No future
Como
la vida del funcionario interino es un camino de baches, charcos,
hierros puntiagudos y en general disgustos relacionados con la
palabra "recortes", me dedicaba estos meses a disfrutar de
ese reverso malicioso del mundo laboral: el paro.
Estudiaba
oposiciones para ser funcionario fijo o mejor dicho, indefinido.
Tanteaba el mercado laboral recibiendo algunos calambrazos al saber
de salarios y esfuerzo en la empresa privada. Y no me sorprendían.
Nada que no supiera. El país sigue estrangulado y estrangulando.
Pero como seguía lejos de la indigencia aún vivía momentos de
felicidad moderada desayunando café y pastas, desarreglando el mundo
con J. (de baja un par de meses) y tomando sobredosis de literatura,
comics, series de televisión y cine(día del espectador especial más
especial aún que el Miércoles, el Jueves: 4,50 euros). El horario
nocturno para el ocio, el diurno para buscarme la vida.
Leer
los periódicos era un escoyo para esa felicidad, claro, pero
intentaba hacerlo sin meterme en el futuro apocalíptico que
anunciaban antes de tiempo.
Aunque
la vida sin obstáculos no existe. Toda balsa de aceite tiene su
fecha de caducidad.
En
mi caso el heraldo negro fue un sobre del Ministerio de Empleo y
Seguridad Social. Según ellos les debía un día de paro, algo más
de 26 euros, seis entradas de cine el día del espectador. Además me
cancelaban temporalmente el desempleo. Y es que aseguraban que yo
había trabajado un día mientras cobraba el paro. Curioso. Porque yo
ese día trabajado presuntamente para el Ayuntamiento había estado
en Pineda y ya viviendo del paro, paseando por la playa y
contemplando la posibilidad de comprarme un perro para acariciar
algo.
"Un
cruce de datos, puedes reclamar" me dijo el amable
funcionario de mi oficina de empleo cuando le conté el problema.
Perfecto. Podía reclamar, así que lo hice. Pero eso sí, mientras
tanto y a la espera de la resolución tenía que mantenerme sin
ingresos de ningún tipo y con la hipoteca resoplando ominosa sobre
mí. Y ojo que el que no se conforma es porque no quiere ya que a
esto hay que echarle una gran carcajada. Y es que en el sobre que me
vino con la injusta multa de la seguridad social se dibujaba un
hermoso timbrado azul del Fondo Social Europeo. El timbrado decía:
EL
FSE INVIERTE EN TU FUTURO
¡Oh,
no, Fondo Social, no inviertas más en mi futuro o en otro cruce de
datos del Ministerio de Empleo me mandan al corredor de la muerte!
Comentarios
ánimos y espero que pronto vuelva la balsa de aceite. y los ingresos.
En los ingresos ya estoy pero a costa del sudor de mi frente o de mi paciencia(tema para otro día). La balsa va regresando aunque no perfecta.
Espero que todo se te solucione y pronto veamos la luz al final del túnel.
BEP y mi cariño por siempre
Anónimo: Creo que entro en una época de consuelo para la gente ya que mi anecdotario está cargado de estos y otros males. A mí también me gusta sentirme acompañado con los males de alguien o pienso que me consuela. Aún así lo mejor es saber que todo empieza a mejorar y que con suerte nos tocará a nosotros también. Besos.
Lo realmente asombroso es que todos los sinverguenzas que hay por la vida, cobrando paro y trabajando, solicitando incapacidades cuando no las hay y etc, etc... todos esos no reciben cartas, será que no tienen buzón.
Sobre el FSE: trabajé cinco años en proyectos EQUAL. Cuando la pasta europea terminó, terminaron igualmente los proyectos. La culpa de que no haya cundido más lo que nos han dado no es de ellos, siendo honestos, sino nuestra que lo gastamos en muchas ocasiones en polladas varias en vez de en inversiones reales y productivas...
Un abrazo fuerte de tu amigo,
rafarrojas
Cuanto .... anda suelto.
Ánimo y disruta del día del espectador,... por lo menos!
BEP
UN ABRAZO
Reltih: Na de na... Un abrazo, Reltih
Espero que haya luz al final del túnel, que la veas, la sigas, o algo así. Mientras todo sigue su curso, no dejes de sucederte en letra; nos haces bien, nos haces sentir afortunados unas veces, desgraciados otras y, lo mejor, vivos siempre.
Otro abrazo dominical...
Mario