Amigotes
Últimamente lo de tener amigotes me está costando pasar por
ciertos exámenes previos para conseguir autorización. Es como si mi compañera
hubiese instalado una nueva burocracia entre nosotros para dejarme salir
tranquilo a tomar algo con básicamente J.. Cada vez que salgo tengo algunos
comentarios que quieren pasar por graciosos pero que mal disimulan cierto
rencor:
- -¿Otra vez
con J.? ¿Vais a ir de la manito en el autobús?
- - ¿Ya te ha
llamado tu novia? ¡Sales desesperadito en cuanto te llama J.! Para salir
conmigo no te das tanta prisa.
Le comenté esto a J. y me dijo que por su parte su compañera
tenía comentarios alternativos. Al parecer en su pueblo llaman “Pelé y Melé” a
todos los individuos o individuas que pasean juntos a menudo. Proviene de la
voz francesa pêle-mêle y de una revista gabacha (información gratuita
de internet). Otro comentario de la compañera de J. es que siempre estamos en “Mediamarkt”.
No es cierto. A veces también visitamos una Rambla con artículos de segunda
mano. Pero en cualquier caso para ella somos Pelé Y Melé o los tontos del
Mediamarkt. Para mi compañera en cambio, somos el par de retrasados del barrio
que pasearemos en el futuro de la mano (eso también nos convierte en moñas pero
por suerte esto último ha dejado de ser un insulto, solo se trata de dónde
metemos o dejamos que nos metan la polla).
No sé si somos dinosaurios de otra época que todavía creen
en la palabra amigote o amigacho. A diferencia del amigo, el amigote es el
compañero poco recomendable. Por supuesto los amigotes son más un estado mental
o una opinión que una realidad. J. es tan recomendable como cualquier amigo estándar.
Lo que le convierte en amigote es que salimos más veces juntos y eso genera la
polémica.
He crecido toda la vida pensando que las mujeres maduraban
antes que los hombres. Pero veo que para el asunto de tener que ser el centro
de atención (como los niños) las que he conocido no son mucho más maduras que
yo. A la que ven desplazada su atención por un amigo, solo para salir un rato a
tomar algo o ser el idiota del Mediamarkt, nuestras mujeres convierten en
centro de sarcasmo un hecho tan irrelevante como el de no quedarse una tarde
entre semana y de día laborable en casa. Una tarde en la que no tenían más plan
que quedarse en el comedor viendo televisión. En la que no les importaba lo que
hicieras hasta que decidiste salir a hacer algo por tu cuenta y riesgo con otro
ser humano que no fueran ellas. ¡Bienvenida por segunda vez, mi querida
adolescencia, con lo que echaba de menos una madre que me recriminase salir con
los colegas! Obviamente eso anima a mi alma libre a salir más.
Que no se diga que soy una persona que rehúye las discusiones. Si hay una posibilidad
de hacer que todo sea tranquilo y apacigüe el ambiente yo siempre elijo el lado
contrario. No siempre de manera consciente o voluntaria. Es que creo que algún
tipo de retraso sí que tengo en ese sentido. Últimamente le echo la culpa de mi
beligerancia al azúcar pero da igual. Si las discusiones son hostias yo me las
como todas.
Así que salgo con mi cruny (para los ingleses que se van de
tabernas) o mi Buddy (para los americanos). En esas sociedades también hay
amigotes. Gente con la que sales sin todos los permisos conyugales en orden.
Imagino el cerebro de mi compañera cuando salgo con J..
Orgías con coca, putas y mucho alcohol. Tal vez J. y yo dándonos la de Sodoma y
Gomorra. Su forma de no mosquearme es decir que al menos yo soy el que le da a
J.. Que el muerdealmohadas es él y yo el soplanucas. En realidad prefiero no
entrar en su mente cuando me ve salir y me dice que a dónde voy y le digo que
me ha llamado J.. Hay cosas que ni siquiera yo dejo que se instalen en mi
imaginación.
Ella también sale. En la misma medida que yo. Pero lo suyo
son amigas o amiguitas. Buscad la palabra amigota a ver si la encontráis. Normalmente
le intento devolver la pelota y decirle que si se va a ir de la mano con ellas
o blah, blah pero ni me escucha, ni le importa ni nada. Simplemente me dice que
“hasta luego” y me deja con la sensación de que las relaciones simétricas no
existen. Todo es una batalla por algo. Incluso aunque las batallas sean tan
estúpidas como estas.
Comentarios
Ya se somos raritas, somos mujeres :P y os los hombres se van al fútbol (valga me dios cuantas tardes o mañanas me he ido yo tb) o si no.. algo raro pasa
Y aunque me incluyo, me excluyo ojo... será que soy mami de cuatro hombretones que tienen amigos que quiero un mundo ¡¡ y si se van a lo que sea , y?
ah yo al mediamark voy poco pero te cuento que me he traído de este viaje unos Lp's geniales por 0`20 E es lo que tiene ir a los rastrillos --- que siempre sacas buenas conversaciones y alguna reliquia
un besito
Y sí, solemos madurar antes, pero hay excepciones, como la que tengo al lado ahora mismo. Que por cierto, está teniendo el mismo problema con su marido :D
Un abrazo.
Llevo como 10 minutos ríendome con este párrafo jajajajajajajaja
Gracias por levantarme el ánimo y romper mis círculos aunque sea por un momento. Me encantas!!!
BEP
Y la segunda es que quería hacerte una proposición ¿me escribes un mail, es que no encuentro el tuyo?
un beso
Y sobre la madurez he escrito decenas de tonterías. No las enlazo porque te aburriría. El resumen es que hay muchos tipos de madurez(física y psíquica), que no hay un carnet que diga que tu lo eres y y yo no, que cada cual la entiende a su manera, que yo no he madurado del todo porque nadie lo hace al cien por cien nunca(la madurez nos la creíamos cuando éramos pequeños y admirábamos a nuestros mayores pero luego vemos que no seremos perfectos nunca).
Lo de que "salga ella también" es de pura lógica pero ya ves el plan. En fin, problemas peores tiene la gente, mejor no me quejo más.
Annie: Ay, Annie creo que eres de la pequeña porción de público que me permite las bizarradas y las salidas de tono que se me deslizan ocasionalmente en el discurso. Bueno, me las permite todo el mundo pero tú además las disfrutas. Pues me alegro que te sirvan de algo. Y romper tus círculos. Parece que estás en una de esas épocas en las que se recomienda tomarse las cosas con humor. Aquí me tienes, dispuesto al cien por cien.
Pilar:Sí, ya ves que yo también estoy de acuerdo en eso de que la inseguridad(yo he dicho inmadurez pero todo va a lo mismo) no se cura del todo con la edad. Pero vamos, que en eso nadie es perfecto y yo el soy el primero con defectos.
En cuanto a lo que comentas de salir más conmigo sin planear... tiene mucho sentido. Me has dejado pensando. Digamos que he recordado ciertos comentarios de ella y de otras amigas con sus parejas y bueno, que puede que vayas por una línea de pensamiento que yo no había contemplado pero puede ser la clave de todo. Porque es cierto que yo también me he visto otra vez quejándome de "no soy un adivino" cuando ella quería que hiciéramos algo que no habíamos hablado. Pero es que los hombres tenemos miles de años de hacer lo que queremos y por tanto, expresarlo abiertamente. Somos tan simples y evidentes como se nos ve. Y claro, actuamos igual, con la total incapacidad de "leer entre líneas". Solemos pensar que si ella quiere salir lo dirá. Y yo, que he aceptado el feminismo en mi vida, más. Besos
ABRAZOS
Como mujer te diré que quien no haya actuado así al menos una temporada en su vida, miente. Otra cosa es que se lo traguen.
Sí, denota inseguridad, y no es por defender/justificar, pero a veces somos muy raritas. Puede que se esté sintiendo algo abandonada y no quiera reconocerlo o decírtelo.
Lo que está claro es que se vuelve un círculo vicioso de te digo me dices.
Son situaciones que crecen si no se hablan abiertamente.
Abrazo, Sergio.
Verónica: No te preocupes Verónica. En honor a la verdad y ya que estamos con confesiones la inseguridad se manifiesta de otra forma en los hombres ( o no) pero vamos, que ya sabes que igual existe. Creo que esta situación ni crece ni nada. Está por ahí, ocasionalmente. Yo tampoco es que sea de salir mucho, la verdad. Si estuviese siempre en la calle sí sería grave, supongo. Un abrazo
He empezado a disfrutarte entre las condolencias por esos músicos que se fueron el año pasado. Artistas cuyas voces se apagaron. Unos me gustaban, otros me disgustaban, pero es cierto que los que me gustan a mí a mis amigos no, pero me respetan, y viceversa. Durante el mes de diciembre me envió un amigo un WhatsApp rezando algo así como que habían encontrado vivo a Ramoncín dentro de su piso. Me hizo gracia. A un amigo mío que ama a Ramoncín, no le hizo ni puta gracia. Pero bueno… Vamos, que me ha gustado esa mezcla musical y festiva, triste y celebrada en un San Esteban al que también suelo llegar tarde, pero un poco más que tú, a eso de la hora del café. A veces, incluso, he hocicado a través de la puerta y si no huele a café y los gritos se cuelan hasta el ascensor, suelo tardar más en entrar. Pero lo mismo para ese día que para otras celebraciones en las que dejo de ser humano para ser raro ante el escaparate de sus puntos de mirada.
Joder con lo del carnicero que se hace una compañera con salchichas. Pero ese relato tuyo me ha dado el título para mi publicación semanal en Instagram , que también lo usaré para Facebook, y que estoy seguro que voy a subir esta semana algo al blog famélico mío. Jolines, escribí un relato para Navidad y ahora también recuerdo malditamente que no lo subí, afú que inconstancia la mía. Así que tu palabra “carnalidad” la tomo prestada para rotular mi escrito de hoy en detrimento de “saciedad”
Algún día leeremos por ahí que un vegano se hace una muñeca hinchable con hamburguesas de tofu, ya verás, ya…
Por cierto, no me suelen gustar las conferencias. Al menos a las que he asistido últimamente que ando algo perdido… Cuando sucede que nada me interesa de lo que viene del escenario, me pongo a pensar qué puedo escribir, qué contar, qué descartar, qué confesar, qué verdades como puños decir, qué mentiras como muñones plasmar sobre el folio apantallado éste.
Y llegado a tu último post o entrada o relato o historia, no sabes lo que me has hecho disfrutar. Yo también soy un poco lerdo o tontito del MediaMarkt, aunque también es cierto que suelo ir a otros sitios y cada vez más alejado de la gran cadena alemana. Pero vamos, que voy con un amigo y hasta mis padres o mi hermano o mi pareja me dicen cosas como que si también vamos juntos al baño, que si compartimos trayecto en tren o que si bebemos de la misma taza.
Sergio, no dejes de amenizar estos ratos, ni de paliar mi apetito lector. Ya sé que pensarás que soy un cara dura, que si tanto necesito leerte, que venga más a menudo a hacerlo con más asiduidad. Pero no tengas muy encuenta mi desatención... Te admiro venga las veces que venga.
Abrazo bienescrito.
Mario
¿Ya ha pasado tanto tiempo desde que se fue George Michael? Prefiero no pensarlo porque me da el vértigo del tempus fugit. Demasiado rápidos los días. O antes era capaz de agarrarlos mejor, vete a saber. Y claro que se respeta la música de los demás. Si eres mínimamente inteligente(tú desde luego lo eres en máximo) sabes que cada cual puede disfrutar de sus estilos y no tiene por qué ir a arruinarle la música a los demás. Yo me voy con la música a otra parte de mi casa. A la que no moleste y viceversa. Aunque a mí también me hizo reír el chiste de Ramoncín.
De momento me quedo con tu inminente relato en tu espacio. A ver si es verdad y no se queda en el intento. Los blogs no se mueren nunca del todo mientras no los quites tú, pero cada vez hay menos público que regrese. Aunque yo eso lo vivo bien. Escribo igual haya quien haya. Imagino que tú ídem.
Estoy abriendo nuevas posibilidades de negocio paseante que vayan más allá del mediamarkt pero siempre nos vence lo cercano. Para un par de horas o tres que le robamos a la tarde no nos da para visitar las fachadas de las catedrales francesas.
Y gracias por pasarte por aquí. Y por hacerlo cuando quieres y no por necesidad. Prefiero tarde con ganas que habitualmente y por compromiso. Un abrazo
Quizás yo soy rara pero nunca en la vida le dije a ninguna de mis parejas qué podían o no podían hacer. Mi ex se iba a esquiar un finde o a la montaña o en moto. Jamás le dije nada. Tenía unas aficiones que yo no compartía y entonces las hacía con sus amigos. Pues genial.
Compartíamos cosas juntos y cosas que no.
Sabes, creo no nos enseñan a ser independientes en una pareja. Es algo social. Y enquistado. Algo que debería cambiar.
Somos pareja pero somos seres individuales que necesitamos nuestro espacio.
Qué difícil entenderlo para algun@s!!!
Besazos Sergio!
No vas a meter más cizaña. Es difícil. Con los años me voy tomando las cosas con calma y distancia. Las críticas pasan por un lado muy bajo de mi capacidad de atención, casi invisibles y se van a la papelera rápidamente. Especialmente las que suenan a cantinela vieja y son muy repetidas.
Y a lo mejor sí es cierto que eres rara pero en el buen sentido. De una manera que estaría bien normalizar y casi establecer como ley del sentido común.
Claro que somos independientes o deberíamos serlo. Esa independencia nunca significa necesariamente menos cariño. Siempre lo he entendido también así. Porque a mí no me importa ni me ha importado nunca a dónde va la otra persona. Pero... Saludos