Semana de reflexión
El otro día, viendo a Homer Simpson y recordando al
presidente de mi país, tuve una revelación. Algo importante sobre la vida. La
filosofía que necesitaba y estaba ahí sin haberla visto antes. Gracias a usted,
presidente de esta zarandeada península.
Homer intentaba con sus torpes esfuerzos habituales hacer
algo bien y todo se estropeaba. Le dolía tanto el fracaso que se tumbaba en el
comedor de casa y decidía no volver a hacer nada en la vida, se acabaron los
planes de futuro. “Si hagas lo que hagas
y te esfuerces lo que te esfuerces, las cosas ocurren como quieren… ¿De qué
sirve intentar algo?”, pensaba Homero Simpson. Y entonces yo, frente a ese programa
de animación, pensé: pues igual que usted, “mire usted”, presidente.
Ha pasado por casos de corrupción flagrantes que apuntaban no
solo a su partido sino a su mismísima persona, nos ha rescatado los bancos (que
sí, vale, que según usted era otra cosa pero sólo porque le gustan los
sinónimos como a todo buen político), los problemas que comenzó el anterior
partido en Cataluña los ha dejado crecer usted por desidia, tuvo un
desagradable caso de machismo antes de las elecciones al parlamento europeo con
un candidato de su partido, etc. Y luego no pasó nada.
Con el tiempo, muchos de esos problemas se han resuelto o se
han hecho más grandes. Da igual. Todos se han afrontado del mismo modo.
Esperando. No haciendo nada. Lanzando ocasionales palabras tranquilizadoras o
mensajes cifrados como “parece que está lloviendo”. Ganando tiempo mientras lo
perdíamos nosotros hasta que pasase la tempestad.
Usted es como la madre que susurra al bebé que llora “ya,ya” y
espera a que se calme con unas palmaditas. La madre lo consigue así que por qué
no usted.
Y es que presidente, usted es un sabio. Ha entendido que si
todo llega es porque también todo pasa. Usted que gusta de obviedades como “un
plato es un plato y un vaso es un vaso” entenderá lo que quiero decir. “Todo
esto para qué”, piensa usted igual que yo. Se lo pregunta, se encoge de hombros
y espera. Y luego nada es tan malo como esperábamos. A lo mejor actuando todo
iría a peor dadas sus limitadas competencias como político (todos sabemos que
Soraya, su segunda, es el báculo en el que se apoya y delega porque sin ella su
partido ya tendría la credibilidad de Pinocho incluso entre sus afiliados).
Pero dejemos de preocuparnos por todo. Usted es un mensaje de
esperanza para todos nosotros. No hagáis nada, nada importa, los países se
gobiernan solos, no hay problema que no se olvide en tres telediarios, tumbaos
como Homer en el comedor de casa y a verlas pasar… El Universo no es para
siempre. Si se va a acabar, a qué tanto movimiento y tanta preocupación.
A mí esta filosofía nihilista me inclina a ir el Domingo al
colegio electoral, coger todas las papeletas, meterlas en una bolsa y luego
pedir una mano inocente que saque una a boleo. Que vote el azar, a lo que
salga, porque al fin da igual, de aquí a cuatro años nada importará. ¿Eso es lo
que quiere que haga, señor presidente?
Nota: A pesar del modo irónico marca de la casa, me temo que
votaré sin esperanza pero con decisión al que menos malo me parezca. No llego
al nivel de pachorra que tiene este presidente de política zen. No soy capaz de
actuar como un maniquí o de vivir como un pedazo de nada a través de una
pantalla de plasma. No le llego a la suela de los talones al presi, todavía
creo que la democracia sirve para algo y hay que votar. En el fondo soy un
ingenuo.
Comentarios
Me esperanza ver a una parte de la población...poca...pero alguna tiene las ganas de que su país poco a poco salga de la miseria y de la corrupción donde andan metidos durante años por culpa de gobiernos populistas donde predican una cosa y hacen todo lo contrario. Donde impunemente se ríen de la gente.
Aquí...podemos ir a peor.
Porque la responsabilidad en el fondo es del ciudadano. Y nosotros deberíamos luchar por tener un gobierno mejor. Pero ¿nos importa?
Creo que nos importará cuando las cosas sean muchísimo peores...(me gustaría pensar que no) pero podría pasar.
Es importante votar. Al menos creer que los cambios son posibles.Y arriesgarnos.
Un besote...(perdón...estoy otra vez en la parra...y no me paseo ni escribo...grrr...)
Un abrazo.
Dorotea: Por supuesto. Y además piensa que si por casualidad saliera siempre el mismo, a más tiempo de poder, más tiempo de corrupción. Siempre se puede empeorar y a estos los votos no les mejoran. Cuanto más tiempo permanecen arriba peores se vuelven. Un abrazo.
Un abrazo
ABRAZOS
Reltih: Temía que no se pudiese entender bien este post fuera de nuestras fronteras. Pero ya veo que llega lejos la fama de esta caricatura. Es tan fácil bromear con él que casi me hace sentir culpable hacerlo. Prefiero buscar lo menos obvio. Pero bueno, esta semana es especial por aquí, quería que se viera en qué estoy pensando. Un abrazo.
pero ...... es mi gran sueño roto
besos
Un abrazo
Ha dejado que todo se desmadre y el escondido.
Lo que me extraña es que todavía saque tantos votos.
Ojalá vengan aires nuevos y ventile España.
Abrazos, S y... a disfrutar estas fiestas que se se vienen encima!!!!
Abrazos y felices fiestas, Verónica.
Recomenzar: Felices fiestas para ti. A mí también me gustan estos días. Abrazos
Gracias por compartir tus letras
Tu FB
tus locuras maravillosas
con nosotros
conmigo y el mundo
que nos rodea...
Salud y paz y si podés un poco de pasión tambien
jajaj
abrazo
Hoy que es día uno no podía empezarlo de manera más tradicional: entre cafés, lecturas, saltos de esquí y concierto de año nuevo. Parezco un poco chapado a la antigua, o inoculado de un sentimentalismo que no conoce antídoto. Pero ya ves, entre todo lo que quería hacer hoy, no figuraba por ningún sitio leerte, comentarte y escribirte estos puntos suspensivos. Pero al final he abierto este sitio nuestro, y también el de una bloguera de la que somos asiduos seguidores. Y qué manera de disfrutar allí y aquí, ahora. Y comenzar así está siendo, créeme también, un logro, una manera acertada, un encuentro y hasta un despertar entre letras, que es lo que quiero, y lo que quiero que siga conviniéndome.
Me he reído con tu "desmontando a los programas de televisión más sabios" y también de los más seguidos. Y con el viaje por Rumania no he podido dejar de sonreír al imaginarte. Odio a los que estrechan la mano como si quisieran romper una onza de chocolate durísimo y pesadísimo, o pellizcar un trozo de pecado. En fin, que me has hecho disfrutar hasta con tu reflexión política. Te aseguro que, de tenerlo, daría todo el dinero del mundo mundial, de esos bancos rescatados por nosotros también, para logar que Mariano, Mas, y otros secuaces políticos cuyos nombres son no merecen este uno de enero novísimo, saltasen por uno de los cuatro trampolines gigantes entre vientos racheados de derecha a izquierda, y nieves congeladoras de intenciones hueras.
Sergio, te deseo un feliz año nuevo, de corazón. Y que pase lo que pase o que no pase lo que no tenga que pasar, no dejes nunca de escribir, de entregarnos la gracia, la acidez, la cultura y la retórica de tus intenciones.
Un abrazo, y viceversa.
Mario