Be happy o inténtalo
En
cualquier ficción con algo de dragones te sale alguna profecía. A
poco que haya un mago ya tienes el augurio aguafiestas "cuidado,
morirás en....". Luego ya
el héroe se encarga de doblegar el cuello del destino y triunfar
sobre la profecía. Pues bien. En cierta realidad que observo es
igual. Si en el mundo laboral te dicen que la empresa no suele hacer
fija a la gente ya tienes el aviso del mago: "cuidado,
en abril se te acabará el contrato y te echarán, no puedes escapar
de las facilidades de despido apoyadas por tu gobierno...".
Son profecías que se suelen cumplir y pocos héroes escapan a este
dragón de los recortes en todo. Es el fatalismo de un mercado
neoliberal. Pero peor es que no te digan nada y te llegue la muerte
súbita. Llegas, saludas al personal como cada día "Hola,
¿Qué tal? ¿Un café?" Y
el otro, turbado, te dice "Eeeeeehhh, no, el jefe que
si puedes ir un momento al despacho"
Y entonces vas al sitio de irás pero no volverás dónde te despojan
del permiso para seguir trabajando allí. Entregas llave, tarjeta de
identificación, pertenencias de la empresa o uniforme dependiendo
del trabajo y adiós. Mas o menos como los polis difíciles y de
métodos rudos del cine cuando el comisario les pide que entreguen la
placa y la pistola porque la han liado mucho en un interrogatorio.
Pero tú no eres tan duro como esos polis. Y ni siquiera tienes que
haber hecho algo especialmente malo. Sólo que de pronto eres un
gasto para la empresa. Cuando creías que un empleado era una fuente
productiva resulta que era un lastre.
Todo aquello y más lo
reflexiono cuando observo a mi compañero Fernando. Siempre atareado
en descalificar a todo el mundo cuando se olvida de descalificarme a
mí. Metido en su mundo de hormiga. En su trabajo insignificante cual mota
de polvo estelar como si el universo solo fuera ese pequeño átomo.
Como si sus problemas fueran los únicos del mundo. Parece olvidar
que a los problemas les sucede como a los granos si tomas chocolate,
que siempre tienes alguno pero no necesariamente el mismo. Yo me lo
tomo mejor. Y ya no le agredo verbalmente. He llegado a la conclusión
que la vida de los gusanos es triste así que hay que dejar de
usarlos como insulto. Y tratar de no pisarlos. Ya se pisan ellos
solos. Por lo demás me llevo bien con mis compañeros normales. Les disculpo
las faltas y no me desgarro las vestiduras ni hago una tragedia
griega cuando el cuadrante del mes que me envían no cumple mis expectativas. Intercambio sonrisas y parece que el método funciona,
la gente responde bien al buen rollo(los gusanos no, claro, pero no
son gente). La vida es corta pero los contratos de trabajo lo son
más. Antes de darme cuenta mis problemas serán otros. Y total,
siempre me preocupará algo que de aquí a un tiempo se habrá
resuelto solo o con mi ayuda (a pesar de lo que os doy a entender no
soy del todo retrasado). Para lo que me queda en el convento, que no
es mucho, disfruto dentro. Buena semana a todos.
Comentarios
Debe de ser difícil mantener una sonrisa.
el capitalismo también, sobre todo para la salud ecológica del planeta.
Me puso triste un poco tu texto
los gusanos somos nosotros
unos días después de muertos.
UN ABRAZO
ánimos.
S tienes mucha razón en no preocuparte, cada día trae su afán y muchas veces nos preocupamos por algo que puede que ni suceda.
Besos (BEP)
si,bwana: Es difícil si tienes tendencia a que te cuesta. Yo sé que de una u otra forma salgo de todas. Y este trabajo ni siquiera me gusta. Saludos, bwana.
Zavala: Pues claro, Zavala, la moral es alrededor de lo que se mueve todo. El único método para sobrevivir en esta España que nos ha tocado a ti y a mí y a un puñado más.
Garriga: Vaya, pues no te dejes arrastrar por esa tristeza. Se ve que es peor contado que vivido. Yo sé que cuando estoy bien de moral renazco y que cuando me toque ser comido por los gusanos pues bueno, ahí ni siquiera tendré problemas. Aún así los textos sobre trabajo difícilmente consiguen levantar ánimos. Saludos.
Reltih: Yo no sirvo para empresario. Las única vez que fui encargado y mandé fui tan bueno que no mandé a nadie e hicieron lo que quisieron. Menos mal que la empresa ya estaba herida de muerte. Si no, la hubiese matado yo. Un abrazo.
hilia: Gracias, hilia, porque sólo dependo de mis recursos. Como no rezo ni creo en esos dichos de ventanas y tal todo lo dejo a la suerte de mis posibilidades. Ánimos tengo.
Laura: Pues claro, ya que cumplo años al menos que me sirva de algo. Siquiera para tener la experiencia de que el presente es lo único real. Si no es malo, para qué joderlo con el futuro. Lo que no quita que proyecte o haga planes o los ponga en funcionamiento. Esa es otra cosa. Besos.
Besos
Los gusanos ahhhh... yo el otro día mandé uno a la mierda jiji jaja pero lo hice y me quedé máaaas a gusto bufff...
Me ví así en plan guerrera diciendo "guerra" -acababa de ver 300- y se me fue la lengua :p
En fín happy, happy que nos van a dar lo mismo.
Besos
la fatalidad es para mediocres.
Sylvia: Si no mando más gusanos a la mierda en el trabajo es porque al final me quedaría solo y sin hablar con nadie y la jornada duro mucho, hay que llenarla. Pero eso sí, a los que lo piden dales guerra. Yo 300 la veré esta semana. A ver correr un poco la sangre que eso me relaja.
nele b: Ja,ja, el optimismo casi siempre menos cuando no puedes (pero cuando no puedes tiene que durar poco y recuperarte pronto).
y...bueno...yo no sé que decir...porque soy una pobre desgraciada de autónoma y bastante tengo con lo mío...je,je
Pero eso si!!!! CON una SONRISA de oreja a oreja...aunque a veces me ENCANTARÍA SER Jack el Destripador...pero claro...creo que me quedaría sola en la tierra. Tú sin compañeros y yo...sin client@s...
UN BESAZOOOOOOOOOO
Qué gran verdad.
Y qué apatía ante esto.
Saludos
Pero mejor ignorar, si es posible hacerlo, borrarlo del mapa, conventry, ostracismo total,...
Y sobre lo del trabajo, que vaya mierda, que cuánto durará este estar a merced de los otros, del otro (que todos los otros son uno). La otra opción es ser uno su propio jefe,... pero luego descubres que tienes un jefe aún más arbitrario: el cliente.
En fin, que era por saludar y mandarte un abrazo.
que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana...para que te tires,
pesimista dixit, jajaja (me lo ha dejado a huevo).
Aprovecho para darte las gracias por pasar por mi blog, pese al paso del tiempo...
Intentaré comentarte, y no sólo leerte. Hacerlo, al menos con más asiduidad.
Un abrazo, Sergio