Palabras al viento
He estado leyendo otro de esos libros de no ficción y polémica de Emmanuelle Carrère. Yoga. Son como un blog personal o un dietario llevado a la literatura. Te cuentan lo que les ha pasado a sus escritores en un período de su vida, incluyen citas y lecturas y por supuesto se van por las ramas, las digresiones son continuas. Y más por supuesto todavía se meten en problemas.
A Karl Ove Knausgard le pasa lo mismo. Se lía a hablar de su familia, de sus amigos, de sus trabajos... y su buzón se llena de citaciones al juzgado.
El peruano Jaime Bayly escribe novelas, ficción de esa de ¨cualquier parecido con la realidad, etc¨ y eso le redime de ir a juicios pero no de que muchos amigos y familiares le saquen de su vida.
Escribir es meterse en problemas. A veces buscarlos, si pensamos en estos escritores provocadores.
Pero es que esa era la razón por la que se debía escribir, según Kafka, para provocar. Aunque él para evitar líos no sólo evitó hacerlo sino que pidió que quemasen lo que había escrito después de muerto. Y no le hicieron caso afortunadamente.
Recuerdo que en mi época del trabajo en el cine mi blog era una fiesta, parafraseando a Hemingway. Aquellos tiempos tan movidos pudieron ser más amables y relajados de no haber escrito nada. O de no haberlo publicitado tanto. Mis modestas tonterías llegaron hasta los jefes de la productora y distribuidora de cine que me pagaban la nómina. No tenía nada que ver con ellos lo que me pasaba pero empecé a llamar la atención. Alguna vez se me acercó la señora de la limpieza a preguntarme que le gustaban mucho las partes más sexuales de mi bitácora y que metiera más esa semana. O aparecía P. la protagonista de esas partes sexuales y me decía que no me viniera muy arriba con eso, que más intimidad no estaría mal(pero la semana que no salía en la entrada me preguntaba si ya no me interesaba lo nuestro). Luego todo lo que escribí se usó en mi contra cuando le convino a quién le convino, de todo aquello ya escribí hace mucho.
Así que Emmanuelle Carrère con su último libro tuvo problemas similares por escribir. Lo hacía sobre sí mismo pero tuvo que extirpar una parte de su ensayo porque su exmujer no quería que hablase de ellos(aunque la depresión de Carrère supuestamente vino a raíz de ese divorcio y era necesario por lo menos citar ese episodio). Después se le acusó de mentir por no usar esa parte. Pero es que la literatura, incluso este tipo de literatura, es semireal, no todo es cierto. O mejor, no es real al cien por cien pero sí verdadera. Pretende expresar algo muy íntimo aunque luego los detalles no sean precisos. Como le sucede al citado Ove Knausgard, la memoria nos traiciona a todos. Y también a los que leen sobre sí mismos lo que hemos escrito sobre ellos.
Sea como sea esta literatura me gusta más por razones obvias y cada vez se está popularizando más.
Entiendo que hay mucha gente que no quiere salir reflejada en los libros. Y que hay otra que quiere pero luego no le gusta su retrato. Pero es que cuando hablas sobre ti mismo, los demás también forman parte de tu biografía. Si no eres una isla es imposible contar tu vida sin relacionarla con esa gente que te rodea. Yo apostaría por no dar nunca nombres y por maquillar un poco sus personajes. En mi caso y a esta pequeña escala no hay problema. Uso iniciales. En los casos más exitosos hay que disimular de otra forma la intimidad de esa gente.
Sea como sea está claro que hay que tener cuidado. Aunque a las palabras se las suele llevar el viento, las que se escriben pesan más.
Comentarios
Y es que todo es semireal, como lo has llamado. Y aunque en realidad es sencillo, nunca lo había visto así.
Besos.
Me admiran estos escritores que a pesar de todo y siendo muy públicos siguen con lo suyo. Besos.
Los escritores siempre tienen ese problema, aunque escriban ficción, sobre todo en ciertos géneros, los lectores creen que está basado en su vida. A mí en el blog no me condiciona mucho porque las personas interesadas no saben de su existencia, pero pienso en algunas historias que me gustaría escribir, historias de no ficción, y ahí está el peligro. Todo un riesgo, aunque parezca que no. :)
Un abrazo.
P.D. Carrere es muy interesante casi siempre aunque tiene dos o tres libros de principiante cuando no había encontrado su voz como escritor y que sacaron aquí después de su éxito que no me acaban de gustar. Sobre todo "Bravura" que para mí es un buen punto de partida que se malogró y acabó siendo una novela fallida.
Siempre hay opiniones y siempre habrá quienes acusen de nos ser sinceros o quienes aplaudan. Menuda presión si se para a escuchar. Será que hay lectores que lo viven con intensidad; al fin y al cabo, la literatura es "esa otra vida".
Este libro lo tengo pendiente. Ya para el año que viene.
Curiosamente tengo que volver a leer El adversario para un trabajo.
Me acuerdo de cuando escribías aquellas historias :)
Aquí, ya lo sabes, tienes una lectora fiel.
Abrazo, Sergio.
Sobre El adversario fue mi primer contacto con este escritor. Y hasta vi una película española que lo adaptaba más o menos.
Su éxito con la no ficción le llevó a explotarla y ya no la dejó. Cada día funciona más este género. Un abrazo, Verónica