Historias del viejo mundo (epílogo)

 



Ahora que no me ve nadie puedo hacer un pequeño epílogo de lo contado. Todavía y a mi pesar es verano. Hace calor y lo que me queda por contar también pertenece al estío. Al del año pasado. ¿Os acordáis todavía del viejo mundo? A juzgar por cómo cierta gente sin mascarilla sale a la calle es como si el nuevo mundo nunca hubiese sucedido. O como si ellos o sus familiares fueran inmortales. O tal vez como si ellos fueran un poco conspiranoicos y tuvieran los cables más pelados que Miguel Bosé.

El año pasado mi compañera y yo regresamos un poco enfrentados de la última parte de nuestras vacaciones en Asturias. Aunque para mí el viaje sigue siendo un grato recuerdo. Y para ella también.

Ella estaba pasando el día con una amiga y yo estaba sudando en la cama por la tarde. Quería leer como siempre pero a mí el calor también me chamusca los cables un poco (aunque no tanto como al mencionado cantante).

En el Instagram y en la privacidad relativa del avioncito aparecía un puntito rojo que reclamaba mi atención. Ya sabéis quien era si habéis leído lo anterior. Yo también me lo imaginaba. Por ahí no me comunico con nadie. P. me preguntaba quu qué tal estaba. Después, sin dilación ni apenas sentido de lo literario o de sus ritmos, atacaba su problema de frente. Me dijo que le gustaría tener mi polla dentro en ese momento. Yo le había comentado que estaba en un vagón rumbo a Asturias por más que ese vagón ya fuese cosa del pasado reciente. Así que me sentía un poco a salvo en mi mentira cobardica. Si la cosa se complicaba, llegué a pensar, le diría que me había gustado tanto el norte que me había quedado a vivir allí. Y sí, de pronto me había curado de toda la angustia que había sentido en aquella comida en que le mendigaba mentalmente una mirada. Ahora recordé que tratándose de ella hay algo peor que no ser apreciado por ella y es justo lo contrario, que te haga demasiado caso. Estoy seguro de que se acuerda de mí cuando algo desagradable sucede en su pareja. Algo que nunca me contará porque es tremendamente reservada. Reservada para contar lo que cualquiera contaría tranquilamente. Para el sexo no. Para eso debo decir que se fue calentado la cosa. Aunque a mí el verano me daba otro tipo de fiebre y me sentía más bien convaleciente de un coronavirus del que todavía no conocía su existencia pero allí, en esa cama, hecho polvo y sin ventilador, quería adivinar. El verano me mata. Os acepto primavera y otoño pero nunca canícula.

Estuve un rato mensajeándome con P..Le recorrí el cuerpo por fuera y por dentro de palabra. Para la Biblia ya sería tan pecado como si lo hubiésemos hecho de verdad. De varias formas, improvisando desde la seguridad de mi vagón fantasma. No me atrevía a decirle que no. Me parecía muy desconsiderado. Es la segunda vez que pruebo el sexo telefónico en este blog y en ambos casos he ganado poco. Aunque aquí tuve algunas amables contribuciones a mi ego. "Mira que hay tíos pero como tú... Me encantaría que estuvieras aquí y blah,blah.." Y al final, como colofón de algo que pasó al otro lado de Instagram y entre sus piernas, me envió una bonita foto conmemorativa tomada desde la cumbre de su cuerpo, retratando el valle de su vientre y llegando hasta un pubis que descubrí un poco ajeno, más poblado que en la época en que nos veíamos(debo decir que me da igual lo uno que lo otro, esa zona siempre luce bien). Como yo no soy un hombre perro no le respondí igual. Ella no necesitaba ese tipo de respuesta. Al final me dijo que "gracias, lo necesitaba, en serio", como si le hubiese prestado 200 euros para pagar una factura impagada o algo así. A veces ser caritativo es fácil hasta para los que no lo somos mucho.

Con el tiempo descubrí otro mensaje escrito dos semanas tarde pero que yo leí tarde, casi nunca miro los mensajes y se lo dije pero no me volvió a responder. Supongo que le volvía a ir bien.

Hace apenas una semana tenía un último mensaje diciendo que me había visto desde su tren sentado yo en el andén. Me habló de una camisa que reconocí como mía y de un gesto no menos propio, el de estar leyendo un libro. Definitivamente me había visto. Esta vez no ha sido ella ni he sido yo. Ha sido el ferrocaríl el que que se ha negado a cerrar de una maldita vez el epílogo. A que realmente se acabe ya. Porque yo ya he tenido suficiente. Exiho un The end para esta película. Volvamos al nuevo mundo. Con sus pros y sus contras. Pero hacia nuevos horizontes.


Comentarios

Devoradora de libros ha dicho que…
Me ha gustado mucho el texto.

Cuando he leído la frase en la que mencionas cierta parte de tu cuerpo he abierto los ojos sorprendida mientras a Mi Otra Yo se le ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja 😅
Si me hubieran preguntado hace unos años por mi opinión sobre el sexo telefónico hubiera dicho un «ni pensarlo» rotundo, ahora ya no.

Ay el nuevo mundo... no sé qué nos deparará, lo único que sé es que no queda otra que seguir hacia adelante.

Besos.
Sergio ha dicho que…
Sí, a veces disparo a bocajarro un comentario fuera de lugar. Pero la realidad también es así. Inesperada. Creo que antes era peor.
Claro que seguiremos hacia delante y hasta donde podamos. Estamos en eso. Besos
Verónica Calvo ha dicho que…
Hacia nuevos horizontes, siempre.
Hay pasados que (re)aparecen y son game over.

Abrazo, Sergio.
Sergio ha dicho que…
abrazo, Verónica y espero que estés pasando unas buenas vacaciones. Cuídate
Jessica L. Smith ha dicho que…
Nunca creí en hechizos o magias hasta que conocí a este lanzador de hechizos especial llamado Dr.WEALTHY. El hombre con el que quería casarme me dejó por otra mujer y mi vida estaba al revés. Estuvimos juntos durante 4 años y realmente lo amo mucho, me dejó por otra mujer sin ninguna razón, intenté llamarlo, nunca contestó mis llamadas y no quiere verme. Hasta que vi una publicación sobre Dr.WEALTHY sobre cómo ha estado ayudando a las personas y le conté al hombre lo que sucedió. me ayudó a hacer algunas lecturas y después de las lecturas me hizo darme cuenta de que la otra mujer había hecho algunos hechizos sobre mi esposo y esa es la razón por la que me dejó, me dijo que me ayudará a lanzar un hechizo para traer él de vuelta. Al principio era escéptico, pero lo intenté. En 4 días, mi esposo me llamó y vino a pedirme disculpas. No puedo creer que pueda volver a verme, pero ahora estoy feliz de que haya regresado y ahora estamos casados ​​y vivimos como una familia feliz. Estoy publicando esto en el foro si alguien necesita la ayuda de este hombre. Puede contactarlo a través de esta dirección de correo electrónico: wealthylovespell@gmail.com o llamar / Whatsapp +2348105150446
Dorotea Hyde ha dicho que…
No me puedo creer que haya pasado tanto tiempo sin visitarte. Menos mal que el Epílogo sigue así. S., hacia adelante. Aunque ese "gracias, lo necesitaba" me ha hecho reír, la veo un poco peligrosa y sé que no hace falta que te lo diga porque tú lo sabes mejor. Y ni se te ocurra llamar al Sr Whealthy del mensaje de arriba. :D
Un abrazo.
Sergio ha dicho que…
Ja,ja, ya he visto desde la primera línea que ese largo comentario viene de una máquina sacaperras o más bien timaperras.
Aquí puedes dejar pasar el tiempo. Me lo tomo con calma. Y hasta que el verano no se vaya del todo... más. Un abrazo
Recomenzar ha dicho que…
Fascinante el haberte hallado tienes luz en tus palabras

Entradas populares