un lugar donde es fácil crear tu propio universo ajeno a todo, como una realidad paralela mas peligrosa de lo que imaginamos.