Nunca se está sin hacer nada aunque no hagas nada
He terminado con los restos de vacaciones que quedaban y
antes que perder los sueños, recojo sus pedazos y los dejo aquí in memoriam,
porque un buen recuerdo es como un sueño que ya caducó. ¿Veis como hasta yo
puedo ser un poco moñas?
Era una tarde de sábado que le estaba robando la tristeza al domingo.
En vacaciones los días se intercambian sus defectos o virtudes, los días se
parecen mucho si no te vas lejos a darles otra cara o color.
Llevaba un rato buscando música nueva en el botón “Descubrir”
del Spotify. Pero no encontraba nada. Sólo descubrí que ese no era mi día. Me
puse a navegar por el explorador en busca de algún nuevo escritor que pudiera
interesarme pero eso también era frustrante. Hay que ponerle fe a las reseñas
sobre libros, a las personas que las hacen, a si no están compradas, a críticos
que no conoces de nada ni mucho menos te conocen, a si te apetece o no leer “eso”
en ese instante o cuando tengas planeado hacerlo… Finalmente probé con alguna
serie de televisión pero me agotan los argumentos claramente estirados para
cubrir el cupo de las muchas temporadas. Las películas bueno, tal vez, pero si
no las veo en pantalla grande se me olvidan cuando apago el ordenador o la
televisión. Soy de cine en su sentido más amplio y esencial. El que te cuesta
rascarte el bolsillo.
L. me dijo de salir a tomar algo, aunque solo fuera aire. Le
dije que sí. Con el barrio a medio gas y la gente abducida por el fin de la
temporada veraniega me apetecía salir. A lo mejor soy un misántropo. Sólo había
árboles. Los lugares abandonados parecen paisajes postapocalípticos, vacíos de
humanidad. Qué gustazo. Todos ordenados, cívicos y silenciosos. Hasta los
vecinos se habían ido. Yo le dije a L. que tal vez se habían muerto. Ella me
dijo que si no podía pensar en algo más constructivo y yo le pedí que por favor
no me pisotease las ilusiones.
No había gran cosa que hacer esa tarde. Creo que salimos a
buscar otro tipo de aburrimiento para cambiarlo por el que ya teníamos. A mí el
tedio me viene cuando estoy cansado y ese día tenía sueño. La mente no me
dejaba distraerme, a nivel subconsciente me estaba diciendo que durmiera, que
si quería algún tipo de felicidad me fuera a buscarla por las mañanas, recién
levantado y duchado frente a una taza de café y asumiendo que los problemas no
son para pensarlos hasta que llegan o se tienen que resolver. Que el ocio
también requiere esfuerzo y concentración, “estar por lo que se tiene que
estar”, que diría mi padre. Pero aún así salí.
Nos pedimos unos helados. A mí que siempre me apetece el
invierno me gustaba tenerlo por lo menos en la mano y darle lengüetazos. No
importa, ya estamos casi en él, no tengo que resignarme a chupar Diciembre, me
lo voy a comer sin bufanda y a pecho descubierto. Podré lucir mi cara de color azul. A mí con gripes… Total, no es el frío el que
resfría, podéis buscarlo por ahí si no me creéis
Nos sentamos en un banco para preparar un futuro que cuando
llegue no tendrá nada que ver con lo que estábamos imaginando. El futuro es
como los hijos, acaba saliendo como le da la gana.
Cuando cayó la noche, justo antes de que se pusieran en
marcha los honrados traficantes de droga del barrio, decidimos regresar.
Habíamos dicho que ese día ordenaríamos la casa, tiraríamos
cosas, haríamos una buena compra y no sé cuantas tareas más. Creo que nos
perdió dejar tantas tareas para las vacaciones. El movimiento pide movimiento y
la calma más calma. No hicimos nada incluso en mitad del aburrimiento. Lo que
tengas que hacer hazlo o no lo harás mañana. Puede que nunca.
Y no sabéis lo que agota estar aburrido.
Comentarios
A menudo me dicen con conformismo cuando me quejo, que "como mucha gente" y me entra entonces la pataleta...
Hay que esforzarse hasta para pasarlo bien... esto de ser humano, buf!! lo que cuesta.
Y los italianos son muy listos.
ví hace poco la idea es que la felicidad sólo son ráfagas entre largas temporadas de preocupaciones. Coincido algo en todo eso porque al final no existe un estado ideal en el que todo sea perfecto. Bueno, sí, a ratos. Por eso seguimos, por esos ratitos.
si,bwana: Pues llevo italianizando mis reposos mucho tiempo, incluso fuera de las vacaciones. Dolce far niente, qué bueno tiene que ser eso para el cuerpo y el alma.
Debe ser la tarde gris y una mancha nueva que me descubrí en la cara...
BEP
Creo que está bien no hacer nada, divagar, estar perezoso...¿Por qué el "no hacer nada" se considera una pérdida de tiempo? No hacer nada es ya hacer algo, escapar de lo programado, de lo habitual, de lo que dicen que debe hacerse una tarde de sábado o de domingo.
Saludos.
No tendría espacio para destacar las frases que me han gustado. Bienvenido a la rutina. No hay nada como volver a ella delante de un café, en nuestra mesa favorita, para olvidar las vacaciones .
tD1b.
A volvo: Me quedo con tu imagen de la mesa y el café para recuperar el tiempo del trabajo. Uno se ha de buscar comodidades psicológicas cuando se le acaba lo bueno. Esa de encontrarle algo bueno a los días de trabajo es estupenda. Pues a eso iré. Mi café y el pensamiento acelerado que me produce(y las ganas de escribir ese pensamiento) son ya un incentivo para encontrar lo bueno en mitad de lo no tan bueno.
y que sí, que las vacaciones también están para esto, para incluso el aburrimiento total y regodearse en él, que luego vienen los horarios, los madrugones, las carreras, las rutinas, así que yo qué sé: hacer lo que te venga en gana cuando tengas el privilegio de poder hacerlo y no mucho más.
un saludo.
creo que ya encontraste libro ¿no?
Un beso
Pilar: Sí, ya encontré un libro muy bueno de una reseñista que me encanta y en la que confío bastante, ja,ja Por ese lado no hay problema. Besos
UN ABRAZO
A mí esa clase de aburrimiento me ocurre cuando busco algo y no sé qué es lo que es.
Estoy de acuerdo contigo: el movimiento pide movimiento. Pero el aburrimiento también es un buen desencadenante.
Y sí que estabas aburrido, no pareces tú en el texto. ;-)
Pd.- Yo creo que los sueños nunca caducan, ni los recuerdos.
Es una espiral que se alimenta de si mismo.
Lo que has de hacer, hazlo cuanto antes, pero nunca bajo la apatía del aburrimiento.
Y es que hay cosas que pueden esperar.
Ves??? Otra que está aburrida.
Abrazo, S.
Verónica: Dice Houellebecq que para escribir debe estar asqueado de aburrimiento. Yo tampoco estoy de acuerdo en eso con él. Aunque a él si le sienta bien el aburrimiento, creo.
De todas formas mejor aburridos que estresados¿No?
Un abrazo, porque también eso, también, hay que dar, y charlar un rato y contestar mails y ... ufff
Pues...Ostras! hoy tu escrito me hace ser alma gemela tuya...yo me siento a veces así...con todos esos puntos y esas comas. Y cuando me siento así entre el aburrimiento, el cansancio...me pregunto donde se me fueron esas ganas de hacer cosas...
Y...qué quieres...pero yo comentarios así de "constructivos" también los tengo...iba a decirte algunos para darte ideas...pero mejor me callo...que te echan a la calle...
Yo...hace tiempo decidí no "prepararme" ningún tipo de futuro..porque como bien dices sale como quiere...y luego si piensas en lo que deseaste y no es tal cual...te acuerdas hasta del apuntador...
Como siempre no tengo ninguna pócima mágica para regalarte y con la que poder cambiar aburrimientos por otros aburrimientos más simpáticos...(me encantó esa frase...qué quieres...).
A mi cuando se me nubla el cerebro soy fatídica. Prefiero los lunes a la mañana con ese café con leche en el bar de siempre...buaj...que bien me sienta...y no me aburro...nada de nada...
¿SEré un poco rara?
Que pases una feliz semana!!!!!
Besazos a diestro y a siniestro!
Maman Boheme: A mí las ganas de hacer cosas se me están yendo en gerundio pero de vez en cuando me regresa un destello de empuje, de ganas de algo. Cómo será la jubilación de nuestra generación. Gente que ha visto mucho pero no ha hecho gran cosa(o sí). Un poco desganados de la vida, más d elo habitual a esas edades. Claro que yo también buscaré la redención dónde la buscas tú. El café y su lado social. No eres tan rara por lo de los Lunes en el bar sino por lo de amar ese inicio de semana. ¿Y qué? Bueno, que a mí el médico me ha puesto a dieta de café tres semanas y decaigo. Mejor nos vemos cuando se me pase el síndrome de abstinencia de la cafeína que estaré más inspirado. Besos
Todos somos un poco moñas si nos lo proponemos. Más si, encima, escribimos o queremos intentar plasma en esto folios dos punto cero, cosas que nos pasan, que nos han pasado o que soñamos con que nos pasen. Yo soy como tú. O como tú quisiera alcanzar a ser, como poco.
Pero una cosa, yo soy un perfecto especialista para dejar para mañana lo que puedas hacer mañana. Si puedes cansarte, agobiarte, estresarte mañana... déjalo, ya llegará... Cada cosa en su lugar, cada sitio en la punta de nuestra necesidad motora, o algo así.
Me encanta lo de que la calma trae más calma (en una primera lectura leí "cama" y también estaría de acuerdo contigo, ya ves...) y lo de que el movimiento pide más movimiento. Aunque hace tres semanas me propuse hacer footing con una amiga. Cada lunes, una carrera por esos montes de dios. Fue bien. Genial, diría. Pero vamos, que mi movimiento no está pa muchos trotes, porque no he vuelto. Pero mi amiga notó que la dejaba pasar demasiado, para mirarle el culo, pensaría ella... Pero no, es que estaba echando el hígado por la boca. Si tengo que mirarle el culo no me reviento, simplemente, lo hago citándola para un café, para un paseo, para comprar un libro y para echar unos ratos jugando a cuadrar agendas y empezar a hacer deporte a dúo.
Gracias por este rato. Contigo, la lectura pide más lectura.
Abrazo
Mario
Lo de ironizar sobre el "moñeo" de lo que escribo es por esos que a la que me pongo lírico resoplan y confunden este tipo de letras menos humorísticas con la homosexualidad. Siempre he luchado contra ellos cuando lo que tenía que hacer era tomármelo con humor y dejarlo así, en tablas. Que cada cual opine lo suyo a favor o en contra. Hay un mundo de opiniones por ahí fuera y todas caben si no se enfrentan a gritos.
Pero me encanta que algunos aprovecheis para soltar la vuestra. Como apéndices o epílogo a lo que yo escriba. Y tus epílogos son de lujo. Si escribiera un libro te contrataba mejor para el prólogo.
Lo del trote ya lo probé una vez y solo me alcanzó la batería para las mismas sesiones en singular que tu. Abusamos de la silla o el sillón y luego...
Un fuerte abrazo.