Mi nueva relación
La señora
Teresa me ha estado llamando estos días. Lo de darle el teléfono fue como abrir
la caja de los truenos. Paso varios días siguiendo el asunto del dichoso cable
en la fachada y el técnico que no llega a arreglarlo como un infierno. A
propósito de esto es curioso cómo son nuestras compañías de comunicaciones.
Cuando no te tienen te acribillan a llamadas todo el tiempo hasta que te
consiguen como cliente. Luego, cuando tienes una incidencia te marean, te
reenvían a gente de otros países que poco o nada pueden hacer con tus asuntos,
te ningunean. Parece que es el mismo mecanismo de la seducción. Al principio
todo son promesas y al final también, pero de las que se han roto.
Pero
volviendo a Teresa la escucho todo lo que me da de sí la paciencia. Habla muy
alto, los decibelios en mi oreja son intolerables, alejo el teléfono y aún así
la escucho imperativa, cojo el teléfono y lo pongo en el sofá con un cojín
encima pero parece que he raptado una enanita y la he metido allí, suena la voz
lejana pero todavía entendible. Me explica lo que me tiene que explicar y lo
que no tiene que explicar también, de eso todavía mucho más:
-
Porque antes no te he podido llamar.
Estaba hablando con una señora que me ha contado que se ha muerto alguien- no
le pregunto nada, estoy alejado del teléfono pero ella entiende mi silencio
como una pregunta- se ha muerto una persona del pueblo. De Barbastro. Yo no soy
de allí pero mi pueblo es tan pequeño que siempre digo Barbastro para que se
sepa por donde cae. Allí tienen un santuario muy grande los del Opus. Yo soy de
La Obra también. De siempre. Pero bueno, que me han dicho que se ha muerto una
persona allí y no puedo ir. Así que te iba a llamar cuando te dije a las dos
pero he tardado diez minutos más porque me han llamado para contarme esto. Y
sobre el tema de lo del cable tu vecina, que tiene el mismo problema que tú ha
llamado a su compañía y hasta me ha dado el teléfono a mí para que les meta
prisa así que a ver qué técnico llega antes y nos arregla el asunto porque….
Y sigue y
sigue y sigue:
-
Tendremos que subir a la terraza y
decirle, ¡no! exigirle al técnico que ponga el cable por el otro lado porque,
blah, blah, tú pídeme las llaves a mí porque…
Yo termino
de lavar unos platos. Veo que sigue. Traslado el teléfono junto a un cazo.
Ahora la “enanita” está en la cocina. Intento divertirme con el asunto pero no
le encuentro la gracia. Quiero que se calle y me deje en paz y deje de llamarme
para explicarme todos los días asuntos que no necesito saber. Y no debería ser
yo el que está en contra de la digresión. En la poesía como en la literatura
esta atención por los asuntos nimios es hasta interesante. Pero Teresa está
desprovista de humor. Habla y habla sin el más mínimo atisbo de gracia ni humor
y cada cierto tiempo te ordena algo como si fuera tu capataz de obra (no de La
Obra). Desde luego me crecen los… ¿lo diré? Sí, los enanos. Maldigo internamente
a las compañías de internet por no acabar antes con este asunto más rápido.
¿Para qué me llamará Teresa cuando se acabe este estúpido problema de un cable
situado en el lado incorrecto del edificio por unos técnicos incompetentes? Yo
me estoy temiendo que puede inventarse algo. Se está viniendo arriba y nuestra “relación”
ya va viento en popa, hablo más con ella que casi con el resto del mundo.
-
Aunque si quieres vamos arriba y
miramos cómo están los cables de mal puestos, que veas que no te miento.
¿Puedes subir ahora?
-
No, ahora no…
-
¿Te dan miedo las alturas?
-
Sí, un poco.
No es del
todo cierto. Me da más miedo subir y no poder vencer mi deseo de empujarla
desde el trece.
Por lo demás
es buena mujer.
Comentarios
Un abrazo.
PD los esguinces mejor?
A mi me daría miedo subir y tardar un año en poder bajar.
En cuanto a las compañías telefónicas, al final si quieres que te atiendan y solucionen, acabas en la de siempre, que es la que tiene las líneas.
Mienten más que parpadean, incluso la de toda la vida.
Espero estés mejor.
Yo por lista, con tendinitis en tobillo derecho. Puedes reírte a placer :)
Abrazos, Sergio.
Verónica: Tú lo has dicho. Creo que está de baja por depresión(no le veo ninguna otra posible dolencia, tiene más salud que yo). Esta por casa siempre. O paseándose por la escalera arriba y abajo buscando problemas donde no siempre los hay. Otras veces sí soluciona algo. Como no se está quieta, algo bueno puede hacer por accidente.
Así que por lista tendinitis. Más bien por mala suerte. Cuídate tu también, un abrazo.
ABRAZOS
Cómo sigues de tus esguinces??? Espero que bien y mejorando.
BEP
Los esguinces mejor, voy caminando con dificultad y muletas pero puedo pasear por aquí cerca, gracias. Buena semana santa.
Me has hecho reír con la enana jajaja... ahora tú, te aviso, serás el culpable de que algun@ lleve ese mote en mi lista de tf jajaaaaaaa
Disfruta de estas fiestas, como mejor puedas y mejórate !
besos
Si alguna de tu agenda se merece ese mal apodo será porque se lo ha buscado. Tú a mí me has dado la idea de efectivamente ponérselo a Teresa. Buena semana de fiestas. Besos
Pero bueno, nada me satisface más que acompañar a tus personajes capitulares. Ese cartero que nunca llama dos veces Vs la policía que llama las veces que sean necesarias. En esas profesiones el patrón se repite con la constancia del desorden categórico, o algo así.
Lo de Teresa me encanta porque veo que no soy el único que tiene una vecina que no habla lo justo y necesario, que lo hace de manera injusta, desbocada y amplificada. Mi particular "Teresa" tiene un exceso de protagonismo e intrusismo. Unas veces me interpela a voces cuando me oye abrir la puerta y espeta "hala a recogerse ya" o cuando escucha que cierro la puerta y espero en el ascenso me halaga con algo del estilo "a ti la casa no se te cae encima"
La verdad es que no me molesta porque le hago caso omiso, un omiso caso educado siempre.
Eso sí, no le doy el teléfono, no vaya a ser que me incluya en un grupo de WatsApp y me dé por odiarla un poco en exceso. Mi número es más personal e intransferible que nunca...
A mi me cambiaron el contador de la luz. La verdad; no recuerdo bien cómo fue ni el requerimiento que me hicieron. Un día de luces y sombras llegamos y estaban ahí los técnicos, dándole al taladro, quitando y poniendo. Los únicos que no se sometieron al cambio fueron los singapureños de al lado, o dominicanos o brasileños, no sé bien de dónde procedían, que eran dos familias con niños varios en un piso patera. Total, que al final se fueron y vino un agente y una agente integradora y social, interesándose por ellos. Y sí, llamaron varias veces a mi puerta antes de golpear la suya.
Sergio, gracias por resuciatarme con estos capítulos.
Abrazo de pascua.
En ocasiones es necesario el silencio, siempre hay quien saca tajada del dolor ajeno y bastante he aguantando en estos últimos tiempos. Asi que ahora desde mi aparente silencio encuentro la libertad de comentar a quienes me aportan positivismo. Tus escritos son frescos, a mi al menos no me cansan nunca!
Gracias por leerme, gracias de corazón.
Buen inicio de semana
Beso
Pero bueno, tu Teresa me preocupa casi más que la mía por lo de ir con altavoz incorporado. La mía no grita demasiado. Sólo cuando se enfada. Su problema es que habla mucho y sus palabras no son precisamente de consuelo. Siempre te deja peor de lo que estabas. Te saca un problema allí dónde antes eras feliz.
A mí ya me hubiesen cambiado el contador si mi compañera les abriera la puerta. Para llamarse Luz se lleva fatal con las eléctricas. Y de rebote yo me llevo igual porque los requerimientos vienen a mi nombre. Y las facturas.
Yo lo que quiero es descansar de asuntos prosaicos. Prefiero los líricos.
Un abrazo post-pascua. Espero que no sea duro tu regreso a la actividad diaria.