Primeras notas de un verano negro
A veces no puedes saber con certeza cuando será la última vez que haces algo. La vida interna de una pareja está llena de disputas por faltas leves, graves o muy graves. El tamaño de cada falta acelera el fin de la unión. La acumulación de las leves también conduce hacia un final pero más agónico, más largo. Y luego está la cantidad de peso que carga el que lleva la mochila de la responsabilidad de ambos. Siempre hay uno-a de los dos que que aguanta al otro-a y un otro que se hace más y más pesado cuanto más lo cargan. Pero lo peor es la resaca del enamoramiento. Cuando pasa, queda la realidad.
Los últimos aniversarios nos pillaron con poco que celebrar. Yo tenía la flecha de la culpabilidad apuntando hacía mí todo el tiempo pero ella... bueno, ella estaba especialmente sensible a lo que siempre he sido. Últimamente le molestaba más mi Yo que antes. Cuando mi Yo siempre ha sido el mismo. Me preguntaba dónde estaba el Sergio que conoció. Supongo que dónde sólo existió, en su imaginación. Y luego está ese lenguaje que hablamos los hombres y ese otro que hablan las mujeres. A veces parece que nos entendemos pero es la ilusión de los primeros fuegos artificiales. Luego, después de haber estado exiliado un tiempo en ese mundo femenino como el que se va a otro país, a Alemania por ejemplo, me sentía integrado pero extraño a la vez y salía más con mis amigos masculinos(amigos en el exilio para hablar con alguien en mi lengua materna, esa en la que hablamos los hombres). No nos quejamos ya de la patria de acogida, nuestras respectivas mujeres, pero es cierto que nos entendemos mejor entre copas. Claro que si nos viéramos todos los días...
Sea como sea todo tiene un final. Y más que nunca lo he sopesado. Hacía tiempo que vivíamos como hermanos y ya me iba bien. A ella no, claro, ella es de verdad supongo. Pero yo me notaba cansado. Tenía que detectar si de ella o si de mí. Yo digo que la culpa la tiene el tiempo.
Aquella semana estábamos frente al mar y yo miraba la carátula del DVD sobre cierta película infantil que ya comenté en este blog y que acababa de comprar. La leía por no leer sus gestos cuando me dijo "He estado una semana fuera, con mi hermano, ¿me has echado de menos? Yo a ti no". No sé si era una prueba pero yo esos tests siempre los paso a la mala: "No, la verdad es que he estado muy feliz y libre y me he sentido inmensamente contento de estar solo y sin que nadie me molestase, ojalá te fueras más veces". Luego se hizo el silencio y no hablamos ni frente al mar, ni al salir de la ciudad, ni durante el metro de regreso, ni en casa dónde tomamos los caminos separados habituales: ella el del comedor y su televisión, yo el de mi habitación y el ordenador. Y así fue unos días. Luego me dirigió la palabra, se la devolví y todo siguió como si nada.
Y al cabo de un mes la disputa fue por alguna tontería, por algo nimio, pero yo desaparecí. Aproveché la ausencia de mis padres de su piso para instalarme allí en un colchón en el suelo, como Assange en su embajada(cerca del suelo hace menos calor), acogido por la gran casa familiar pero sin nadie que hiciera preguntas.
Y el tiempo del que tanto hablo separándonos más que ese kilómetro que puse yo en medio.
Es malo no decirle la verdad a la gente pero peor es mentirse uno mismo. Pensar que me molestó su comentario frente al mar y obviar que a lo mejor (y es lo más probable) es que no me atrevía ni a decirme en voz baja que se me agotó el amor y que no sé de dónde, pero me viene culpa y tristeza y la incapacidad de decirle nada. Cientos de palabras sobre el papel o la pantalla que no verbalizo cuando tenemos que hablar como adultos.
Es triste pero esta puede ser la última discusión. Es triste que no sé ella, pero yo es que ya no sé que hacer con lo nuestro. Prometo que me he contado un montón de mentiras para seguir pero al final parece que no sé engañarme. Lo peor es mirar hacia el futuro y no saber qué hacer con él.
Comentarios
Te dejo una lágrima solidaria a falta de algo mejor que darte...
pero claro, es lo de siempre: teoría, práctica, bla bla bla.
aunque la entrada es triste, deja un regusto amargo y no me gusta saber que no estás en tus mejores momentos, la has escrito de una forma muy muy muy precisa, real y humana (y bonita).
un abrazo y ánimo.
Esas parejas que lo hacen todo juntos...luego el agobio les pasa factura.
Ahora estás en esa misma situación. Tiene su parte de emoción también.
Avanti!!
Ahora cuenta el presente, nada más.
La mente es un hervidero de pensamientos, recuerdos, iras, añoranzas, culpas propias y ajenas y todo eso, pero pasará y sabrás que hiciste lo correcto.
Cuando hay tanta distancia en medio está la amargura.
hilia: Es un regusto amargo que no se puede evitar. Puedes actuar y hacer cosas y todo lo que hagas produce un resultado. Todo menos la voluntad de dejar de sentir esa amargura y la de seguir teniendo dudas sobre si es mejor así o no. Bueno, esta historia la he oído contada de muchas maneras pero muchas veces y vivirla yo sólo la hace especial para mí, me temo. Un saludo y sigue con tu buena literatura.
aina: A lo mejor sí me echó de menos. Seguro que tengo mala hostia. Pero no éramos pareja de hacerlo todo juntos, lo que pasa es que demasiado tiempo es demasiado tiempo hagas lo que hagas. Y el agobio nos pasa factura a unos antes que a otros. Sigo dándole vueltas a este pasado verano.
Zavala: Creo que lo leí en Ian McEwan pero la frase es algo así como "el futuro resuelve todos los problemas". Me gsuta. De momento sigo en un futuro cercano de este post, en una situación parecida y esperando con calma, sin demasiadas tensiones. Saludos.
Duele la pérdida, se hace un nudo en el estómago al mirar atrás y otro más amplio al pensar en el futuro, pero sol podemos habitar el instante en el que nos encontramos, y apenas ese ya que se escapa entre las manos.
El final es siempre triste, cabe esperar que en honor a un pasado que también fué luminoso, además de triste no sea cruel.
Delataban tus letras un pesar sordo, y anunciaba el otoño días tristes.
Sabes que lo siento, yo creo en un amor que sobrevive al enamoramiento, espero que llegues a encontrarlo.
Un beso y ya sabes dónde estamos.
A mi me pasa con una persona a la que estuve muy unida, pero entre las zancadillas de la vida y los errores cometidos por ambas partes han abierto una brecha que no apetece o ya no se puede cerrar.
Duele muchísimo,pero la vida es ésto.
Saludos.
ohma: Saludos, ohma, y bienvenida, no te tenía vista por este rincón de la blogosfera. A veces no son errores, es que se instala un aburrimiento entre dos personas muy grande.
Aunque yo tenia dos razones importantes por las que no podía solo pensar y decidir por mi.
suerte con ese futuro incierto.
PD; te había escrito un post comentario contándote mi verano, pero al final se me pasaron los efectos embriagadores del vino del Riesling y lo he borrado.
Te leo..
En nuestro sino.
Pitt: Sí que estamos sombríos últimamente pero desde mi lado oscuro aspiro a que llegue el mediodía más pronto que tarde. Aunque espero sentado.
Ánimo y un besazo que esta vez va cargado con energía positiva extra
PS: Yo corté de raíz y eso que mi vínculo era muchísimo más fuerte. Tú sabes de qué te hablo
También creo que lo más dificil de todo no es enamorarse o que se enamoren de ti, que lo complicado es mantener la pasión y el amor a lo largo del tiempo. Superar esos vaivenes de disputas de los que has hablado, encontrar el punto en el espacio donde el otro no nos ahogue y viceversa.
Sé que es muy duro en el punto en el que estás, una mezcla de sentimientos te impiden que veas con claridad, ¿qué es lo mejor? ¿hacia donde camino?...
Y siento no poder aconsejarte porque ya sabes que en estos casos tiene que ser uno mismo, eso sí, procura no engañarte a ti mismo porque si te paras un segundo, te darás cuenta que la decisión ya la tenías tomada antes incluso de saber que llegaría este momento.
Espero que pases todo esto de la forma menos dolorosa en la que sea posible.
Eva: Se agradecen como siempre tus buenas intenciones. Pero haces bien en no aconsejar porque esta situación no demanda consejos. No es definitiva, no se sabe a dónde va, sólo se alarga(el post está escrito sobre algo ya pasado en verano) y se hace pesada e incómoda y hay altibajos. He leído hace poco en algún libro que lo más fácil del amor es empezar y acabar. Lo de acabar está por verse. De todos modos hay parejas que lo consiguen así que tal vez sólo sea la suerte y que no somos inmortales. Si fuéramos inmortales ningún amor sería para siempre, eso lo tengo claro.
Acabo de leerte rápido porque tengo que marcharme.
Espero que estés bien.
Volveré en cuanto pueda.
Un abrazo.
Directa al "no tengo ilusión, creo que ya no tiene sentido..."
Besos y ánimo.
Vivir el presente :) y con esperanza siempre hacia el futuro. Zavala tiene toda la razón!
Xaina: Me la imagino, me la imagino y efectivamente el resultado es el mismo. Un lento separarse sin estruendos, una forma de morir como elq ue muere de viejo pero quién se muere es la relación. Sí, se lo que quieres decir y también es algo por eso.
Angéline
Al leerte ahora, también con los comentarios, me parece conocer un poco mejor la situación.
No te diré nada, creo que ya te lo han dicho muy bien aquí arriba. Es hermoso ver ´como se vuelca la gente aquí en situaciones difíciles si tienes el valor de contarlas.
Te envío mi cariño, Sergio y que estés en paz y tranquilo, pase lo que pase. La vida sigue.
Bueno sí, me dejas?
sí???
Date un tiempo. En ocasiones atravesamos malos momentos o algo hace que veamos las cosas de otro modo. En fin, hay quien me contó que después de una crisis muy gorda, muy gorda, aguantaron el tirón y luego estaban mejor... No sé..
Un beso
UN ABRAZO
Reltih: ¿Ni modo? Bueno, veremos. Un abrazo Reltih.
Me gusta tu blog Sergio, permíteme que me quedo viendo tus entradas.
Besos.
Realmente soy nuevo en esto y no sé cómo hacer que las personas me lean, o cómo difundir mi blog. Te invito simplemente para que te pases por el mío y si te gusta nos seguimos. Por ahora sólo tengo dos entradas, pero los temas que hablaré serán de diversos tipos: amor, relaciones, tecnología, autoestima, consejos para las primeras citas, consejos para decirle chau a la obesidad, etc. Hablaré de todo que esté conectado con las relaciones entre las personas.
http://ezequieltoscani.blogspot.com.ar/
Ezequiel Toscani.
Ezequiel: Lo de que te sigan... No sé. Últimamente estoy consiguiendo una nueva inyección de nuevos seguidores en el blog que no he tenido en todo el verano. A lo mejor es que estoy apuntado a la blogoteca y allí tienen un concurso. Dejar comentarios como el tuyo es otra forma. Ya me pasaré. Saludos.
A veces la fortuna acompaña la elección y te encuentras con alguien en quien te miras con comodidad y que te mira con alegría. Pero eso es cuestión de suerte.
Saludos y que te sea leve