Y acabo con lo del avión

Yo después de aquello lo pasé fatal, la vida me lo hizo pagar. El karma existe(dice la dama a la que he dejado hablar hoy primero)

No sé de qué habla. Yo la veía más víctima que otra cosa pero la dejo seguir con su explicación. Parece que escribir por el móvil la envalentona bastante. Aborda los temas con confianza. De hecho ella dirige la conversación. Yo a duras penas consigo seguirle el ritmo. También debe tener los dedos más rápidos que los míos. A mí se me escapa todo el rato un emoticono corazón que no sé qué hace ahí para que yo lo pulse por error todo el tiempo. A lo mejor eso le da alas a sus confesiones.

No tuve un orgasmo en un año. No había manera. Te había idealizado. En un pedestal. Luego he tenido parejas mayores que yo. Creo que aquello me marcó bastante. A pesar de lo mal que lo pasé. Pero me quedo con lo bonito. Hubieron muchas partes bonitas.

Sí...

Pienso mucho en aquello, en lo nuestro. Cómo estarás tú. Yo sé que te quise. No te sientas incómodo. ¿Por eso no dices nada? Me parece bien que se hablen estas cosas. Sólo son recuerdos y experiencias...

Sí, aquello fue como una película(acierto a decir más que nada para dar señales de vida)

Sí, ja,ja,ja ¿Recuerdas el sexo?

Si

No lo digo por nada que hayas podido pensar. Pero eso también forma parte de lo que tuvimos. Y eso también fue muy intenso. Demasiado. Creo que eso hizo que nos engancháramos más.

Claro(le digo por fin porque llevo escribiendo el comentario desde que me dijo lo de sus orgasmos, muchos comentarios atrás, sintiendo como que mis mensajes se le envían a una P. del pasado pero los recibe una P. del presente, soy como una serie de televisión con los subtítulos desfasados), a mí también me costó tener relaciones con... bueno, con nadie. No podía. Pero no debiste idealizarme. Te equivocabas. Ese que tenías tan arriba no era yo. Era un producto de tu imaginación.

¿En serio? Pensaba que solo me había pasado a mí lo del sexo. Claro, yo era muy joven...

Y luego me pregunta por mi vida. Me felicita de manera calculada (o no)por estar acompañado. Le cuento mi proceso de caída y de posterior reconstrucción. No le digo que me vaya mal o cualquier cosa que le haga pensar que me apetece volver a vivir con taquicardias contínuas. Una de las cosas que siempre pienso cuando alguien me llama o me escribe después de muchos años es que se está aburriendo y no le va muy bien. En caso contrario no tendrían tiempo para acordarse de mí.

Muy bien. Me alegro por ti. Creo que voy a soñar con toda esta conversación esta noche. Alguna vez he soñado contigo. Y no hará mucho. Y mira que han pasado años. ¿Te puedo decir algo?

Claro(le digo sin tenerlo nada claro en absoluto, si me pide permiso para decir algo es que ese algo requiere de una precaución especial y teniendo en cuenta lo poco cautelosa que es ella seguro que será algo difícil de afrontar para mí)

Muchas veces he pensado que ojalá estuvieras dentro de mí una vez más. Sólo es un pensamiento. Me ha venido a la mente en ocasiones. Cuando me ha dado por recordar. Imágenes que te vienen a la cabeza.

Bueno, es normal, supongo. Yo alguna vez igual(¿Se puede escribir lento y a pesar de todo no reflexionarlo? Sí, yo lo acabo de hacer).

¿Lo volverías a hacer?

No lo sé(le digo después de escribir como tres respuestas distintas moderadamente negativas que no me convencen, la verdad es que en una conversación cara a cara ya estaría haciendo conmigo lo que quisiera. Recuerdo que después de dejarlo admitió que llevaba una gestión muy meditada de sus lágrimas. Veía que funcionaban conmigo y lloraba en los momentos adecuados para que no me fuera a la francesa en uno de mis enfados. Eso es lo que la hacía sentir culpable auqnue no sé si tanto para eso que decía del karma al principio. Lo que sí tengo ahora claro es que es peligrosa para mí. No es racional estar girando alrededor de una habitación y nervioso frente a un teléfono en el que solo hay palabras que, vengan del pasado que vengan, ya deberían estar superadas o enterradas).

Tranquilo, yo estoy igual. En fin, me voy a dormir. Te dejo mi número para ver si concretamos lo de la quedada. Aunque no te pienses, yo he cambiado mucho. El culo sigue siendo el mismo pero las tetas se me han ido. He adelgazado. Creo que me hacen falta un par de kilos...

Cuando empieza a enviarme sus nuevas medidas de sujetador o bragas le digo que no se moleste, que no soy tan superficial y ella se ríe y me comenta que ella menos. Tampoco es que me haga mucha idea con esos números. Nunca he sido un sibarita de las matemáticas de la carne. Sólo sé que 90 es bastante menos que 105 pero esto no es Tinder y se supone que quedamos tres personas para comer algo, ponerse al día, yo creo que no he dicho nada sobre reiniciar otro proceso de demolición. Pero da igual. Hay gente que habla y tiene su discurso y su intención muy clara. Se esperan a que respondas por educación pero ellos van a seguir con su rollo. O su estrategia.

Es muy de madrugada. La despedida se ha eternizado.

Sólo cuando me voy a dormir, poco y mal, recuerdo que ella no me ha contado nada de su vida.

Por si quedaban dudas de quién dirigía la conversación. Y hasta de quién ha ganado esta batalla.

Bueno, pienso, lo bueno de las citas abiertas es que la fecha puede ser de aquí a cualquier año entre ahora y la eternidad.

Eso sí, al día siguiente me asegura que ya ha hablado con M. y le va bien quedar un poco antes de esa eternidad en la que yo me estaba instalando tan ricamente. Una semana más tarde, para ser exactos.