Narciso sale del cine

 


Salí de una última sesión de cine. Estaba casi solo en la sala. Ni mi compañera quiso acompañarme a ver esa película. Yo tampoco hubiese querido de haberla visto antes. Olvidemos este asunto.

Eran más de las doce de la noche. Buen momento para que un tipo se me acercase para pedirme fuego. De momento me sonaron las alarmas. Aunque era un joven de aspecto deportista y aseado. Poco sospechoso en principio de pertenecer al gremio de mangantes de Barcelona con el que tan mal me llevo.

Le iba a responder que no por inercia pero luego recordé que llevaba un mechero que había encontrado. Lo cogí por instinto simiesco, porque estaba operativo y abandonado. Aunque yo no fume. Así que le regalé ese fuego que de todas formas no era mío. Cosas del destino.

Me preguntó si podía hacerme una pregunta. Eso técnicamente ya era una pregunta pero le respondí que sí.

Que si había trabajo en Barcelona.

Por supuesto. Y también mucha más gente para ocuparlo.

El tipo estaba de turista en la ciudad. Era de Murcia. De una pedanía en realidad. Yo iba a ir allí de vacaciones. Él quería información de lo mío y yo de lo suyo. Aparqué mi ranciedad habitual con el mundo juvenil y entablamos conversación.

Al pobre le habían robado la maleta nada más bajarse del autocar. Ese es uno de los oficios de esta ciudad, ya he hablado del gremio en cuestión. Pero su juventud era optimista. Se sentía maravillado con el viaje. Supongo que soy yo el que no valora lo que tiene.

Un tema llevó al otro. Empezamos a hablar de ciertos youtubers que compartíamos, de fútbol(yo este tema regulín pero no podría tener compañeros de trabajo si no lo manejase algo), de política, de la educación, me preguntó por mis creencias, si las tenía… Está claro que prisa no tenía. Y yo me estaba olvidando de que me esperaban en casa. Por una razón muy miserable. El chico en cuestión escuchaba todo lo que le decía como si fuera la palabra del mesías, se apuntó un par de frases que le cité de no recuerdo ya qué griego o qué Schopenhauer, me decía que nunca había pensado en lo que le había dicho sobre tal asunto y que eso le estaba cambiando su idea de entender ese tema. En fin. Puro halago debilitador. No me sentía tan estrella del rock desde aquella chica a la que siempre cito. Con la diferencia de que aquella no andaba bien de la cabeza.

Empezamos la charla entre desconocidos después de las doce y acabamos a las tres. Perdí la noción del tiempo y del reloj. Como para que me lleven al psicólogo de cabeza. ¿A quién no le gusta que le doren la píldora?

Me dijo que estaría por ahí al día siguiente. Yo no prometí nada pero le regalé el mechero porque una vez más, no fumo. No son esos los tipos de humos que me gasto.

Al llegar a casa estaba mi compañera.

- ¿Con quién has estado?

- Siendo sincero con un hombre, en realidad un chico, era bastante joven.

Ella no le encontró la gracia al comentario. Yo sí se la encontré a lo más gracioso de esta historia que no veréis: su cara. No me alcanza la literatura para describirla.

Y luego ya me cayó la del pulpo. Metafóricamente. Nada mejor que esa mujer para poner las cosas en su sitio, para bajarte de la nube. Para que Narciso y su chulería recuperen algo de humildad y regresen al mundo de los mortales. O para no dejarle ir solo al cine de noche nunca más.

Comentarios

María ha dicho que…
Yo no veo nada de vanidad en lo que cuentas SERGIO, más bien que te encontraste confortable y cómplice de ese chico y por eso se alargó la charla, al final es un poco lo que nos ocurre a todos en la blogosfera, nos encontramos con gente que nos comenta cosas con las que conectamos y nos enrollamos – yo más que nadie- pero no creo que sea un asunto de mera vanidad, muchísimo más de complicidad o de mero interés en lo que se habla, lo que alimenta la vanidad no aporta nada de nada, lo que aprendemos y compartimos con los demás, todo. Con todo mis respetos, tienes una compi un tanto intransigente y desde luego una artista en machacarte la autoestima jajaja espero que no me lea, porque me arrancaría los pelos jajaja por echarle un cable a su preocupación, lo único que si te viene bien de su rapapolvos y su cara que sin verla es fácil de imaginar, es que es cierto que a las 3 de la madrugada liarte de charla con un desconocido puede resultar un tanto peligroso, pero si no pasó nada, pues mira, ese ratito que pasaste tan ricamente ¿ quien sabe si un día te lo encuentras en Murcia y te puede echar una mano, a ser posible que no sea al cuello? … Nunca se sabe! y como decía mi abuelo, amigos hasta en el infierno : ) Un abrazo fuerte y lo dicho, nada de vanidad, seguro que ese chico se fue encantado con tu charla, a mi siempre me parece de lo más amena y sensata y conste que no te lo digo por alagar tu vanidad, es lo que siento de verdad cuando te leo, donde sea que te lea.
Sergio ha dicho que…
María: En una parte de la escritura de este post se me pasó por la cabeza lo de poner los blogs como ejemplo de vanidad. Luego recordé que para vanidad de la buena, de la de pata negra o caviar o calidad extra está la de Instagram, Tik Tok, etc. Porque es vanidad sin control y sin conciencia de sí misma. Vanidad juvenil o no tanto que se disculpa por venir de quién viene. Por eso me llama la atención que cites nuestra pequeña blogosfera. Aquí ya muchos escribimos por amor al arte. Y claro que hay un poquito de amor propio en nuestras cositas. O un mucho, aún hay quién te lanza insultos, amenazas, etc. por no haberle comentado todo lo bien que quisiera (pero eso es excepcional y más producto de la locura que de la soberbia). Lo que hay por aquí es más lo que dices, complicidad o el interés de lo que se cuenta o incluso cómo se cuenta.
Por lo demás mi compañera es intransigente sí. Pero ambos compartimos intrasigencia. Es solo que las suyas y las mías son distintas, supongo, y a mí me sale hablar sobre las suyas. Sobre todo porque no lee estás letras, puedes estar tranquila, de momento no habrá amenazas de muerte ni anónimos de una mujer enfadada por tus comentarios que te agobie. O sí pero no será mi compañera.
Sobre el desconocido tal vez me confié. Pero es que creo que a todos nos pasa que tenemos como una parte inconsciente que nos avisa si el prójimo es más o menos peligroso. No es infalible, la policía dice que los menos sospechosos son los más peligrosos, pero de manera excepcional me dio por ahí.
También está que me sorprendió la casualidad de que poco antes de ir a Murcia me encontrase con un murciano. En fin. Que tengas un buen fin de semana y la nueva borrasca se porte un poco mejor que la otra. Aquí viento pero de momento calma. Un saludo, mi muy apreciada María.
Orlando ha dicho que…
A mi tampoco
me dio esa
impresión,
de hecho ,
hiciste
bien en
recelar
de entrada .
Sergio ha dicho que…
Orlando: Desconozco cómo será en otros sitios pero aquí hay motivos para ser receloso. Esta ciudad a veces da malas sorpresas. A mi "amigo" lo recibió con una muy desagradable, como cuento en el texto.
Aunque yo a veces me confío más de la cuenta.
TORO SALVAJE ha dicho que…
Al principio pensé que el pedirte fuego era el preludio de un atraco... suele ser, o al menos solía ser, la forma de acercarse a la víctima para tenerla bajo control físico.
Menos mal que no fue así.
Lo de la cara de tu compañera, jajajaa, la imagino y me ha hecho reír.

Saludos.
Sergio ha dicho que…
Toro Salvaje: Pues no sería la primavera vez que me sucede algo parecido. Pero también los voy calando. Yo lo del acercamiento físico es algo que evito a casi cualquier hora del día.
Un saludo, Toro. Y de noche, regresa pronto a casa.
Tatiana Aguilera ha dicho que…
Como está la sociedad es lógico tener temor de una persona desconocida que a las doce de la noche, entabla una conversación. Nos estamos volviendo tan recelosos y temerosos que algo tan simple como la necesidad de hablar de un desconocido, nos tiene con el alma en un hilo. Es la sociedad y su declive que nos vuelven temerosos.
Pienso que tu mujer no te creyó mucho lo del muchacho, porque ¡vamos!, tú eres escritor y puedes crear varios personajes y darles vida, por esa razón no te dejará más asistir solo al cine.

Abrazos Sergio
Un consulta blogger, ¿cómo accedes al blog de Orlando?. Una vez me comentó y nunca he podido leer lo que escribe ni retribuir su visita.
Sergio ha dicho que…
Tatiana Aguilera: Es cierto lo que dices. He recordado cuando era un crío o hasta un adolescente y eso me parecía normal. Ahora no. Incluso se está perdiendo en medios menos sospechosos de peligro como coincidir en un transporte largo. Puedes sentarte junto a alguien durante cientos de kilómetros y no intercambiar una palabra por si... no sé el motivo. O por lo menos el ajeno. Yo no no hablo por no molestar al pasajero-a. El prójimo se está volviendo enemigo potencial.
Sobre lo de Orlando creo que no tiene blog. Es un alma libre al que le gusta leernos y conversar con nosotros pero hasta ahí llega. Si le vuelvo a ver por aquí, que seguro que sí, le digo que lea este comentario tuyo.
Un abrazo
Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Pues la verdad es que no entiendo a tu pareja porque yo creo que encontrar una persona con la que quizás congenies y puedas incluso trabar una amistad no ahora pero quizás en otro encuentro futuro no es algo como para desaprovechar ahora si se enfada solamente porque le contestas así eh deberías plantearte si tu tono no fue más que de Narciso de pura chulería hispánica. Vas a tener que recompensarla con alguna cena romántica o invitandola al cine a una película de las que a ella le gusta
Jo ha dicho que…
bueno en primer lugar. ¿Sabes que nunca experimenté antes irme al cine yo sola? bueno déjame sentarme para que empiece a contarte mis inseguridades ...

ok no.

Ir sola al cine me ha encantado y lo descubrí muy pocoantes de que llegara el virus.. luego llegó la pandemia y a encerrarse.
si es función de media noche seguramente me haré´acompañar

lo peor de que un extraño con vicio se nos acerque no es que nos quiera hacer algo malo :P es mas bien que te eche el humo en la cara . jaja
tocas un punto interesante. y ahora mismo yo escribiéndote esto soy consciente que todos somos un tanto protagónicos. sobre todo cuando anécdotas de pronto se nos pueden venir a la cabeza leyendo a alguien mas.
Pero no se si los bloggers somos de perfil bajo, digamos... porque yo asumo que tengo Instagram y Tik Tok pero en ninguna red me exhibo como en el blog.

A veces hablar con extraños (incluyo bloggers) después de salir del cine o del bar puede sr enriquecedor y la prueba es que si no nos engancha seguro ni 15 minutos nos quedamos ahi.
En estos tiempos lo que a mi me preocuparía no que hayas estado haciendo o con quién, sino si te hubiese sucedido algo .


Maia ha dicho que…
Mi primer pensamiento no fue algún atraco, más bien que te estaba ligando; y esa sensación continuó, incluso pensé que tu compañera sí lo había captado.
Aquí, acoger a los extrañamos y brindarles apoyo no es extraño, la gente es cálida.
Sergio ha dicho que…
Jo: Me gusta el tema que has sacado de ir o no solo al cine. Yo hace muchos años incluso llegué a trabajar en uno. Pero antes de trabajar allí, desde muy pronto, incluso siendo un niño, iba solo a veces al cine. Me gustaba concentrarme en la película y a veces la compañía me molestaba.
También iba en grandes grupos y lo pasaba bien. Y luego con mi pareja. Pero cuando sentía que ciertas películas solo me iban a gustar a mí acudía solo a la sala. Y lo pasaba muy bien. Me di cuenta de que era raro trabajando en el cine. Una compañera se extrañó de que de vez en cuando apareciera algún solitario por las salas. "Uy, ese chico va solo, qué extraño", solían decir. Les parecía inconcebible ver una película sin nadie. Y tomé conciencia de que lo mío no era lo convencional. Aunque con el tiempo he encontrado solitarios y solitarias por entre las butacas. Cada vez más. Tampoco es nada tan especial. Yo por supuesto he seguido haciendo lo mismo. Aunque después del coronavirus no sé por qué, he perdido la costumbre de ir cada semana. Ya voy poco, raramente, solo para recordar que me gustaba mucho hacerlo. en fin, ya te he soltado otro ladrillazo cuando pensaba comentar brevemente, ja,ja

Por cierto, no creo que tú seas una persona narcisista o protagónica. Hagas lo que hagas nunca se te ve engreída, todo lo contrario.
Por lo demás hablar con extraños en la noche, a lo Frank Sinatra, no es lo más recomendable en mi Barcelona. Vamos a circunscribirlo a esta anécdota y esa situación. Un saludo, Jo.
Sergio ha dicho que…
Joaquín Rodríguez: No, el problema no fue mi tono. Hay un cómico(Seinfeld) que dice que su mujer es como un director de orquesta que le dice siempre que baje el tonito. Yo en este caso me sabía la partitura y no era plan de chulear. La peor recriminación de la noche fue algo del estilo de que me pasé tres horas de más fuera y no avisé. Claro, alguien puede preocuparse cuando ve que la persona con la que vive no ha vuelto en plena madrugada. Cuando ha ido solo al cine. Pero otro problema del que ya he hablado en pasadas entradas es que yo me desconecto del móvil y a veces, ejem, no lo llevo encima. Mi cuñado dice que soy un bohemio. No creo serlo. Me falta mucha anarquía en la vida para eso, pero sí es cierto que ciertas costumbres humanas me son ajenas. Pero aquello pasó, fuimos de viaje, y la invité a varias comidas. El mismo viaje era por ella y no por mí que soy más de quedarme en casa. Todo bajo control. La sangre sigue sin llegar al río.


Sergio ha dicho que…
Maia: Eres la única que ha mencionado esa posible homofilia más que homosexualidad que el ambiente ofrecía. Mi compañera bromeó días después, ya divertida y con otro talante, eso mismo que decías. Y la broma se ha instalado ya entre nosotros porque de vez en cuando me lo recuerda. Algo como "¿Qué, a la calle a buscar hombres?"
En otros lugares de España en los que he estado también hay esa calidez de la que hablas. Incluso aquí. Pero insisto, Barcelona es peligrosa muchas veces. Ese es el problema. Saludos
Cabrónidas ha dicho que…
Sergio, eres un tipo enrollado en ese aspecto. Yo, en cambio, debiera entrenarlo o cultivarlo un poco, porque estoy aquejado, desde hace años y va en aumento, de una misantropía medio-alta.
diego ha dicho que…
Yo tampoco veo narcisismo, Sergio. Seguro que el murcianico también te habló de cosas de su tierra, de sus experiencias, estos intercambios de información son siempre muy satisfactorios para ambas partes. Y me gustaría que te hubiera hablado con ese acento murciano tan peculiar, y por desgracia tan caricaturizado por mucha gente, adobado con palabras que sólo allí (aquí) se emplean :) En cuanto a no llevar móvil te entiendo perfectamente. Yo tampoco lo llevo cuando salgo, lo que me ha ocasionado situaciones incómodas como la que describes. Tu pareja siempre te creyó, seguro que no olías a "chanel nº5" :)
Sergio ha dicho que…
Cabrónidas: Desgraciadamente la misantropía acaba siendo tal y como están las cosas una forma muy realista de afrontar la vida. Procura que si cultivas esa empatía por el prójimo no te equivoques de extraño. Ya sabes, alguno sale sale rana.
Sergio ha dicho que…
diego: Creo que hace años por aquí mismo ya critiqué con cierta aspereza lo que pienso de la gente que imita acentos o que los encuentra ridículos. A veces gente que también tiene uno del que otros se ríen. Debo decir que este inteligente joven no tenía acento y al cabo de un rato se lo hice notar. Me dijo que sin querer adoptaba los acentos de los lugares en los que estaba y regresó al suyo, un poco autoparodiándose. Cero complejos por su parte. Y claro que aportó información de la buena. Y con mucha pasión murciana.
Sobre el móvil qué decir. Hay empeño ajeno por atarnos a él. Saludos, Diego.
Verónica Calvo ha dicho que…
Lo que une un mechero, Sergio.
Esta entrada la lee Palahniuk y te la roba.
Pasa que incluso los que somos esquivos (por llamarlo de buena manera), un día, o noche, bajamos la guardia y entonces... pues esto, que nos venimos arriba y pasan las horas. No dosificamos el "darnos". Sonrío al escribirlo.
Por otro lado, normal lo de tu pareja. Estaría preocupada. Y voy y lo digo yo, que hice una parecida hace años!!!
Me quedo con la curiosidad: Volviste???

Abrazo.
Dorotea Hyde ha dicho que…
Sergio: tengo que decir que de haber sido tu compañera, te habría matado al llegar. Y probablemente con la policía delante porque ya los habría llamado para denunciar tu desaparición. Durante el día, hay un pase, pero por la noche, tres horazas sin avisar... me muero.

Por otro lado, alguna vez he estado en tu lugar y he hecho lo mismo, jajaja. Eso sí, nunca con desconocidos. Hasta el final, hasta la bronca, estuve pensando que en realidad eran todo artimañas para embaucarte. A mí se me acerca una tía (de hecho me ha pasado), ya un tío y a esas horas ni te cuento, con la historieta de que ha perdido/le han robado la maleta y salgo escopetada. Lo siento por la persona si es que lo que me estaba contando era real.

Un abrazo enorme.

PD Qué gran placer ir al cine sola. Empecé cabreada con mis amigos por no querer venir a las películas que me gustaban mientras yo iba a las que les gustaban a ellos y acabé yendo por placer. También te digo que desde la pandemia no he vuelto y no es tanto por la excesiva cercanía entre la gente (que con una mascarilla se cura mi claustrofobia) como por la falta de respeto de los demás. En fin, cambio y corto.
Sergio ha dicho que…
Verónica, lo primero es satisfacer la curiosidad así que no, no volví. Tampoco puedo permitirme tres horas de noctámbulismo diario o más. El chico no tenía prisa. Nos pudieron dar las cuatro y las cinco y las seis de no haber tocado yo la campana. Supongo que siempre es agradable un nativo del lugar que visitas tan dispuesto a hacer de Cicerone.
Miedo me da lo que me haría Palahniuk de ser yo un personaje suyo pero puedo ver esa historia que ves tú.
Y sí, acabas de teorizar la paradoja de los esquivos. Un día nos damos. Yo de lo que me río es de las comillas y de tus entrelíneas siempre elegantes. Un abrazo, Verónica
Sergio ha dicho que…
Dorotea Hyde,me alegra comprobar que la policía se ríe de los desaparecidos de menos de veinticuatro horas. Eso me da margen para hacer escapadas que no acaben con lucecitas parpadeantes de coche policial frente a mica. Y me río porque soy un canalla sin perdón ni excusas que valgan. Pero no suelo liarla tanto.
Lo que dices de soltarte un rollo sobre una maleta perdida claro que sí. Lo conozco. Pero si a los cinco minutos sigue sin pedirte otra cosa que fuego no hay nada que temer. Los pedigüeños de este tipo van por faena y rápido llegan al meollo de su interés, que les des algo. Ya ves casi el ansia en los ojos del que te pide. Yo incluso tengo viejos conocidos de esos pierdemaletas por Barcelona que se equivocan y me piden dinero de nuevo. Aunque nunca les doy.
Sobre el cine cien por cien de acuerdo r identificado con tu comentario. Entrar en el cine no es solo la lotería de si es bueno o malo lo que vas a ver. Es la lotería de las personas que te pueden tocar que más que espectadores quieren ser participantes de la película. Ese estrés ya no es para mí. O me cuesta más.
Otro abrazote para tí Dorotea.

Pitt Tristán ha dicho que…
Yo sí que veo esa vanidad de la que hablas, jajajajajaja, los de los blogs, twitter o rollos de redes, exudamos ese líquido vanidoso por nuestros poros, a veces sin intención porque somos ególatras, prepotentes, muchas veces mezquinos y mentirosos... ¡hostia! me veo con posibilidades de presidir la nación.
Volviendo un poco al tema, ya nos advirtió Díaz Plaja, cito de memoria, algo así: España es el único país del mundo donde uno llega a las cuatro de la mañana a su casa y cuando le pregunta su mujer dónde ha estado, le contesta: charlando con un amigo... ¡Y es verdad!
Fuerte abrazo.
Sergio ha dicho que…
Pitt Tristán: Lo de presidir la nación no lo he dudado ni un momento. Tampoco es que el nivel esté muy alto. Sólo hace falta decir que la estás presidiendo y luego seguir a lo tuyo, enriquecerte y buscar el aplauso de los propios(e ignorar a los ajenos).
Esa cita es tan deliciosa que me duele no haberla podido usarla por ignorancia para ilustrar todo esto. Yo pensaba que estaba viviendo algo fuera de lo común y resulta que me encuentro en la media patriótica de comportamiento de mi país. Un fuerte abrazo también, Pitt.



São ha dicho que…
Muito interessante.

Por vezes acontece algo assim : a isso eu chamo um encontro e fica-nos para sempre na memória.

Boa semana.
Sergio ha dicho que…
Sao: Gracias, veo que no soy el único que de vez en cuando ha dejado espacio a un encuentro fortuito. Buena semana también para ti. Nos leemos.
Sergio ha dicho que…
Kiffi: No sé donde está tu comentario. Le he dado el visto bueno y me gustaba mucho pero me ha desaparecido. No sé si blogger me ha hecho otra trastada o he sido yo. Porque aún puedo leerlo en mi caja de comentarios por aprobar. Pero no me da la opción de darle el visto bueno que desde luego tiene. Si lees esto mis disculpas. Y gracias por tus elogios no del todo merecidos.
Mayte Llera (Dalianegra) ha dicho que…
Ya me imagino la cara de tu compañera cuando le dijiste lo del chico joven, jajajaja. Bueno, como para no ponerla, jaja.
Tu relato destila fina ironía en todas y cada una de sus frases. No conocía la expresión de "me cayó la del pulpo", ya que por aquí no se estila decirla, al menos yo nunca antes la había leído ni oído, pero ya por el contexto le encuentro el significado.
No imaginaba que el título de tu relato aludía a ti, bueno, no a ti concretamente, sino al personaje de tu relato, que al estar escrito en primera persona el lector asocia a ti, pero que no necesariamente ha de ser autobiográfico, pues supongo que este es un relato de ficción. Eso sí, una ficción que busca y consigue verosimilitud, que el lector realmente crea que pasó o que pudo pasar, vamos, que nos quedemos con la duda de si es real o inventado.
A todos nos gusta que nos doren la píldora y si alguien lo hace, como ocurre en esta narración, nos convertimos en Narcisos (y "Narcisas" también) ávidos de la miel del requiebro, y hacemos un stage diving digno del mismísimo Till Lindemann o de Axl Rose, jaja. Muy bueno tu relato, Sergio, aquí va mi ovación, y espero que esta vez no reaparezca el "síndrome de Narciso", jaja, entre otras cosas porque yo tampoco fumo y no necesito encendedor.
Saludos y buena semana, que te sea inspiradora.
Sergio ha dicho que…
Dalia, pues caer la del pulpo, por si acaso, es sufrir la paliza que se lleva este octópodo para reblandecerlo antes de cocinarlo en ciertos platos. O eso dicen.
Sobre la duda de si es real o inventado siempre cito a un viejo cantautor. Cuento cosas que me han pasado, cosas que no me han pasado y cosas que me gustaría que me pasasen. Pero lo cierto es que estoy más cómodo muchas veces autoplagiando alguna anécdota o parte de mi vida. Cuando cuento lo que conozco, cuento sobre seguro y más suelto. A veces ordeno hechos desordenados como licencia. Pero vale, no me enrollo más. Este chico y esa noche y hasta mi posterior viaje a Murcia han sido reales.
Agradezco tu estimulante paso por aquí y me quedo con lo de la semana inspiradora. Nunca está de más que me visiten las musas que a veces no llegan. O que me pase algo digno de contarse.
Saludos
Manuela Fernández ha dicho que…
Cuando comencé a leer temía que hubiese una agresión, o un timo... Si es que vivimos asustados y en nuestra mente ya no cabe otra cosa :)) :))
SAludos.
Sergio ha dicho que…
Manuela Fernandez: Sí, muchos han tenido esa impresión. Yo mismo la tengo cuando me dicen eso de si te puedo hacer una pregunta. Dicen que somos una especie colaborativa pero creo que nos aislamos bastante. Saludos
Josefa ha dicho que…

A mi ya me han timado dos veces se ve que los atraigo ya no me fio de nadie.
Un abrazo.
Muy buena entrada.
Sergio ha dicho que…
Josefa: Yo los escucho o no, depende, pero si aparece la palabra dinero se acaba la conversación. Cada vez es más difícil fiarse, lo sé. Siento tus malas experiencias. Un saludo
Anónimo ha dicho que…
Se ofenden mientras confirman la verdad de este sabio de nombre romano.
Sergio ha dicho que…
Ni sabio ni romano. Narciso fue un mito griego. He publicado este comentario por la carcajada que he soltado al leerlo, mi nada anónima inculta. Pero no te acostumbres. No acepto trolls acosadores.
Hisae ha dicho que…
Auguraba dos finales que no se dieron. Uno el típico desconocido que aprovecha tu bondad para atracarte. Dos, después de una larga charla de más de tres horas, al menos un beso. Ninguno de los dos se dieron. Quizás esa es la magia de la literatura.
Sergio ha dicho que…
Hisae, gracias por lo de la magia. Detrás de esta en particular estoy yo así que me lo tomo muy bien. Si te basas en la vida las sorpresas son inevitables.La realidad tiene finales muy imprevistos.
Maia ha dicho que…
Te he vuelto a leer y mi pensamiento sigue por esa dirección. La ciudad en la que vivo es la más peligrosa del país; y no aprendemos porque aún y con todo, la calidez está presente en cada uno de nosotros. Que tu fin de semana sea espléndido, Sergio.
Kiffi ha dicho que…
Qué divertida cascada de acontecimientos, la verdad.
Yo también soy de Murcia y no me cuesta reconocer que hay abundancia de alelados de todo tipo, pero al menos este hizo por un momento del mundo un lugar mejor xd
Sergio ha dicho que…
Kiffi: Alelados los hay en todos sitios. No creo que Murcia tenga más. Mi madre es de Lorca así que alguna vez entró en el censo murciano. Mis veranos de infancia fueron por allí. No veía más lerdos que por Barcelona. La realidad los reparte muy bien por comunidades.

Entradas populares