Vila matas, tu, yo y compañía
Apreciada tú:
El otro día pensaba quedarme en casa pero conseguiste hacerme sentir mal delante del ordenador. Dos de cada tres comentarios para moderar eran tuyos insultándome a mí o a los que comentaban este blog. Si alguna vez se me cuela un trol lo dejo pasar y le doy la bienvenida por eso de que la polémica alienta adhesiones pero tú no eres una trol. Tú insultas con conocimiento de causa y de individuo: yo. Te pido perdón por lo de imbécil. Ahora pienso que no eres imbécil (lo cual no significa que me hagas hecho pensar algo bueno de ti). Claro que esta vez no lo escribiré aquí.
Fui a ver la charla de Enrique Vila Matas en una biblioteca para mí desconocida, por la plaza Lesseps de Barcelona. No me apetecía coger el tren pero tu actitud me despertó las ganas de respirar un poco aunque fuera aire contaminado y me fui hacia allí. Un lugar que demuestra que una vida en una ciudad no hace que la conozcas por completo, pasa como con las personas. Me encontré allí con un lugar hecho por constructores que debían admirar a Picasso o Dalí, calles y carreteras de subida y bajada pero nunca un llano dónde relajarse. La biblioteca no era tan extraña. El único inconveniente que le vi es que el exceso de usuarios de todas las edades, razas y credos la hacían tan ruidosa como un zoco turco. Pero era enorme. Planta baja más dos pisos cargados de libros que podía sacar con mi carnet de la red de bibliotecas de Cataluña(y un auditorio en el sótano). Libros antiguos y modernos. Tuve un orgasmo intelectual y otro friki por los tebeos del segundo piso.
Mientras hacía tiempo para ver al escritor y leía sinopsis o miraba cubiertas de libros, me pareció ver que al lado de una estantería un cabello ondulado se ocultaba cuando moví mi cabeza en esa dirección. El corazón me dio un vuelco porque enseguida pensé en ti. Luego reflexioné que tus mensajes me habían vuelto paranoico. Bajé y me puse a la cola entre editores y agentes. Me senté de los primeros en el auditorio, cerca del escenario. Miré hacia la puerta y poco después de ver pasar escritores como Martinez de Pisón o el poeta Gimferrer te vi a ti, escritora reciente de panfletos insultantes contra mí. No estaba paranoico. O eso, o veo visiones, dime si me equivoco en el próximo insulto que me envíes por este blog, los leo todos antes de ignorarlos.
El escritor estuvo genial. Me gustó incluso más que leído. Y eso que dicen que es muy tímido. Tú me lo amargaste un poco, eso sí. De vez en cuando hacía como que me rascaba la oreja para disimular mis giros de cabeza y te veía a un lado de la sala junto a un señor con un bastón. Tal vez tu estrategia era quitárselo y golpearme en un descuido.
Cuando acabó la conferencia salí corriendo y empujé a dos o tres personas sin querer que me debieron tomar por un Hooligan de las bibliotecas. Subí al primer piso del local pensando que tú te irías, leí más sinopsis de libros… Te acabé viendo de espaldas como si buscases a alguien que podría ser yo (la biblioteca está más cerca de tu casa que de la mía pero te he hablado tanto de la ilusión que me hacía esta charla, de si me acompañarías a verla y del lugar dónde se haría que sospechar que tú no estabas allí por Vila Matas no es ser demasiado suspicaz, la verdad), desaproveché la oportunidad de tirarte por las escaleras ¿Ves como después de todo tengo buenos sentimientos? Subí corriendo hasta el segundo piso. Sé que no llevabas armas encima pero es que le tengo más miedo a las discusiones en público que a los navajazos. Todavía conservo un flamante y magnífico sentido del ridículo.
En fin, cuando me aseguré de que no estabas y comenzaron a echarnos de la biblioteca me fui por esa plaza torcida a oscuras (alguien programó mal la iluminación de las farolas) e imaginando un ataque que me podía llegar de cualquier sombra. Sólo se veían caras y cuerpos en el último momento que te sorprendían y alteraban los nervios.
Con todo esto quería decirte que te agradezco que sacudas la rutina de mi vida y me des material para el blog. El escritor que hay en mí te lo agradece. La persona normal que también reside a ratos en mí te dice que por favor, si quieres que charlemos como personas me envíes un mensaje racional y razonable y hablemos. Llámame convencional pero no me gusta que me sigan. Y aviso que cómo vuelvas a hacerlo no te llevaré a la conferencia de un escritor con sentido del humor. Hay una espantosa colección de arte moderno y entrada libre (espero que salida libre también) que me está llamando. Tú misma. Atentamente
El receptor de tus insultos
Comentarios
Te saludo desde mi argüelles a medio odiar o a medio amar. No sé qué opción tomar aún.
Besos y animos.
Entiendo que esté dolida, no le gustó ver lo que escribías sobre ella a personas que no la conocen, pero debió pensarlo antes de meterse donde no la llamaban.
Es una lástima que además se entretenga escribiendo lindezas.
Un beso,
Escribí de ella a personas que no la conocen y que siguen sin conocerla así que no debería preocuparse. Yo escribo mucho sobre mí y no hago retratos amables ni de mí mismo. Creo. En fín, de momento el día es soleado y todo está tranquilo y no hay insultos para nadie. Ni cuchillos.
Y por tu parte,¡menudo arte q tienes para decir finamente q no quieres ni verla!jeje.
Besos!
((me pareció ver que al lado de una estantería un cabello ondulado se ocultaba cuando moví mi cabeza en esa dirección. El corazón me dio un vuelco porque enseguida pensé en ti))
Me parecía que te atraía el hecho de encontrártela entre esos libros a pesar de todo, verla en el paisaje de tu biblioteca..Como algo así tipo amor-odio excitante....
Pero no...Uff que situación mas comprometida,,,,
Yo tal vez si que me volveria paranoica, si alguien me estuviera siguiendo, ya no iria tranquila, lo que puede llegar hacer un blog..
Vanessa, ja,ja, menuda persecución. Menudita. Fue más bien corta y poco acertada. Debo decir que hoy se cumplen tres días seguidos sin insultos en los comentarios. Un saludo desde aquí a mi perseguidora.
Y lo otro. Está claro que debes apartar de tu blog a todos los que te conozcan en la vida real. Les puedes hacer daño sin querer. O ellos querrán hacértelo a tí alguna vez, nunca se sabe.
No se si es tu comportamiento pero algo hace que surja ese comportamiento...
De todas formas a mi no me suelñe gustar que nadie conocido vea mi blog no porque escriba sobre gente conocida y puedan entenderlo sino porque quizas me vean desde demasiado dentro...es complicado.
Si,esto del blog es algo que parece inocente pero cuando empiezas a hilar madreeee mia...yo aveces miro las entradas antiguas y reflexiono sobre todo lo que escribi y porque lo hice,es un ejercicio bastante practico para mi.
Yo las entradas antiguas no las miro porque algunas consiguen avergonzarme como si las hubiese hecho otro. Bueno, solo algunas que si no sería esquizofrenia.
Si hay algo que el tiempo te ayuda a comprender es que las primeras impresiones raramente son las válidas. Yo de pequeña creia que mi padre era superman y mi impresión ha cambiado desde entonces!
Lo que no me gusta es que me regalen un libro que no han leído. Que me descubran autores sí, gracias, buscaré algo de Vila Matas.
http://www.youtube.com/watch?v=6g6g2mvItp4
los libros para mi desde luego son triggerpoints en mi coño pasaba mi enfancia en librerías de muchos países el mejor recuerdo un mercadillo al principio de Enero en un sotano en Amsterdam donde mi padre me dejaba comprar los libros q quería y la excitación a llegar a casa y empezar la aventura... mmmm
ufff qué pirrada
yo si fuera tu cortaría en seco con una paranoica repateada de tu ex-novia y te veo muy ingenuo con tu último mensaje
hay q cortar cabezas
y es verdad q codificar es importante si sabes q te está leyendo
el diario/libro de villa-matas dietario voluble lo pienso comprar así como lo describes se me antoja
Te leo y me sorprendo del giro de 180º que pueden tener las relaciones sentimentales. En un instante adoramos a una persona y hasta sentimos que llegado el caso podríamos dar la vida por ella y al momento siguiente nos provoca matarla; menos mal que todo se nos va en deseo...
Leí por ahí y hasta por experiencia también lo puedo decir, que sólo se odia o aborrece lo que de veras se amó. Al parecer esa chica te adoraba, de lo contrario ahora le serías completamente indiferente y no se molestaría en perseguirte o dejarte comentarios insultantes, mejor dicho y como dicen aquí "pasaría de ti". Espero que por el bien de los dos se vuelva a enamorar y deje de fastidiarte y de sufrir.
Besos brujos
De qualquer modo, gosto muito do seu modo bem humorado de escrever.
Beijokas.
un abrazo