Juego sucio

 




Hace unos meses me volví a encontrar con un rostro conocido en la prensa. Siempre son personas como un conserje, aquellos guardias de seguridad del cine del centro comercial donde trabajaba, en este caso alguien que era amigo de amigos al que había tratado por encima... pero me sorprende verlos en las noticias. Al menos por esos motivos. De los otros ya hablé. Del de ahora diré que era concejal de deportes en mi municipio. Acusado por desvío de fondos públicos.

De las personas solemos tener una visión muy simplificada. A veces han dicho de mí “qué buen tío“ porque me han tratado cinco minutos. Yo he dicho "qué buena tía“ de aquella amiga de una amiga con la que hablé de una película que ya he olvidado pero que nos gustó a los dos durante un par de minutos. Juicios muy apresurados, me parece a mí. No puedes resumir a nadie tan rápido. Pero lo hacemos continuamente. No quiero pensar en la opinión que tendrán de mí los vecinos que sólo me conocen por desearles la muerte a grito pelado cada noche que hacen fiesta de muebles y tacones sobre mi cabeza.

A C., el concejal, lo conocí cuando lucía cabello ondulado y rojo en el instituto. Era amigo de P., otro tipo al que conocía por ser amigo de otro amigo(como dice Jerry Seinfeld, a esas edades nos hacemos amigos de todo el mundo fácilmente, sólo con preguntar ¿quieres ser amigo mío? ya está, amistad de por vida). No recuerdo de qué hablaba con el futuro concejal pero sí que era un tipo tranquilo, educado, con esa sonrisa de buda que ya permitía adivinar el futuro funcionario en que se iba a convertir. Un buen tío, me pareció después de una rápida sentencia, ya sabéis.

Luego supe que se había dedicado profesionalmente al deporte. Director de algún centro o de alguna asociación, luego la política en puestos de perfil bajo, finalmente la concejalía. Por esa última fecha ya me estaba dando envidia. Intentaba soslayarla pensando que el pelo rojo se le había caído y que en la entrega de unos premios, con un traje blanco y encorbatado, era la viva imagen de Lex Luthor. Pero el tipo parecía buena gente así que yo seguía con ese juicio inicial que tenemos de las personas y que se queda dentro nuestro como una fotografía en la cartera.

Y entonces la noticia. Me la envió P. por mail. Había estudiado con él. Y con otro edil también implicado. Habría que rastrear a los profesores de ese curso para ver quién les impartió ética o si el profesor sobre valores morales había estado de baja.

Pero luego piensas que tampoco puedes seguir juzgando a la ligera. No sé nada de él. Es presunto. Hay claros indicios de que algo ha hecho. También de que en el ayuntamiento el que lo ha denunciado tenía motivos similares a los de los mafiosos sicilianos para venderle(que no se había llevado el puesto que pedía, lo de siempre, entre corruptos siempre denuncia el que no recibe su parte y luego se hace el héroe o el íntegro o dice que no podía permitir que algo así pudiera pasar sin dar parte de ellos a las autoridades competentes y blah,blah).

Hace cuatro días su caso se ha complicado. Está salpicando a responsables de clubes y asociaciones deportivas que no saben lo que es el fair play, nuestro juego limpio.

Me temo que empiezo a desconfiar de mi alcaldesa, la que ha dicho que colaborará con la justicia pero no ha pedido las necesarias dimisiones. Ella también me parecía buena tía.

Está claro que ya que no podemos confiar en nuestro buen juicio sobre la gente porque la gente tiene buenos y malos momentos. No estaría de más que lo pusiéramos más difícil para controlar a esa gente. No me vale sólo lo de sacar pecho y hablar de tu integridad moral. Eso se puede esfumar fácilmente. Mejor poner un control férreo a los que manejan dinero público.

Por lo demás yo no sé si es buena o mala persona el tal C.. sólo sé que se me ha pasado la envidia. Estar pendiente de ir a la cárcel o de que las rudas personas de mi barrio te tiren un ladrillo en la cabeza cuando menos lo esperes parece un mal plan para el fin de semana.   

Nada mejor para curar cualquier envidia que dejar que la fortuna dé un par de giritos. Total, los más afortunados suelen debérselo muchas veces a lo sinvergüenzas que son. Aunque vale, este es otro juicio apresurado.  

 

Comentarios

Pitt Tristán ha dicho que…
Los misántropos tenemos este mismo problema o desliz o sentimiento, este mismo pero al revés; alguna vez también nos sorprendemos pero es de modo puntual.

Saludos.
Devoradora de libros ha dicho que…
Creo que lo de hacer juicios rápida y fácilmente nos viene de serie.
Si pensamos que todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario nos equivocamos, si pensamos lo contrario también.
Seguramente donde más haga falta que haya gente honrada es donde menos la hay, pero eso ha sido siempre así.

Besos.
Sergio ha dicho que…
Oh, sí, los apresurados juicios negativos también se hacen igual o más. Incluso por los no misántropos. Saludos, Pitt, desde la misantropía moderada. Creo.
Sergio ha dicho que…
Por supuesto que nos viene de serie. Supongo que es para economizar y que no nos pasemos la vida meditando sobre los demás y actuemos rápidamente. Lo bueno de esto es que podemos usarlo a nuestro favor. Si una opinión ajena nos hiere, recordemos que está basada en un juicio rápido, sin abogados y sin pruebas y por lo tanto nulo. Besos
Zhura ha dicho que…
Pues chico, seré de juicios apresurados como tú dices o será que ya estamos más que escarmentados.
Que es bien sabido que a las altas esferas, ya sean políticas o deportivas o de donde quieras mirar, cada vez que te despistas, alguien se llena el bolsillo.

Creo que hoy en día, desconfiamos todos, pero es lo que tiene que en esos cargos, pase con tanta asiduidad.

P.D: Hacía un tiempo que no te leía!!!!
Un beso
Sergio ha dicho que…
Hola, Zhura, cuanto tiempo! Es que yo también estuve un tiempo fuera de mi propio blog. Pensaba que ya no estabas en blogger. Claro que siempre hay alguien llenándose el bolsillo. Y no es que nos despistemos. Es que no tenemos muchas herramientas para verlo. Poca trasparencia. Saludos
Verónica Calvo ha dicho que…
Será que mi fe en nuestra especie se murió hace muchos años. De los juicios, sean los que sean, no nos libramos nadie.
Lo de los políticos, ya ni es juicio. Han conseguido adoctrinar y que no nos creamos nada. Trabajé para un área de un ayuntamiento y, ahí va mi juicio, de ellos, nada de nada.
En fin...
Tú me caes muy bien y siempre espero tus entradas, que me encantan.

Abrazo.
Verónica Calvo ha dicho que…
No sé por qué mi comentario salió repe y colado. Y no es el único.
Blogger y sus cosas, otro desastre.
Dorotea Hyde ha dicho que…
A mí me pasó algo parecido hace años y también tengo entrada en el blog. Fue una de las pocas que no tiene mucha relación con la temática del curro, pero es que me impactó tanto, tanto conocer de primera mano a alguien implicado en un caso de corrupción, que tenía que desahogarme de alguna manera. Se lo contaba a mis amigos, que también lo conocían, y no le daban tanta importancia. Para mí fue un antes y un después, no abismal, pero sí marcó una diferencia. Y pensar que aquel tipo me había gustado y yo podía haber sido como la infanta Cristina, jajajaja.

Lo siento por los políticos honestos, tampoco creo que queden muchos, pero para mí es imposible no pensar mal. Lo siento por los prejuicios.

un abrazo y cuídate mucho.
Sergio ha dicho que…
Hablas con el rey de los comentarios repetidos, no intentes superarme, ja,ja
Tu fe en la especie se perdió porque tienes una lucidez especial que ve lo que hay. Y tu sensibilidad de poetisa, siempre aludo a esto, ya sé que soy un pesado.
Gracias por tu comentario. Por todos, en realidad. Un abrazo
Sergio ha dicho que…
Creo que recuerdo algo de esa entrada. Luego iré a releerla a tu blog. Estaba seguro que conocía a alguien que le había pasado algo así y me sonaba que eras tú.
Lo de acabar como la infanta Cristina no es tan malo. Ella camina libre. Creo que tú hubieses acabado más como la mujer de Bárcenas. Entre los corruptos también hay más y menos privilegiados. Un abrazo
Dorotea Hyde ha dicho que…
Madre mía!! Tienes razón, yo sería como la mujer de Bárcenas, qué horror!! Jajajajaja. A este lo pillaron con las manos en la masa sacando documentos del ayuntamiento. Pasó unos días después y no lo incluí en la entrada, pero qué vergüenza. Eso para las amigas que me dijeron que me iba a arrepentir de no decirle algo sabiendo que le gustaba pero sin tener en cuenta los problemas que yo tenía en aquel momento. Qué alivio siento cuando lo pienso.

Sergio, ya sabes que tú y yo tenemos cierto paralelismo en nuestras entradas... Supongo que nos preocupan cosas parecidas. De hecho, voy a enlazar esta tuya a la mía. :D

Un abrazo enorme y buen finde!
Recomenzar ha dicho que…
tanto tiempo que no te veo pense que éramos amigos pero bueno
seguimos....
en mi caso aunque no te escriba ya que si no veo no escribo
o mejor dicho no contesto...
Besitos guao para vos
Recomenzar ha dicho que…
Eres tan genial cuando escribis
como cuando comentas
Tu parte emocional es genial mantenela asi SIEMPRE
Borrasca ha dicho que…
Bien dicen que caras vemos, corazones no sabemos...
Sergio tengo nueva cara porque como te comenté estoy mudando de sitio mi blog, así que eres bienvenido cuando te quieras pasar. www.deannie2.blogspot.com
BEP

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