Forever Beast
Estaba en la cafetería. Leyendo.
Ninguna novedad entonces. Hasta que le vi. Diez años más tarde de la última
cena que compartimos en Transilvania, año 2005. Así que este blog le conocía
por poco. Todo un personaje. Tamaño torre de castillo medieval. Ancho por todos
lados menos por el cerebro. Conversación de niño. Un tópico de la ficción y al
parecer también de la realidad.
-
Hola-
se me acercó él mientras yo dudaba en decirle algo- Te conozco.
-
Sí,
sí. De aquel viaje a Rumanía. ¿Te acuerdas?
-
Sí-
me estrechó la mano como con la intención de romperla- Rumanía…
Mientras él evocaba lo que fue
aquello, yo hice lo mismo. Resumiendo, fue un viaje solitario que hice allí
buscando vampiros. Me encontré más bien con el monstruo de Frankenstein. O con
la bestia.
En el aeropuerto de llegada, mientras
esperábamos a nuestras respectivas guías nos dimos cuenta que éramos españoles
por eso del castellano. Su compañera, una chica menuda y no demasiado agraciada
pero muy simpática, dijo que ya me tenía visto del avión y que se había dado cuenta
de que era compatriota por el libro que yo leía. De Barcelona todos. Él no
decía nada. Se mantenía en su volumen y condición de hombre armario. Quedamos
en vernos si coincidíamos. Y sí. Fuimos compañeros también de autocar.
El viaje fue divertido. Nos unimos gallegos,
madrileños, catalanes, etc de vacaciones por un país del este recién salido del
comunismo de fachadas agrietadas. Todavía fuera del euro y con salarios mínimos
de 75 euros. No sé cómo les irá ahora.
Yo recuerdo divertirme bastante. Con
cenas en restaurantes de aspecto gótico, con casas de pueblo adornadas con ajos
en las puertas (más de cara al turista que a la verdadera superstición,
imagino), con visitas a las camas y lugares de paso de Vlad Tepes, su hijo,
Stocker…
Durante todo ese tiempo el hombre
armario se dio a conocer. Cantaba canciones inventadas en voz alta con letras
como “necesito que me coman la polla, LO
NECESITO Y NO ME LA COMEN”, discusiones a viva voz porque él alegaba
insatisfacción amorosa y su compañera dolores de cabeza o la regla (la falta de
intimidad de ciertas personas es gloriosa para poder escribir, viva la extimidad),
ocasionalmente le sorprendía mirándome mal cuando su simpática pareja hablaba
conmigo o me halagaba por saber inglés. Su pareja que a su lado parecía la
bella porque en la comparación y junto a ese pajarraco, ganaba cualquiera. El
tipo me miraba de una forma que me hacía pensar que se había montado una tómbola
a mis espaldas. Que en la tómbola había montones de premios dónde se rifaba una
hostia. Que me los estaban comprando todos sin yo saberlo. Lo confirmé un día
que por Sighisoara, hermosa ciudad de cuento, les comenté a los del grupo que
un mendigo me había mirado mal por no darle nada y el armario dijo:
-
A
mí no se atreven a mirarme mal. Como soy tan alto y fuerte nadie me mira mal.
Todos ven que les puedo pegar si se ponen tontos. Tú eres diferente.
Y ahora, años después de aquel viaje,
lo tenía delante. Con una conversación tan difícil y árida como siempre. Si
acaso peor. Sin saber qué decirle:
-
¿Y
tú mujer qué tal?
-
¿Por
qué lo preguntas?
-
No,
por… Bueno, por decir… ¿Estáis bien?
-
Sí,
nos va muy bien. Seguimos muy bien. Nos va perfecto.
-
Claro,
se os veía muy buena pareja. Seguro que sí. Encantado de haberte visto.
Y ya no hablamos mucho más. Se fue a
buscar a su santa o a tomar viento.
A saber qué le vería ella. Aparte del
volumen, claro. Si se pensaba que la bestia iba a cambiar en príncipe lo tenía
claro. En la realidad no hay transformaciones mutantes ni se comen perdices,
por eso tenemos el divorcio.
Las bestias si acaso, tienden a
empeorar.
Comentarios
Estos Armarios/Bestias no cambian, Y sí, van a peor. La pareja le cañeaba contigo, como si nada, y la espinita se le quedó al poeta este.
Por cierto, ni te imaginas las ganas que tengo de conocer Transilvania desde hace años.
Saludos
Es lo que tienen los viajes que siempre , a parte de lo que se va a ver , se trae uno en la mochila unas cuantas anécdotas ... recién llegada de uno mejor ni te cuento jajajaja ( cuando me pase la risa tal vez lo desvele ... )
Un beso y mil gracias ¡¡¡
Piel: El problema de estos hombres como torres(alguno se salvará del tópico pero de muchos de ellos) es que a pesar de su seguridad física, se sienten inseguros en otros terrenos. Cuando tienen complejo intelectual se vuelven irritables y altamente inflamables. Peligrosos. Hay que tratarlos como el material explosivo porque la solución a la que recurren suele ser los puños. Y esa siempre es la última. En cuanto a tus viajes espero que nos vayas desgranando en verso o en prosa lo que ha sido. Ya se te echaba de menos.
Tú escrito, estupendo :)
lo que me tiene verdaderamente intrigada es cómo lo haces para estar siempre al lado de señores torre con problemas de celos. o tienes un don o tienes un olfato peligroso. en cualquier caso, no los pierdas, que queremos seguir leyendo historias de este tipo.
Me preocupa su compañera. A lo mejor era cosa mía pero la veía muy vulnerable. Gracia, Dorotea.
hilia: Yo creo que la pregunta por su mujer le preocuparía viniendo de cualquier hombre en cualquier momento.
Y luego... ¿Has tenido alguna vez la sensación de que hablas con alguien y este entiende cualquier cosa menos lo que quieres expresar? Pues esa sensación me daba. A veces le hablaba y parecía que perdía la mirada. Como si se despistase y no escuchase. Sin el cómo. Todo un personaje. También me junto con personajes no torre pero esos no pueden salir por aquí. No me dan motivos. La buena gente que conozco, hombres y mujeres, quedan fuera de cualquier crítica y por tanto, no son materia de escritura. Y lo curioso es que estos,los buenos, son mayoría ya que me alejo de los que no me gustan pero aún así...
Yo, que he salido o no, con algún estúpido; te digo que muchas veces piensas que tiene que haber algo más porque nadie es tan simple. Luego resulta que sí, y es un chasco. Es otra forma de "creer en imposibles", como digo cuando me pongo romántica y poética de mierda, pero en un sentido cínicoamargo.
Por cierto, ¿encontraste vampiros? :D
En todo caso, ¿cuántas parejas curiosas se ven de la mano? Puede que no seamos capaces de ver más allá de las apariencias por mucho que nos tengamos por "profundos".
Te imagino por Transilvania...mola.
Besos
Bueno, hay simples en ambos sexos y cuando se te agota la fascinación por la belleza y ves que la cáscara no da, pasa lo que pasa. Claro que este tipo no tiene tampoco belleza. Sólo poderío físico.
No encontré vampiros. Creo que es porque no existen. Pero me lo pasé igual de bien con ese grupo de amigos de temporada que hice.
Pilar V: Es que no somos capaces de ver más allá de las apariencias en los primeros vistazos. Normalmente eso sucede cuando trabajas con alguien y lo ves cada día. Al final los que te caen bien te caen mal o viceversa. Igual en las parejas. Vas profundizando. Pero en principio somos superficiales. Desde luego. Etiquetar es fácil y relajado para el cerebro. En cualquier caso da igual en estos viajes. Allí sólo vas a por anécdotas. Y los viajes turísticos son superficiales. No hay más que ver dónde acaban estos "amigos" que te haces. Besos
ABRAZOS
En cuanto a la bestia/armario o como le queramos llamar, coincido contigo, no te reconoció en un principio y cuando lo hizo ya era tarde, pero bueno, con despedirse y él amargarse su rato tuvo, hasta dentro de 10 años, que pena las personas así y tú ni que tuvieras un detector incorporado para encontrártelas, que siempre topas con tipos de esta clase, tus vecinos y otros que mencionas en tus posts, lo bueno es que nos das un instante de maravillosa lectura.
Besos cargados de energía positiva y buen inicio de semana
Se nota que te gusta escribir
tus palabras bailan
saltando contentas.
El baile de Las Bestias
:)
Aunque puedo entender su mosqueo, viendo como se aproximan a tí (a tu inteligencia) las mujeres en el blog, : ) Que los celos son un coñazo y aunq los míos son más del tipo "eres mejor que yo, ella no se merece estar conmigo, entenderé que se vaya contigo, yo me quito de en medio y me voy a morirme de pena a esa esquina..." lo puedo entender, que no justificar.
Más gracias habría tenido toparse con la Bella que no lo era.
Bueno, que un abrazo como siempre.