Basura
El pasado se empezaba a notar en los armarios, me chuleaba con su peso de objetos olvidados, de caos creciente, de “busca algo y pásate dos horas hasta encontrar otra cosa”. Como tenía algo de tiempo pensé que era hora de ordenar un poco la casa. No tengo el mal de Diógenes, no acumulo montañas de inutilidades (o eso creo). Si guardo algo es por dejadez, no por estima del objeto. A veces llevo barba porque olvido que me crecen pelos en la cara.
Mis únicas vacas sagradas a la hora de tirar objetos son los cómics, los libros y las revistas de historia o ciencia. El papel impreso me suele mirar con ojitos de cordero degollado y lo devuelvo a sus estantes o sus cajas bajo la cama. Dicen que hay que conocer el pasado para no repetirlo pero si no lo depuras de vez en cuando, tendrás que dormir fuera de tu casa por falta de espacio. Y ojo con ese pretérito que también mata. Si no te actualizas puedes intoxicarte con medicinas o alimentos caducados.
Sí, tenía que entrar con mi machete en esa selva de materia innecesaria y tirarla a la basura o buscando la polémica, subirla hasta el piso cuarto y ofrendarla a los pies de la vecina que me acusa de sacar basura a mi rellano (no dice nada sobre ponerla en el suyo).
En la cocina descubrí que sólo hay que comprar comida para los próximos días y a ser posible aquello que te guste sin buscar ofertas. Si pierdes de vista un alimento al que no le prestas atención llamas al mal tiempo o en su defecto a las cucarachas (mi mayor fobia). Los restos orgánicos son un reclamo para mis pequeñas pesadillas de seis patas así que ya no como ni sobre las teclas del ordenador. Esos insectos pueden ver despertada su codicia. Sus antenas se las saben todas. Los únicos seres vivos que se alimentan hoy en día de mí son las bacterias, los mosquitos hembra y mi pareja.
En el cuarto de baño descubrí algo que evitó el estrés de mis días. Cada vez que tenía los ojos llenos de jabón e intentaba coger a ciegas el champú de un estante de la ducha y cerrarlo, varios botes de plástico vacíos de antiguos champús caían sobre mí. Tuve la revelación de tirar los botes vacíos cuando no les quedaba absolutamente nada dentro y dejó de pasarme esto. Duermo mejor.
Con la librería tuve problemas. De todo lo que sobraba apenas puede tirar algo. Busqué una solución intermedia. Compré cajas de plástico grandes y cerradas de los chinos, reordené publicaciones y las situé debajo de la cama. Algo me impide tirar eso a la basura, ya lo dije. Mis vacas siguen siendo sagradas pero al menos no las tengo mugiendo y desordenadas por mi cuarto. Se esconden debajo de la cama. Sólo puedo tirar los cuadernillos de los testigos de Jehová que aparecen de vez en cuando en la alfombrilla de la puerta, la publicidad de las pizzerías cercanas y las páginas amarillas porque uso las virtuales. Un día de estos de estos haré lo mismo con un libro de Dan Brown que tengo.
En cuanto a la ropa, como me sobraba armario sólo me deshice de dos camisas tan viejas que después de situarlas junto al contenedor pero por fuera para que las vieran los mendigos, incluso estos rehusaron ponérselas y sólo desaparecieron cuando pasó el camión de la basura. Los indigentes también tienen su orgullo. Será porque cada vez hay más arribistas en esto de la pobreza. Desgraciadamente.
Bueno, he limpiado la casa. Está más limpia, más Zen. Todo fluye mejor y se limpia antes. Algunos de mis trastos no eran tan inútiles como mis camisas viejas. Recuerdo que a los pocos minutos de arrojar dos bolsas de mis desperdicios, un señor usaba una especie de caña de pescar en el contenedor y se premiaba con algo que una vez fue mío y ahora sería suyo. Al parecer, la crisis ha convertido la basura en algo que como la energía ni se crea ni se destruye, se transforma(o por lo menos cambia de manos).
Hace tiempo que el término basura es relativo.
Comentarios
tal vez debería, también, empezar a pensar en tirar apuntes...
besos
Incluso parece que ha copiado la foto manipulándola.
Houellebecq. Escríbeme a neuroscopetrix@gmail.com
Ahora me tengo que marchar, casi no dispongo de tiempo.
No me había encontrado antes en esta situación.
un
miau
La s es mía; recomendó que la guardara mi abogado.
Me veo incapaz. Es como desprenderse de los recuerdos que van unidos a ese libro, esa blusa, esa caja...
Un saludo.
En cuanto a lo de hacer limpieza...pues yo he estado unos meses dandole vueltas a reorganizar la casa...y algo si he conseguido...hasta hice dos mobiliarios uno pa el salon y otro para una especie de despacho trastero...jijij la organizacion es primordial...es la baase muchas veces de la estabilidad emocional...pork cuando no encuentras los calcetines y te tienes k ir al curro...tu animo se convierte en una bomba nuclear jejjeje
PD.Joer si k me enrolle
beotes
Si, un post menos vanidoso. Sabes que intento (aunque me cuesta) abrir y trabajar con otros aspectos que no sea el vanity encasillado en su propio espectáculo.
Un abrazo y gracias por leerme de nuevo.