Sin choque entre civilizaciones
Hace poco un tío se masturbó a mi lado. ¿Parece una frase gancho para que sigáis leyendo a golpe de curiosidad malsana? Pues lo es. Voy a contextualizar antes de que penséis algo raro.
Como muchos habéis leído otras veces, suelo retirarme cuando
me dejan y tengo fiesta a un lugar de la Costa Brava. Allí tengo paz de
espíritu y la brisa marina me evita la alergia rinítica de primavera. Lo que no
tengo allí es conexión doméstica a internet. Voy a la biblioteca, bares o
locutorios. En el último de estos en los que estuve me senté junto a un
adolescente de unos quince años. De raza o país que no supe ubicar bien pero
hablaba con muchas jotas. De esos que piensas enseguida en no perder la cabeza
hablando mal o bien de Mahoma. Respeto cien por cien. Si no por la religión, sí
por el cuello. Este además hablaba un castellano perfecto. Podía haber nacido
aquí. Muy bien integrado en el entorno catalán,
también le escuché
decirle algo en polaco a una amiga de la zona.
A mí me explicó un truco muy bueno para que me fuera mejor el
ordenador. Se los conocía todos y hasta sus defectos. Me dijo que el mío tenía
un virus y que dándole a no sé qué tecla podría usar una letra que no me dejaba
emplear (me parece que no era un virus sino un problema de configuración,
alguien había intentado erradicar la ñ, tan española ella).
Me puse a navegar. Él también.
A los quince minutos escuché cómo jadeaba levemente. Miré de
reojo. No estaba seguro pero me pareció que tenía la mano bajo el pantalón, a
la altura de la polla. En la pantalla de su ordenador una conocida cantante turca
y activista contra el EI cantaba. La conocía por el telediario. Helly Luv. Iba
bastante vestida pero el adolescente la estaba homenajeando con empeño. ¿Quién
necesita porno cuando tienes una educación restrictiva? Acabas viendo sexo hasta
en los agujeros del desagüe. Qué envidia. A mí me han dejado hacer casi todo lo
que me diera la gana y necesito emociones fuertes para ponerme a tono.
El chico me estaba molestando un poco con ese tocarse la
zambomba tan cercano, la verdad. Me recordaba lo neurótico que soy con la higiene
y las cosas que toco. No hace ni dos meses, en la biblioteca, un tío se estaba
tocando la nariz, luego pasó a rascase el culo y por último tocó el comic que
yo iba a coger. No sé si se lo llevó pero yo me fui a buscarlo a otra
biblioteca porque para mí ese cómic ya era más impuro para mí que el cerdo para
el Islam.
No quería ni me apetecía decirle nada. Ese día no. Además en
ese pueblo me vuelvo pacífico, adquiero carácter isleño. No es una isla pero yo
lo siento como si lo fuera, mi amigo Rafarrojas estaría orgulloso de mí a pesar
de mis pasadas violencias (chiste privado, a esto no le deis vueltas, cosas
entre blogueros).
Tampoco quería que un mal episodio de violencia llevase a ese
pajillero muchacho por el camino que te hace comprar un billete a Oriente y apuntarte
a presentador de programas dónde cortan cabezas o queman gente a lo bonzo.
También ayudó a mi paz el ver entrar a un viejo conocido del
pueblo. Quería cederle mi sitio en el ordenador. Tiene fama de homosexual
activo a pesar de su avanzada edad. Debe tener mucho dinero para pagar a los
jóvenes con los que se le ve ocasionalmente.
Estoy seguro que el vejete verde marica apreciaría más
que yo la silla y el ordenador que le dejé libres.
Comentarios
una historia IMPERDIBLE
de una realidad que solo es tuya
gracias por compartir tanta magia muchacho
tienes un blog que es maravilloso
jja
ay estos nenes !!
besos y sonrisas
Piel: Es que el momento era muy serio pero como todo, luego me lo tomo así. Bueno, a la señora Teresa no consigo tomármela tan bien pero ese es otro asunto. Esta historia no tiene moraleja así que te la puedes tomar como lo que es tal cual: un episodio entre ridículo y absurdo que me pasó hace poco. Besos
Tu ego es perfecto
cabe increíblemente bien
dentro de tu sexo....:)
No andás con vueltas
no tratas de ser lo que nos sos ....
felicitaciones maestro
maloles: Más que una solución fue un dejar que la naturaleza siguiera su curso. O largarme. Tú si hubieses hecho bien en huir. Este chico parecía muy sensible a los rostros femeninos. Mal rato asegurado.
ABRAZOS
Con esta historia he vuelto a verte con ojos de madre!!!! jajajajaja
A mí me pasó una vez algo parecido a lo que cuentas del episodio de la biblioteca y desde entonces SIEMPRE limpio los libros con toallitas húmedas antes de cogerlos. Y hablar por el móvil de otro, jamás, pero esa es otra de mis neurosis de higiene...
Besos (BEP)
:D
Saludos
El resultado fue que acabé como el protagonista de tu historia, pero en la intimidad de mi pantalla de cuarenta y pico pulgadas, viendo como unos se prometían sexo eterno de un par de horas. Me sobró media película esa vez. Como todas las veces anteriores, pero vamos.
Ahora, cada vez que me asomo a la terraza lo hago con las mismas intenciones de leer: bien blogs, bien periódicos, bien libros, bien lo que sea… Pero si las gaviotas están cachondas perdidas y se llaman a gritos, si los trenes pasan con más asiduidad y, sobretodo, si los niños arrastran a esas dos madres a la zona infantil, no suelo hacer otra cosa que contemplar y soñar despierto hasta que la falta de luz retira a esas lozanas madres. En parte echo de menos el invierno, esa época en la que uno puede leer sin abandonar el sofá, sin salir a la terraza, sin perturbaciones varias. Claro que con el cambio climático, con el ozono que se abre y se cierra como un melón en plena canícula, cada vez vivimos más fuera que adentro…
Fíjate que se me ha ocurrido contarte la verdad de todo lo anterior y confesarte que cambié tus textos por cuatro pretextos mamarios, cuando he llegado al último sorbo de este café número dos y he finalizado tu última entrada en tu espacio capitulado. Te he leído de cabo a rabo, y he disfrutado como el chaval ese con la cantante y activista contra el EI. Pero la sangre no ha llegado abajo, tranquilo. Eso sí, me he reído mucho al imaginarte allí… y he pensado que, de sucederme a mí, no me reiría nada durante, pero que acabaría como tú, contándoselo a los amigos dos punto cero. A estos nosotros que te admiramos por saber radiar las situaciones dándole un toque musical, cinéfilo, de comic y literario a la secuencia de tu vida…
Gracias Sergio.
Y un abrazo.
A mi me da igual lo que haga cada cual, pero que no me lo pongan en bandeja para verlo si no me apetece :P
Y todo lo público que se toca, mejor ni lo pensamos ehhhh
Que vuelvas pronto a tu ordenador jaja
Bss Sylvia :)
Gracias, pronto volveré si no regreso al pueblo costero a olvidarme del mundo(aunque me encuentro con más gente, claro). Este verano me está matando. Y mi ciudad, cómo siempre por estas fechas, me remata más.
hilia: Qué "hermosa" historia. Creo que hombres que hacen eso junto a mujeres es más fácil que ocurra. Yo paseaba por un puente una vez y ví una mujer que le decía guarro a un tipo que estaba debajo. Miré hacia dónde miraba ella y había un tío con gabardina enseñándole su erección. Ese onanismo era dedicado a la persona que paseaba. El onanismo del que hablo no me lo dedicaban a mí, obviamente. Claro que se parecen en la facilidad con la que cierta gente lo hace públicamente. Al final lo admiraré como sugería Sylvia(admirar o no, esa es la cuestión). Recuerda a Diógenes el cínico que cuando le dijeron por qué se masturbaba en público sólo respondió que porque le gustaba hacerlo y que le gustaría quitarse otros apetitos como el hambre con la misma facilidad que el de su sexo. O algo así. Saludos, hilia.
Y sobre las cosas públicas compartidas, mejor no pensarlo. En el trabajo tenemos ciertos problemas de higiene y hubo una época en la que lo pasé realmente mal.
Ah, el final genial. ¿Llamaste a ese señor o apareció por casualidad? Buenísimo.
La verdad es que estamos todos un poco pa´allá, él se pone con una señora completamente vestida en un espacio público y otros...vamos a dejarlo que acabo de volver y estoy un poco suelta.
Un beso
Y qué voy a decir de las actividades del chaval? Que no soy quien, que siempre he sido como el chaval o como Paco Umbral (que hacía del onanismo una cuestión de prestigio, como quien dice que da pasta a Medicos sin Fronteras). Pajillero y todo, es una pura cuestión de educación eso de hacerlo allí a la vista. Ahora que otra cuestión sería discutir qué es la educación, que en cada cultura, cada ciudad, y en cada casa, tienen las propias, y que lo que en un lado es correcto en el otro es una barbaridad castigada con ostracismo y miradas asesinas. Y luego de debatir eso, se puede debatir si existe el dcho natural, un conjunto de normas de bien/mal que traemos de fábrica, o por el contrario como no nos diga alguien que limpiarse después de con las cortinas es poco higiénico y manifiestamente desconsiderado para los demás usuarios, nunca lo habríamos supuesto.
Y sobre el viejo, tengo para mí que en algún momento dejaré de ser yo como soy ahora, salido total, y sentaré la cabeza o me olvidaré de la otra cabeza y podré ser respetable y digno y no este hombre verde, futuro viejo ídem.
Un abrazo fuerte de tu amigo, que intentará reabrir su chiringuito ahora que empieza curso nuevo
rafarrojas