Poniendo la oreja (o la vieja del visillo)

 


Me tomo un café antes de entrar a trabajar. Mi estupefaciente mañanero. Me subo en un taburete y me inclino sobre la taza y el último de Jonathan Coe. El libro da igual pero aprovecho la mínima para decir lo que leo. Los libros son como la extensión de mis manos y por ende de mi vida. Los llevo a cualquier lugar. Están en cualquier situación que cuente.

Alguien comparte su vida tan alto y con tantas ganas cerca de mí que me obliga a cerrar el libro. No hay mucha gente en la cafetería pero casi grita. Es una chica que habla con su amiga pero comparte su historia con todos. Una persona sin secretos.


y no te lo puedes imaginar. Su casa… Era… O sea… el sofá llenos de pelo de gato y perro, el olor insoportable. Todo desordenado… Que sí, que ya lo sé, que si has pasado una depresión.. pero a ver, en ese sofá no podíamos estar los dos y yo se lo dije, tenía que cambiarlo pero es que ahora tiene una situación complicada, trabaja en un lugar que no siempre le pagan y yo se lo he dicho. A ver… te tienen que pagar, no puedes trabajar gratis, se están aprovechando de tí, ¿No lo ves? Pero claro, dice que se siente débil, que ha pasado por … porque no te lo he dicho antes. Estábamos tomándonos algo y yo le dije que si quería una cerveza y va y me dice… ¿Le dices eso a un exalcohólico? Ja,ja, ¿Pero te imaginas la confianza que me ha de tener para conocerme de hace nada y ya enseñarme esa casa que tiene tan desordenada y sucia y decir que me presentará a su madre y luego reconocer lo de su alcoholismo? Eso es lo que me gusta de él…Es muy sincero..


Va a contar algunas perlas más de ese hombre tan apetitoso pero el ruido de platos y tazas de la dependienta arrecia. Deseo que venga algún cliente y lo tenga que despachar y pare de mover cerámica. O tendré que decirle yo mismo que pare de fregar porque no me deja escuchar la historia de esa chica. Menos mal que grita más que habla.

Su amiga le pide una fotografía del galán a la gritona. Ella no la tiene todavía. Es una amiga que no la juzga. Porque la escucha en el mismo silencio expectante en el que estoy yo. Pero esta amiga consigue contarle algo también. Ella a su vez ha conocido otra perla masculina. Un diamante tan en bruto que no pasará de carbón. Llamadme pesimista.


Y sí, a mí también me llevó a su casa pero bueno, aunque todo estuvo bien… Bueno, él tiene novia, eso me lo dijo antes. Aquí no se está engañando a nadie...


A la novia, pienso yo y casi me doy la vuelta para decírselo.


...pero él también ha contado lo que hay. Lo conocí esa noche y no me ha vuelto a llamar pero creo que le voy a llamar yo a él porque…


Otra vez los platos. Pero esta historia es breve y la otra, la que grita y se lleva el premio a la pareja menos recomendable del año sigue entusiasmada.


pues pasé tres días en casa de mi madre y a la vuelta me dijo que cómo había estado tanto tiempo fuera, en plan matrimonio, ja,ja qué posesivo. Así como en broma pero muy guay, ¿No? Como si ya fuéramos marido o mujer o algo. O sea… es que él es así de natural.


Me doy la vuelta. Una chica joven. Muy guapa. Un poco temeraria. Muy comunicativa.

Pero yo he hecho durar tanto el café que se me ha enfriado y me tengo que ir.

Cojo mi libro y me voy.

Nunca me deja de sorprender la distancia que hay entre los puntos de vista de dos personas. Lo que cuenta ella con alegría y como una historia de amor a mí me parece un episodio de “Mis terrores favoritos”. No soy capaz de verle un final feliz a su peliculita de corazones sinceros aunque un poco cerdetes. A la otra tampoco.

Pero si se se aprende de los errores a ellas les espera un futuro de enorme sabiduría.

Comentarios

Devoradora de libros ha dicho que…
Me ha encantado y me ha inspirado la entrada de hoy, Sergio.
Espero que te guste:
https://mari-quinmeloibaadecir.blogspot.com/2022/05/para-el-chico-del-libro.html

Besos.
Prozac ha dicho que…
¡Hola! Vengo del blog de Devoradora de libros, dicen que la curiosidad mató al gato, pero en este caso mi curiosidad me ha brindado un grato momento, porque me he reído con tu entrada, me ha gustado la forma de contarlo y lo que has contado, y con toques de ironía que tanto me gustan.
Ojalá coincidas con ese par y podamos comprobar cuánta sabiduría han conseguido almacenar jajaj
Un saludo

Anónimo ha dicho que…
Pues ya tocaba inspirarte algo porque con las ideas que he sacado yo de tu blog... Voy para allá.
Sergio ha dicho que…
Muchas gracias, Prozac. Siempre es agradable tener visitas nuevas. En realidad visitas en general. Y ahora que lo dices es posible que visitando el mismo lugar y a la misma hora tal vez me encuentre con esas chicas, nunca se sabe. Saludos
CarlosMxAx ha dicho que…
Que buena historia.
Y muy inteligente la manera de contar, ese ir y venir la hace más interesante.
Y aquel final abierto, como que la vida sigue y las muchachas tomen decisiones adecuadas con sus parejas.
Saludos
Carmela ha dicho que…
Hola Sergio, vengo de casa de Devoradora de libros, ya ves, jajaja soy un poco curiosa, pero viniendo de ella, imaginaba que, como he podido comprobar, merecería la pena. Me ha encantado como cuentas esta historia. Un gusto leerte.
Un saludo.
Sergio ha dicho que…
Gracias, Carlos, como siempre un estímulo leer tus comentarios. Me lo guardo para cuando me de bajón creativo y así animarme.
Sergio ha dicho que…
Gracias, Carmela. Vaya favor inesperado me ha hecho Devoradora de libros. Lo cierto es que indpendientemente de lo mío, ella suele tener muy buenas recomendaciones. Yo también las sigo. Saludos y gracias por tu visita.
Pau ha dicho que…
Llegue aquí por Mari (en mi cabeza ella es Debi por devoradora de libros)... me he armado un novelón con la historia de ambos, que me tienen enganchada. Saludos
Sergio ha dicho que…
Pues ese sí es un gran halago, Pau, que la gente se arme sus propios novelones por el estímulo de lo que escribinmos nosotros. Saludos
Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Sergio debo reconocer que hay algo especial en tus entradas: es lo que cuentas, el cómo lo cuentas y esas reflexiones finales que como de pasada iluminan el "relato", y nos enriquecen como a los que te leemos
Sergio ha dicho que…
Gracias, Joaquín. Ya sabes que soy un gran seguidor de tu trabajo bloguero cuando te decides. Así que esos comentarios tuyos me cortan la retirada a dejar este reducido mundo de la bitácora. Saludos
Frases Bonitas ha dicho que…
Me gusta tu historia lo que mas me sorprendió es lo alto que hablaban, me recordó a mi madre, esta mañana, en el portal de la casa papi y ella hablando en voz alta y yo diciendo bajen la voz los vecinos están escuchando y para que decir nada, los cubanos hablan muy alto de lo normal. Me gusto leerte. Saludos
Dorotea Hyde ha dicho que…
Sergio: hubo un problema y no se guardó mi comentario. Y recuerdo que lo dejé porque venía de leer la entrada de Devoradora y de pronto me vi perdida sin saber dónde estaba, si en su blog o en el tuyo. :D Era algo sobre la gritona.
Su historia es como cuando Sandra, mi compañera, cuando algo vivido por las dos y no tiene nada que ver con lo que cuento yo. A mí también me parece de terror, no acabo de verle la felicidad por ningún lado a ese control.
Un abrazo.
Dorotea Hyde ha dicho que…
Mi enfermedad y yo Sergio. Aquí va mi comentario anterior copiado del email que me enviaron:
"Lo que me he podido reír. Osea... jajajaja (ese osea dedicado a la gritona). Es increíble cómo las ilusiones de las demás nos causan pavor. Me ha pasado algo parecido con la historia que me ha contado una amiga. Yo solo querría denunciar y ella tan feliz. En fin.
Un abrazo".
Sergio ha dicho que…
Gracias, Frases Bonitas. A mí que hablen alto cada vez me sorprende menos. Han salido estadísticas que dicen que vivo en uno de los países más ruidosos de Europa. Aunque supongo que europa es muy silenciosa. Saludos
Sergio ha dicho que…
A mí me ha pasado tatnas veces lo de peder comentarios... Pero en mi caso me va desde las torturas de blogger que cada vez hace cosas más raras hasta la pérdida de conexión con internet porque tengo el ordenador de mesa lejos del modem. Y lo peor es que a veces creo que lo he escrito y luego, al cabo del tiempo veo que no.
Pero bueno, ya tengo dos comentarios tuyos al precio de uno. Me hace gracia que no supieras si estabas en el blog de Devoradora de libros o el mío. Esta semana era una confusión razonable.
Un abrazo
Verónica Calvo ha dicho que…
Si es que como eres escritor estás a "la caza" y claro, te das con algo sustancioso y aquí lo tenemos :)
Me has llevado a la cafetería, casi le grito que pare de hacer ruido, que me pierdo yo también la conversación que no tiene desperdicio, y claro, se me ha enfriado el café, pero no importa, porque he disfrutado muchísimo de la lectura y de tu maestría.
Gracias a las personas que comparten como estas, llenamos libretas . Me río.

Sigue poniendo la oreja, que te espero.
Abrazo.
Sergio ha dicho que…
Me hubiera gustado llevarte a una cafetería más presentable que esa donde no se puede hablar, sólo vociferar o vender en plan mercadillo, pero como todo está en la imaginación y ahí no hace daño, me alegra haber expresado justo lo que quería. Un abrazo

Entradas populares