Nuevo de nuevo
Nada es como lo imaginas. Ni aunque tu vida como la mía básicamente transcurra imaginando. A veces por casualidad lo que piensas coincide aproximadamente con lo que esperas pero ese parecido es mera coincidencia.
Actualmente soy novato en un nuevo trabajo. Antes de serlo predije que los primeros días serían duros. En realidad era una predicción tramposa. Me ceñí a la experiencia para aventurar el futuro.
Y la realidad tomó su propio camino, ni a favor ni en contra.
Ser nuevo siempre es peor si eres el último en llegar. Tengo por delante mío incluso a dos becarios que estudian económicas y que extrañamente adquieren experiencia de bibliotecarios. Uno de ellos me dijo que al terminar de estudiar buscaría trabajo de lo que fuera. Empieza a desarrollarse una nueva generación muy derrotada.
Afortunadamente esto no es el instituto y no he tenido que ponerme enfermo como en aquel para evitar que a alguien se le ocurriera meterme la cabeza en la taza del inodoro(una vez presencié algo así y no quiero imaginar lo que tuvo que ser vivirlo para el individuo al que años más tarde he visto precisamente en esa biblioteca, ya adulto pero quién sabe si traumatizado).
Mis compañeros funcionarios de biblioteca son amables y pacientes en sus explicaciones, sonríen sin avaricia, parecen una especie más avanzada de Homo Sapiens que está por encima de pisar, malmeter, decir tacos o sugerirme obscenidades cuarteleras mientras hablan con la boca llena. No digo que sean perfectos porque me sentiría ingenuo aseverando eso de quién no conozco a fondo, pero estoy acostumbrado a compañeros de otro tipo, más variados y sobre todo más tribales. Los primeros días siempre intento detectar al hijo de puta del grupo para cuidarme en lo que pueda de él pero aquí una de dos, o no está o es tan hijo de puta que se ha saltado mis radares.
El único problema soy yo. Pleno de tensión por hacerlo mejor que mejor puedo errar el salto y hacerlo peor. Soy un estresado sin motivo. Pero incluso los clientes del lugar son un tipo de público al que no estoy acostumbrado. Ninguno me ha obligado a partirle la cara desde que estoy de bibliotecario. Ni siquiera a insultarles o decirles que se esperen a que termine de trabajar para darles lo suyo junto a la máquina del café que está fuera del recinto y no tiene cámaras. Los clientes son buena gente que se distrae mirando la punta de sus zapatos cuando yo me enredo con el ordenador que no me deja avanzar y me dice cosas como “el usuario está en uso”(esto significa que el usuario se acaba de hacer un carnet en otro ordenador de la biblioteca y su nombre no puede estar en dos ordenadores a la vez, cosas de la informática). Son gente que dice cosas como “bueno hombre, si me tengo que esperar dos horas más para que me hagas el préstamo pues me espero” o que me detienen en la calle cuando me reconocen para decirme que “mi” biblioteca es la mejor del municipio(y además tienen razón). También son gente que puede mirar el carnet mal plastificado y como con ampollas de aire sin mostrar decepción y preguntarte amable y sutilmente si ese carnet será para siempre o se podrá cambiar en otra ocasión. Por supuesto que lo pueden cambiar. Sólo tienen que decir que lo han perdido y pagar uno nuevo.
En fin, imaginé que ser nuevo no sería bueno porque nunca lo ha sido para mí ni para nadie pero no es tan malo como lo imaginé. Ni bueno tampoco. Sólo es una situación transitoria que ya me voy sacudiendo. Empiezo a relajarme.
Ahora miro el edificio al que fui muchos años como usuario y ya no lo veo igual, ha cambiado, ahora es el edificio en el que trabajo. Y a los bibliotecarios que les veía sólo el rostro impersonal del que “te atiende” los veo de otro modo. Tienen nombre y vidas personales y gustos y fobias y capacidad de hacer buenos chistes. No son funcionarios, son mis compis. Es como cuando llevas años siendo amigo de una persona con la que acabas follando y le descubres el rostro inédito del orgasmo y al día siguiente la ves de otro modo, es igual pero es distinta a la vez.
No conocemos nada. Sólo una o dos partes de las muchas en que se divide nuestra realidad.
Algunos como yo, a falta de certezas nos limitamos a imaginar.
Y luego, sobre el terreno, a sorprendernos de lo diferente que es el mundo que pisas al soñado.
Actualmente soy novato en un nuevo trabajo. Antes de serlo predije que los primeros días serían duros. En realidad era una predicción tramposa. Me ceñí a la experiencia para aventurar el futuro.
Y la realidad tomó su propio camino, ni a favor ni en contra.
Ser nuevo siempre es peor si eres el último en llegar. Tengo por delante mío incluso a dos becarios que estudian económicas y que extrañamente adquieren experiencia de bibliotecarios. Uno de ellos me dijo que al terminar de estudiar buscaría trabajo de lo que fuera. Empieza a desarrollarse una nueva generación muy derrotada.
Afortunadamente esto no es el instituto y no he tenido que ponerme enfermo como en aquel para evitar que a alguien se le ocurriera meterme la cabeza en la taza del inodoro(una vez presencié algo así y no quiero imaginar lo que tuvo que ser vivirlo para el individuo al que años más tarde he visto precisamente en esa biblioteca, ya adulto pero quién sabe si traumatizado).
Mis compañeros funcionarios de biblioteca son amables y pacientes en sus explicaciones, sonríen sin avaricia, parecen una especie más avanzada de Homo Sapiens que está por encima de pisar, malmeter, decir tacos o sugerirme obscenidades cuarteleras mientras hablan con la boca llena. No digo que sean perfectos porque me sentiría ingenuo aseverando eso de quién no conozco a fondo, pero estoy acostumbrado a compañeros de otro tipo, más variados y sobre todo más tribales. Los primeros días siempre intento detectar al hijo de puta del grupo para cuidarme en lo que pueda de él pero aquí una de dos, o no está o es tan hijo de puta que se ha saltado mis radares.
El único problema soy yo. Pleno de tensión por hacerlo mejor que mejor puedo errar el salto y hacerlo peor. Soy un estresado sin motivo. Pero incluso los clientes del lugar son un tipo de público al que no estoy acostumbrado. Ninguno me ha obligado a partirle la cara desde que estoy de bibliotecario. Ni siquiera a insultarles o decirles que se esperen a que termine de trabajar para darles lo suyo junto a la máquina del café que está fuera del recinto y no tiene cámaras. Los clientes son buena gente que se distrae mirando la punta de sus zapatos cuando yo me enredo con el ordenador que no me deja avanzar y me dice cosas como “el usuario está en uso”(esto significa que el usuario se acaba de hacer un carnet en otro ordenador de la biblioteca y su nombre no puede estar en dos ordenadores a la vez, cosas de la informática). Son gente que dice cosas como “bueno hombre, si me tengo que esperar dos horas más para que me hagas el préstamo pues me espero” o que me detienen en la calle cuando me reconocen para decirme que “mi” biblioteca es la mejor del municipio(y además tienen razón). También son gente que puede mirar el carnet mal plastificado y como con ampollas de aire sin mostrar decepción y preguntarte amable y sutilmente si ese carnet será para siempre o se podrá cambiar en otra ocasión. Por supuesto que lo pueden cambiar. Sólo tienen que decir que lo han perdido y pagar uno nuevo.
En fin, imaginé que ser nuevo no sería bueno porque nunca lo ha sido para mí ni para nadie pero no es tan malo como lo imaginé. Ni bueno tampoco. Sólo es una situación transitoria que ya me voy sacudiendo. Empiezo a relajarme.
Ahora miro el edificio al que fui muchos años como usuario y ya no lo veo igual, ha cambiado, ahora es el edificio en el que trabajo. Y a los bibliotecarios que les veía sólo el rostro impersonal del que “te atiende” los veo de otro modo. Tienen nombre y vidas personales y gustos y fobias y capacidad de hacer buenos chistes. No son funcionarios, son mis compis. Es como cuando llevas años siendo amigo de una persona con la que acabas follando y le descubres el rostro inédito del orgasmo y al día siguiente la ves de otro modo, es igual pero es distinta a la vez.
No conocemos nada. Sólo una o dos partes de las muchas en que se divide nuestra realidad.
Algunos como yo, a falta de certezas nos limitamos a imaginar.
Y luego, sobre el terreno, a sorprendernos de lo diferente que es el mundo que pisas al soñado.
Comentarios
Estoy feliz de que te vaya bien.
P.D.- Pese a todo, y a que tengo un par de conocidos bibliotecarios y son muy tranquilos, desconfía. No te digo que estés estresado, porque la putada te la harán más sibilina y taimadamente. Simplemente presta atención, y si ves que alguno es excesivamente amable o pasa demasiado tiempo contigo... Bueno, no me fiaría mucho. Todavía estoy por llegar a un sitio donde no haya hijoputas..., y ni en el cielo, que la Virgen contó algo del espíritu Santo y una paloma, pero el chaval no era de su padre.
quizá hayas encontrado un trabajo casi perfecto (y digo casi porque perfecto, perfecto, no hay nada), sin compis-hijoputas y clientes educados. y bueno, lo del carnet con burbujas de aire (que me ha hecho reír) o el sistema tecnológico con vida propia, seguro que son sólo cuestión de tiempo.
enhorabuena y que dure mucho tiempo.
me gustaría leer el relato de corrupción y choriceo que mencionabas en tu comentario. ¿dónde lo encuentro?
Rackham:Sé que fiarse del mundo en este mundo es como esperar el tren sentado en mitad de las vías. Pero también sé que lo peor de las personas surge muchas veces por malentendidos o por alguna otra motivación. Pero más que nada porque se sienten amenazados. Yo no supongo ninguna amenaza para ellos así que sería muy gratuito que me la hicieran. Pero no te preocupes porque tampoco me fío de las apariencias. Yo también doy el pego como bibliotecario tranquilo y no, todo lo contrario. Pero bueno, hasta la fecha sé detectar bien cuando se avecinan problemas y quién me los va a causar.
Hilia: Bueno, durará el tiempo que está pactado y lo disfrutaré mientras dure. Fuera y dentro del trabajo. Y luego el destino resolverá todo lo demás. En cuanto a lo que preguntas sobre ese relato creo que el enlace que te voy a poner se adapta. Es el que recuerdo sobre ese tema pero a lo largo de mi vida laboral he encontrado gente de todo tipo. Este enlace es de un blog en el que me refugié un tiempo porque mis compañeros de trabajo hacian mal uso del blog, cotilleaban y hasta los jefes leían esto. El eque escribe soy yo y lo notarás. http://neversmoresblog.blogspot.com/2010/04/cartas-en-la-manga-por-si-las-cosas-se.html
Dentro de este blog tuve una lucha contra un compañero sindicalista de toda la vida. Fue en Julio del 2009 pero no sé qué post enlazarte porque son 4 o 5 que forman como una pequeña saga de mi lucha laboral de ese mes tan intenso (en la segunda quincena de ese mes en dos posts se resuelve la mini-historia que viví en una lucha casi solitaria de no ser por mis apoyos y leales en la sombra)en un año que también lo fue. Fue el principio del fin para mí y luego tuve que renacer. Pero bueno, visto desde ahora, yo tampoco me merecía otra cosa.
UN ABRAZO
En la mía, si no devuelves un libro a tiempo te penalizan. Si te pasas un día, te penalizan una semana sin poder sacar libros. Dos días, dos semanas. Y así la progresión crece de forma geométrica y si tardas más de una semana, te dejan sin sacar libros durante años o a perpetuidad, según le caigas al bibliotecario de turno. Yo saqué una vez un libro, y me lo dejé en la habitación de un hotel. Fui a informar al bibliotecario. Me ofrecí a pagarlo, a comprar uno nuevo y donarlo, además de por supuesto devolver el que me había dejado, a cuyo efecto hablé con los del hotel y quedaron amablemente en enviarmelo por correo en pocos días. Lo que fuera, menos perder mi dereco a poder sacar libros, porque sin libros, no concibo muchos momentos y creo que no podría ni dormir si no leo algo antes. Me aseguraron que nada pasaría, que no habría problema. Pero recibó una carta suspendiendome a perpetuidad mi derecho a sacar libros. Ni devolviendo el original a los pocos días me quitaban la sanción, y encima le echaban la culpa al ordenador, cuando yo sabía a ciencia cierta que era ese H.P que falta en tu biblioteca pero que en la mía, sobraba.
Buena mañana de domingo, compañero. la mía ha sido mucho mejor gracias a tu relato.
Marpín y La Rana
suerte en tu nuevo puesto hou.
A lo largo de mi vida he cambiado tres veces de trabajo, en el primero tenia 14 años se suponía que iba a ser solo la niñera de dos pequeñajos y termine siendo, cocinera , limpiadora, chica de mantenimiento y un poco el ama de llaves de toda la familia por el módico precio de una niñera...jejeje pero no tenia compañeros y no había competencia y me hacían sentir como en casa y como una pieza indispensable en la familia, aunque siempre tuve muy presente que nadie es indispensable en ningún lugar. Luego trabajé en una lavandería donde era super novata en todo,(al menos he sido alguna vez "super algo") jejeje,y donde reinaba la envidia y el mal royo por todas partes, esto duró 7 años, pero al final terminas conociendo a la gente y aprendiendo en quien puedes confiar y en quien no, (después de 7 años ya me valía), al final lo dejé por que me cambie de ciudad, pero a día de hoy echo de menos tener a un compañero de fatigas a mi lado, en mi trabajo la tuve pero terminaron despidiéndole y ahora llevo unos cuantos años sola, a veces es muy aburrido, no hay cenas de empresa, ni cafés en compañía antes de entrar ni confidencias laborales ni tampoco competencias, no se que es peor...""PERDONA ESTE TOSTONAZO," XD
Cuando te leo esta entrada me doy cuenta de lo poco preparada que estoy si tuviera que tirarme a la calle a buscar trabajo, solo hice la EGB y aunque aprobé siempre todo sin problema, a día de hoy se que con eso no me comería ni una rosca
Cuando te he leído te he imaginado tan feliz como el chico de este vídeo...(ya se que es demasiado exagerado el estado de felicidad en que se encuentra el prota pero, me lo has recordado) jeje te lo digo con cariño,sinceramente este vídeo me encanta...
http://www.youtube.com/watch?v=hoAJ_gAMQlk
Tiene que ser toda una buena experiencia trabajar entre algo que te gusta tanto...
Y este final de tu entrada es GENIAL!!!
("No conocemos nada. Sólo una o dos partes de las muchas en que se divide nuestra realidad.
Algunos como yo, a falta de certezas nos limitamos a imaginar.")
Me identifico al cien por cien con tu frase...
BESOS Y FELIZ DOMINGO CIUDADANO DE UN LUGAR LLAMADO MUNDO... XD
Marpin: Me has hecho reir con lo de tu biblioteca pero el asunto es serio. En Cataluña, yo estoy por Barcelona o alrededores, se penaliza un punto por documento y día. A los 50 te bloquean quince días el carnet y luego eulves a empezar de cero. Creo que nuestras penas son muy suaves, estarías cómodo por nuestras bibliotecas. Lo vuestro me parece un poco exagerado. Yo pensaba que en toda España las bibliotecas funcionaban parecido.
Mara: Refranera, has cambiado de look en el logo.
Te veo con ganas de que llegue la Primavera desde hace días. Bueno, gracias por la suerte que me envías.
En tu vida laboral veo que has tenido buenos y malos momentos así que no envidies mucho la mía porque también he tenido de todo. Supongo que queremos o idealizamos lo que no tiene otro. Yo he preferido muchas veces trabajar solo y no estar metido entre tantos compañeros y cenas y todo eso. Y otras veces me he sentido bien. Nunca acabamos de estar contentos con todo ni para siempre. De todos modos si aprovecho ene estos dos últimos posts para asegurar que me siento bien en algo porque si no todo son quejas y no, la verdad es que prefiero valorar lo que tengo cuando merece la pena. No quiero centrarme en las pegas de un trabajo que sé que echaré de menos cuando ya no esté dentro. Gracias también por el simpático video. Vaya optimismo que estoy transmitiendo últimamente si te he recordado aese chico. Eso es bueno.
Gracias por por último por tu sincera historia personal que siempre me aporta un pedazo más de quién eres y una cara de la Meme que sigo imaginando y sigue siendo desconocida. Besos
En cuanto a mi autocontrol aquí ejercito poco porque no me ponen a prueba. Pero intento convencerme de que puedo hacerlo si me lo propongo. También es cierto que el autocontrol viene bien para casos leves pero para casos graves no me importa soltar a la bestia porque si no son los otros los que te comen. Pero sí, casi siempre voy a tener en cuenta ese yo invisible que me recomiendas que me mira y sacude la cabeza cuando estoy a punto de liarla(hace mucho que no, por cierto). Además tengo buenos modelos de civismo entre mis compañeros. Creo que se me caería la car ade vergüenza sólo que me vieran en un momento de ira desatada.
Por último no soy de esos que buscan un amigo en especial en el trabajo. Si puedo hacer el mayor número de lazos laborables posibles mejor. Voy cambiando de puesto y siempre ha sido así dentro de cualquier empresa. Hoy me toca sentarme con uno, otro día estar con otro y lo mejor es estar bien con los que puedas porque una jornada laboral con alguien a quién no puedes dirigirte o hablar se hace muy larga. De momento me centro en terminar este reto que ya voy controlando y alegrándome con los pequeños logros. Y además con la ventaja de que mi día no sólo es trabajo.
Saludos Angèline.
La verdad es que por mi profesión a mí siempre me han tratado con mucha deferencia los usuarios, (y me refiero a mi profesión no a mi oficio, porque en el segundo el trato es casi reverencial) así que se podría decir que es como si toda la vida hubiera trabajado en una biblioteca...
Besos mágicos y feliz inicio de semana
Besos y feliz semana también.
Besos mágicos y sigue así
Tengo, por cierto, que mudarme a tu ciudad, vaya gente más amable, qué suerte.
Besos
Me ha gustado la comparación que haces con el instituto y también la parte en la que hablas de estar al otro lado, las personas no parecen las mismas e incluso cuando sabes algo más de su vida eres un poco más suave a la hora de criticar su trabajo (o al menos eso me pasa a mí) aunque también a veces ocurre el efecto contrario.
Me alegro que hayas tenido suerte con el trabajo, con los compañeros y con los clientes/usuarios/público… ES importante un buen ambiente en el trabajo porque al fin y al cabo es donde más horas de nuestra vida pasamos.
Dentro de nada lo tendrás totalmente dominado y se convertirá en rutina, eso también ocurre siempre.
Es emocionante empezar algo nuevo, es como si se te concediera otra oportunidad para hacer las cosas bien. Y además, tienes la opción de elegir un nuevo rol y darte a conocer en la medida que te apetezca.
Ánimo.
Noe: Las malas historias que cuentas sobre tu trabajo son lo más común. Tengo un amigo que empezó a trabajar en un sitio dónde no le saludaba ni el encargado y la gente estaba apartada y mirando y cuchicheando entre ellos sobre él. Y es cierto que mucha gente explica con el culo. Se ponen delante y hablan como para ellos mismos, como ellos ya lo saben pues hablan y hablan y piensas que tú así aprendes algo. Yo sé que mi experiencia aquí es muy diferente a la media y he tenido suerte porque estos compañeros tienen empatía y funcionan mucho mejor. También son inteligentes. Eso ayuda mucho. Espero que te vayas adaptando a lo tuyo porque sólo trabajar no es una bendición si viene acompañada de otras maldiciones. Suerte.
Aina: Me gusta lo de las primeras impresiones que dices. Yo voy adquiriendo informaicón cada día y me voy adaptando y en líneas generales ya estoy cómodo. Lo que no había pensado es en eso de adoptar un nuevo rol pero involuntariamente lo estoy haciendo. Esto me daría para otro post, lo de poder ser otro interactuando con gente que no me conoce. Interesante.
Muy Heraclito al final y la ultima frase preciosa, resume muy bien la actualidad
Spaski: Muy Heráclito porque me alimento de mucha filosofía. Ademá de literatura, claro. Saludos a ambos.
Y yo también trato de detectar al hijo/a de puta los primeros días.Puede que sea un/a hijo/a de puta de un nivel muy diferente a los que estás acostumbrado a tratar.Me esperare a que lo descubras y lo cuentes. :))
yo también plagio de la realidad. muchísimo y creo que no hay nada de malo en hacerlo. de hecho a mí me parece una muy buena fuente de inspiración.
lo de estar vago ya es otro asunto y no es por presionar pero creo recordar que hay una novela entre manos y como no, relatos de blog que queremos seguir leyendo, así que ya sabes.
estuve leyendo tu otro blog y tienes auténticas perlas, tanto narrativas como de experiencias laborales (surrealistas). definitivamente eres afortunado con tu nuevo trabajo.
gracias (aunque me repita).
Me resulta hasta familiar llegar hasta tu blog y quedarme un rato en las estanterías de tus libros. Digo que me resulta familiar porque lo hago como el que visita a un hermano, a un allegado que no anda más pacá que pallá... y me gusta sentirme así y sentarme a leerte, café en la diestra, y folios cargados con tus letras en la izquierda.
Es muy bueno, perdón, es genial como transcribes lo que ves, o lo que te hacen, como esquivas y como arremetes. No sé, supongo que dejas constancia de tu constante laboriosidad y sus efectos secundarios, por un lado, y sus daños colaterales, por los otros costados.
Pero estoy seguro que ese hijo de puta es demasiado diestro, ejem, y a tu radar le hace falta una revisión, actualización a dos punto cero, o algo similar.
En fin, amigo, me ha encantado llegar y besar el santo (grial) de la literatura (lo que vienen siendo tus vivencias vestidas de letras)
Un abrazo
Mario
En cuanto a lo de "hijo puta" hoy se lo han llamado al responsable. Ha sido una señora que trabajaba allí conmigo y se ha sincerado. Pero era su punto de vista. Dónde ella ve un hijo puta yo veo un responsable que no me ha tratado mal nunca. Y como suelo decir, no supongo amenaza para nadie de allí. Los seres humanos muestran lo peor de sí cuando se sienten amenazados. Los que llegamos allí con careta de buenos no tenemos por qué pasarlo mal. Si me cargan con trabajos que no son míos da igual porque eso no es la mina así que no me van a romper la espalda(cruzo los dedos).
En fín, hasta pronto y te insto una vez más a que nos cuentes algo de tus rutinas a tu manera que las "desrutiniza" si me permites la fea palabra recién inventada. Saludos.
Echaba de menos leerte... ya casi ni enciendo el ordenador en casa.
Qué suerte que te puedas desconectar del ordenador. Yo siempr equiero desengancharme un tiempo y casi nunca lo hago. Saludos.
Un fuerte abrazo bibliotecario (espero no perderte de nuevo)
Seguro que pronto irás conociendo a gente peculiar y nos contarás historias en tu blog sobre las cosas tan raras que te ocurren! Pero bueno, de momento te deseo que toda la gente que te rodea en el trabajo sea de lo más normal ;)
Besoss
Muy bonito, bien escrito, como siempre.
Nos leemos.