Molestando a Depeche Mode
Hace muchos años casi derribé a Dave Gahan del escenario. Lo
he contado muchas veces a mis amigos. Actualmente más que un recuerdo, parece
la historia de otro.
Me había pasado diez horas esperando al sol que tocaran
Depeche Mode en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Me sentía como aquel militar
inglés interpretado por Bowie en “Feliz Navidad Mr. Lawrence”, enterrado hasta
el cuello para morir de hambre, sed y luz solar (de hambre lo dudo porque antes
de eso ya la sed te acaba antes). Puedo estar exagerando pero diez horas a la
intemperie y con ropa negra eran un infierno merecido. La estética oscura lucía
mejor en los video clips del grupo que sobre mi cuerpo sudoroso.
Estaba sentado en el suelo junto a una francesa. Supe que lo
era cuando me lo dijo, no sé identificar franceses a simple vista ni en general
ninguna nacionalidad.
Entonces ella me preguntó algo y yo le respondí. Como si mi
tono afable le hubiese dado un secreto pistoletazo de salida o hubiese roto el
hielo que con ese sol no podía existir, comenzó a hablar sin parar. Las frases
le salieron a borbotones. Subtitulada por ella misma al castellano para que la
entendiera. Nuestra media hora de tímido silencio casi la había matado, era de
las que necesitaban hablar como otros respirar. Llevaba años en Madrid y se
manejaba con la lengua muy bien. Había venido a Barcelona después de ver al
grupo en el centro porque quería repetir. Con esa lógica, pensé, pronto
acabaría en Estocolmo o Sudamérica y hasta en Marte si Depeche tocasen allí.
No recuerdo mucho más de ella salvo que compartimos aquel sol
asesino y ella su agua conmigo.
Por la tarde abrieron las puertas del Palau y todos entramos
al estilo elefante, aplastando. Éramos en realidad dos tipos de bestias. Los
que pisaban a los caídos y los que saltaban sobre ellos en plan toro de San
Fermín. Yo era toro.
Conseguí una honrosa segunda fila contra las vallas. A veces
me pregunto quién era el idiota aquel que se pasaba todas esas horas para ver
ídolos y no me reconozco. Me gustaba estar allí. Sólo me preocupaba que saliese
el grupo, el principio del concierto. La primera canción era mortal. Toneladas de huesos y carne
admiradoras aplastándote contra las vallas o la gente que tuvieras delante o
sus culos (no siempre femeninos).
Antes del concierto, sin embargo, aún quedaban un par de
horas sueltas. La francesa encontró unos compatriotas y me dijo “au
revoir”. Se acabó la charla.
Afortunadamente tenía delante una chica que había venido de
Asturias en autocar con su hermana. Pasamos todo ese tiempo de charla. Y todavía
fue mejor porque esta me dejaba hablar un poco. Nos caímos tan bien que incluso
Depeche Mode pasó de ser el tema estrella y nos comenzamos a intercambiar un
poco la biografía. Por aquella época yo apenas era mayor de edad y ella era
directamente ilegal. Pero un par de años de diferencia le parecían a ella el
colmo de la madurez.
Su hermana permanecía callada y apoyada contra la valla.
Ligeramente molesta a juzgar por su expresión. Intentamos integrarla en la
conversación pero sus monosílabos “sí” o “no” daban poco juego. La callada era
la mayor pero por la personalidad parecía la hermana pequeña. O autista. Y
claro, la hermanita que hablaba conmigo decidió que tenía hermana para el resto
de la vida así que se centró en mí. O eso, o ambas habían discutido.
Esa noche me las prometía muy felices. Y empezó el concierto.
También empezaron a caer las desmayadas (la deshidratación por el calor más la
alegría por ver a tus ídolos producen muchas bajas en los primeros compases de
cualquier evento así).
La hermana mayor cayó en la segunda canción. Creo que de un
modo subconsciente nos quería arruinar la noche.
La última imagen que tengo de la chica asturiana es su
encogimiento de hombros y su cara de pena. Luego, los servicios de emergencia
me las borraron de la vista y de la vida. Pero no de los recuerdos.
Y entonces fue cuando conseguí el primer puesto junto a las
vallas. Y toqué la bota del cantante Dave Gahan. Le hice tropezar un poco, casi
perder el equilibrio. Luego él se echó hacia atrás. Tal vez lo hice por
admiración.
O quizás solo estuviera enfadado por algo.
Comentarios
Bueno yo soy fan, fan-no fanática, soy una fan-crítica,concepto que no se si puede casar muy bien con fan, pero lo soy. Incluso con mis top como Depeche o Héroes-Bunbury, me gustan o no me gustan los temas sea de quien sea.
Los momentos de espera en los conciertos -yo nunca he llegado ha estar tantas horas de fila- siempre dan ese aire de complicidad, de sonrisa, de subidón de todos a una cuando empieza... son sensaciones especiales que nadie se debería perder...
Lo de tocar el pie a David wowww jajaja A mí me gusta porque como otros viven el escenario y el espectáculo son ellos...
tD1b.
UN ABRAZO
Eso sí, el subidón del primer tema, no se consigue desde tan lejos ;)
volvo: Yo tampoco lo entiendo pero lo entendí durante una época tal y como aviso en el post. Digamos que he pasado de estar iluminado a perder la fe. Pero eso te da la sensación de que aquel no eras tú. Como digo más arriba me da un poco de envidia aquel. Tu misma sabes algo de eso por los Rollings. Cada cosa tiene su tiempo. Lo importante es hacerlas cuando tocan. Besos
Reltih: Es inclemente cuando alguien se los toma como yo me lo tome. Los que tienen sus asientos y no les importa la distancia hasta el cantante se sientan y listos. Un abrazo.
Pilar: El subidón del primer tema y hasta el segundo es grande. Ves a tus ídolos que solo eran una figura en televisión como seres humanos a unos metros de tí que casi se pueden tocar. A Bowie no porque tenía un foso separador pero sí ví y hasta pude dar manos a viejos legendarios como Iggy Pop, Guns and Roses, lo de Madonna no sé como definirlo y un largo etcétera con el que acabé hace tiempo. Ahora ni gradas. Es que ya ni voy.
Luz y paz para ti en 2015 y en cada día de tu vida
Abrazos
Isaac
Menos mal que solo es una historia leída.
Reconozco tu buena forma de narrar,y celebro el que salieras vivo.
Un abrazo.
Así que, por favor, no te dejes de historias. Sigue contando lo que te sucede. O lo que le sucede a ese entorno tuyo tan interesante. Si te envían una foto, o se la envían a ése de ahí, escríbelo para contárnoslo, si vas a un concierto de los Depeche, aunque se trate de una regresión, nos cuentas si has vuelto a ver a la francesa, a la asturiana, a la hermana de la asturiana que la acompañó en autobús por media España para alcanzar a ver a esos sobre el escenario haciendo de las suyas, cantando, de las tuyas. Porque leer cosas como: “los servicios de emergencia me las borraron de la vista y de la vida” duele y gusta casi por igual. Y es necesario que existan magos de las palabras que sean capaces de arrastrarnos a esas situaciones y los puntos suspensivos que dictan los finales abiertos, o algo así.
Por cierto, qué poco me gustaban los Depeche…
Un abrazo.
Mario
Mario: Ja,ja Nunca hubiese creído que a tí te pudieran gustar los Depeche. Siempre nos quedará Sabina. A tí, a mí y a casi todo el que entra en el blog(hay un alto índice de "sabineros" por este espacio, lo he comprobado, sé que muy pocos apreciarán esa otra música de Inglaterra y qué más da, cada uno a sus oídos y su banda sonora).
No tienes que disculpar nada. Entra cuando puedas o quieras y comenta cuando te lo pida el cuerpo. Ya bastante tiempo llevas aquí animándome a seguir. Seguro que muchas de mis entradas se han escrito por la motivación derivada de esos comentarios tuyos tan literarios. No es solo el halago. Es el halago que viene de alguien a quién respeto por su inteligencia y su arte. Encualquier caso sé que más tarde o más temprano vas a aparecer. Por la puerta grande. Sólo te recrimino que no se te vea tanto por el "tunoeresinteresanteparamí". Una recriminación amable, eso sí. Yo por aquí seguiré usando el currículum de mi existencia como excusa para contar. Aunque no me siguiera nadie yo seguiría. Más lento o menos pero no puedo dejar las letras. Y tú tampoco. Haces lo que te da la gana con el verbo.Un abrazo.
Recomenzar: Primero de todo, bienvenida. Segundo gracias porque en poco espacio me impulsas mucho. Un saludo.
saludos desde Miami
Recomenzar: Uau. Miami... Qué lugar tan deseable. Saludos desde una fría Barcelona que te tiene envidia.
Y me quedo escuchando ahora la única que realmente me gustaba de Depeche Mode, Dreaming of Me.
Un saludo,
Esa emoción y nervios contenidos durante horas que estallan en gritos y letras de canciones como credos de tu vida.
Saludos desde Tenerife.
Isaac
Sin embargo, dentro de toda esa locura hay algo bonito, al menos leyendo tu entrada que me rememora a esos años del pasado en los que nada era suficientemente relevante para angustiarte y algo tan simple como ir de concierto te convertía en la persona más feliz del planeta.
El fanatismo está claro que no es bueno, ni dentro del mundo de la música, ni de la política ni de la religión, ahí es cuando deja de ser pasión y da paso a una locura insana, y cuanto más lejos, mejor.
Es un placer leer tus historias de nuevo, S.
Un abrazo.
Lo que hubiera dado yo, por entonces, por tocarle el pie al Jagger...
S... Gracias :)
Saludos!!!
Mayte: Gracias Mayte. Es cierto que el fanatismo nunca es bueno. Algunos fans se ofenden y discuten porque alguien ataca a sus ídolos o dioses. Esa es la cara menos amable del fenómeno. Pero la parte positiva es el placer con el que recibía ver a mis grandes. O ir a ver una película que esperaba desde hacía tiempo. O un libro. Creo que eso me ha venido menos. Hecho de menos esas ilusiones ilusorias pero satisfactorias. Un abrazo.
Verónica: Creo que el Jagger como mi experiencia con Bowie es que el foso era muy amplio como para llegar hasta ellos incluso subiéndote a la valla. A más fama más lejanía. Y ojo que Depeche también se han ido alejando. Pero en fin, aquellas incomodidades me dejaron sin ganas de regresar a los conciertos(y supongo que se puede ir a uno sin pasarlo con tanto obstáculo).
Feliz Año!!!
BEP
Total...que hace no sé...¿creo que dos años que vinieron a Badalona? Ha sido el único concierto al que he ido con los 40 pasados...y sabes...pues que hasta me emocioné...pero lo hice pensando que ese concierto lo habría de haber vivido con 18 años...y habría sentido lo que tú sentiste...
Me hiciste sentir un no sé qué en el corazón...
Un besazo guapo!
Feliz finde
Un besito jij
Al grupo le tengo especial cariño porque siendo yo una canija pequeña un primo lejano nos visito en verano y me regaló una cinta suya. Él rondaba también los 18 y justo cuando los cumplió falleció en un accidente de tráfico. Aún conservo aquella cinta. Él me parecía alguien muy especial.
Pd.- Yo solamente distingo a los asiáticos pero tampoco se si llegan a ser chinos o japoneses ;.)
Te saludo
Isaac
Sólo el..: Saludos, Isaac.
(S)ALUDOS
Como todo, que comienza con los finales, ¡ay!
abrazo
porque me gusta lo que escribes
porque me gusta lo que escribes
Lo cierto es que a veces no nos reconocemos a nosotros mismos en algunas situaciones, conciertos por ejemplo. Y nos quedamos maravillados con nuestra forma de actuar.
Ser muy fan de algo creo que es necesario para la vida. Para estar vivo.
Me ha gustado como has relatado la historia, cuando tocas la bota... He leído a la francesa y a las asturianas para acabar con cómo le desequilibraste. jaja
Un saludo,
Martina.