IKEA, por hacer algo
Mi amigo había cogido la baja por depresión. El trabajo había superado su nivel de estrés. Era el tipo de historia con la que me podía identificar. De hecho, estuve tentado de volver a pedirle el tipo de pastillas que le recetaban. Luego recordé mi auto-promesa de no regresar a la química. No de un modo continuado.
Noté que mi sentido del humor le resbalaba más de lo habitual. El humor negro no hace tanta gracia cuando te levantas con el pie izquierdo. Se vengó, eso sí, muy bien. Me pidió que le acompañase a IKEA. Allí estaría en su terreno. Es el tipo de lugares que me deprimen a mí.
Le comenté algo sobre Camus y sus teorías sobre el suicidio y se volvió a vengar corrigiéndome la pronunciación (ya sé que se pronuncia algo así como Camí). El suicida no odia la vida, odia el modo en que lleva la suya. M. se quejó de que alguien que tuviera un Nobel resultase tan obvio.
Le comenté que las pastillas no solucionan la vida. Lo soluciona que la realidad cambie a un nivel cuántico. Que el mundo se altere y todo suceda como quieres que suceda. Que puedas estar en más de un sitio a la vez o en el que te dé la gana y te saltes el causa-efecto y que si puteas a tu jefe, él necesariamente no tenga por qué putearte a ti y no digamos tu pareja… En fin, le propuse llevar la vida de los electrones. Un mundo en el que todo sucede como a ti te da la gana es un mundo sin necesidad de pastillas. Pero más allá de mi imaginación y de mis momentos etílicos… eso no es posible. En cualquier caso lo de las pastillas es cierto. La depresión sólo es una reacción razonable a una putada de la realidad. La química sólo está para aturdirte, para engañarte un poco a ti mismo, para vivir el mundo feliz de Huxley.
Mientras el ambiente de IKEA vencía mis últimos restos de optimismo pensé en mi amigo y en mí. La misma generación. Contemporáneos del desánimo. Autocomplacientes y engreídos. Orgullosos de su cultura y de su intelecto. Irónicos. Convencidos de la estupidez habitual y reinante. Complejos, muy complejos.
Recordé que en el tercer mundo, en las sociedades primitivas, en el pasado… la depresión apenas existía.
La gente que vive en guerra o tiene que trabajar duramente por ganársela no tiene tiempo para esos ataques de lo que antes se llamaba nostalgia. ¿Depresión en otras épocas? Sólo por parte de los reyes y nobles, de los más ociosos, claro, los que tenían las necesidades cubiertas. Felipe V y su hijo, atacados de lo que antes se llamaba “nostalgia” sólo se aliviaban un poco con el canto del castrati Farinelli. Estos dos lo tenían todo hecho. Nosotros, mi amigo y yo nos aliviamos con las series, películas y libros que de pequeños no podíamos tener. El hecho de piratear con facilidad por internet nos ha conseguido todos los sueños de ocio que teníamos en la infancia y ahora que los tenemos… ¿Qué? Ni un ápice más felices que cuando éramos críos.
Estoy seguro de que si tuviéramos todas las mujeres o el dinero del mundo no nos dudaría mucho la alegría. Siempre acabo intuyendo que la felicidad esta en otro sitio que no piso yo. En el lugar de la gente que desprecio por imbécil con sus religiones inverosímiles, sus supersticiones no menos estúpidas, su cortedad de miras…
¿Son los organismos básicos más perfectos o aptos para la supervivencia?
Allí estábamos mi amigo y yo. Altamente complejos. Con una infelicidad de lo más retorcida.
La próxima vez que me lleve a IKEA le ahorro el suicidio.
Comentarios
Un saludo!
Buen relato, saludos.
Yo era asi, hasta que encontré el clavo donde agarrarme, ahora siempre pienso en positivo, veo el vaso medio lleno y todo va mucho mejor. Es difícil, pero no imposible.
Gracias Acapu, has visto bien la autocrítica implícita.
Room, te conozco bien y sé que algo puedes ver en el texto que te identifique. ¿No?
La apatía con receta médica.
¡Qué lujo!
Salu2
Nota: La vivo de cerca por desgracia...
"La depresión sólo es una reacción razonable a una putada de la realidad"
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Y da igual lo que hagamos y lo que tengamos, no se por que pero, es así como dices tú en esta frase;
""Siempre acabo intuyendo que la felicidad esta en otro sitio que no piso yo"".
PD: A mi IKEA me gusta :)
envidio a las personas con vidas corrientes q hasta son capaces de vivir en pareja como hermandad
lo q de verdad mejora enormemente los desanimos es el deporte y después un buen polvo
está muy comprobado en mi hasta la más sencillo tabla de gimnasia levanta la moral
y unos buenos bofetones q suben el color de la mejilla mmmm y la adrenalina
tu todavía no has descubierto el poder de la adrenalina y las endorfinas en la sangre
la próxima vez en vez de ir a Ikea con tu amigo ve a la piscina o coge la bici o pierdete corriendo....
Bicho: Yo te veo por tu blog y comentarios en general con altibajos razonables como pueden ser los míos. Aunque siempre hay más que hablar si se trata de cosas bajas, no sé por qué. Casi nunca escribo sobre mis momentos más felices.
Meme, IKEA nunca será la causa de mi depresión pero no es un lugar que me guste especialmente. ¿Te gusta? Pues no dejes de ir. Tampoco pretendo atentar contra eso.
Meme: Aquí tienes pase Vip, ya lo sabes, así que bien por tu respuesta.
Anónimo: No se puede ser feliz con el suicidio. Como mucho se puede sentir cierto placer planeándolo y todo se acaba si se lleva a cabo. Vivimos en la sociedad de los tristes. Es un problema demasiado habitual.
Por ahora me quedo con tu definición de la depresión: "sólo es una reacción razonable a una putada de la realidad"
Besos brujos
Respecto a la felicidad, creo q sólo existen "momentos" de felicidad y luego pasan, por eso creo q es inalcanzable.
Besoss!
un abrazo
Pero Ikea es cosa de niños, hombre, labor social para aburridos, malfolladas, y gente que mima la casita de chocolate con la obsesión con la que otros aspiran el coche, o tratan el último Iphone como se sustuvieran las mismísimas gónadas del señor Jobs entre las manos; entretenimiento favorito de parejitas de escasos recursos y divorcio todavía distante, de solteronas sin hijos ni posibilidad de tenerlos, de mujeres mayores que perdieron los suyos sin saber cómo, compensándolo con la compra de una jardinera nueva.
Pero si te quieres deprimir con la hombría del hijo ilegítimo de Chuck Norris y Pérez Reverte, hazte un viajecito a Foxconn y mira las redes antisuicidio. A la vuelta te pillas la mesilla de plastibambú fijo. ;-)
Caray!
Lo de la física cuántica si me ha gustado, de hecho, en mi charca me dicen La Ranita Kuantika.
Que tengas un buen día lo más lejano posible a la depresión.
Un beso de la Ranita
Andario: Me gusta la alusión al Chuck Norris de las letras que es nuestro Arturo Perez Reverte.
Ikea tiene ese público y mucho más. Y a veces hasta a mí me va bien. Necesito estanterías baratas para mis libros que se reproducen como cucarachas. En Foxcom no entraré porque podría morir de conservadurismo.
Patrice: No olvido. Envié unos mensajes instantaneos la semana pasada porque se me devolvía el mail. Enviaré otros en cuanto pueda.
Vanessa: Yo me conformaría con momentos sin infelicidad pero eso tampoco es posible.
Tal vez soy demasiado cómoda, pero luego de leerte ya tengo otro motivo para no asomarme por allá ni por equivocación: Evitar deprimirme jejeje
Hou pilas con la melancolía invernal que por estos lares está a la orden del día. Y aunque los medicamentos en algunos casos son indispensables para curar esa dolencia, no está por demás que le recomiendes a tu amigo estos truquitos para combatirla.
Besos brujos
Tenemos tanto, que nos cuesta encontrar algo en todo ello que nos haga realmente feliz. Una lástima que solo lo comprendamos cuando lo hemos perdido todo.
El decir que te conformarías con momentos sin infelicidad es horrible. Tanto cuesta mirar alrededor y encontrar sueños o ilusión?
Admiro aquellos que son felices con el simple hecho de decorar su hogar y cuidar de su familia, no creo que sean menos que nadie, son mas que muchos otros.
Un besico!
efímeros. La felicidad continua es imposible, y cuanto más tienes, más deseas. En el tercer mundo no tienen tiempo para deprimirse, mientras buscan con qué sobrevivir día a día.
Muy buen relato, con un fino humor negro, me felicito por descubrir este
blog, y te felicito por cómo escribes; seguiré pasándome.
un saludo
Ikea tiene ese público y mucho más. Y a veces hasta a mí me va bien. Necesito estanterías baratas para mis libros que se reproducen como cucarachas. En Foxcom no entraré porque podría morir de conservadurismo.
Pues claro, H., comprar estanterías baratas es una posibilidad perfectamente razonable entre las mencionadas. Tanto como darle un poquillo de chispita perversa a tu entrada... ;-)
Y sobre lo tu "Foxcom", no sé qué cojones pinta el "conservadurismo" que mencionas, a no ser que hayas confundido "Fox.com" con "Foxconn" (empresa que fabrica para Apple y otras, famosa por las tendencias suicidas de sus empleados).
Salud y Prozac.
Alice: Molto gracie. Me pasaré por tu blog.
Pitt: La mala compañía es mi marca de fábrica. Sólo que a veces no sólo la sufro, a veces yo tampoco soy una buena compañía,je,je
¡Saludos!
Un saludo!