Historias del viejo mundo II



Nos sentamos en una terraza para hacer tiempo hasta la comida. Allí M. abrió monólogo. Parecía que hacía tiempo que no hablaba con nadie así que sacó todo lo que tenía dentro. Torrencialmente. Se me fue una cerveza en escucharla y un intermedio para ir a la barra y pagar esa ronda. Ella se bebió la suya aunque no sé donde encontró el hueco para hacerlo. Tenía la boca ocupada todo el tiempo. P. ya se estaba desentendiendo un poco de la "conversación" y mirando su móvil:

M.: Odio a todos los compañeros del cine. Los odio de verdad. Y a los clientes los mataría. He soñado muchas veces con sacar una escopeta y acabar con sus tristes vidas de pueblerinos. Pero estoy deprimida. Debe ser eso. Es una depresión crónica. Estoy para que me retiren definitivamente. La psicóloga no me hace caso pero yo no estoy ya para hacer nada. He tenido varias bajas pero quiero la definitiva. Así no puedo. Lo único que me motiva ya es beber cerveza. Ni siquiera como ya. Un médico me dijo que no cogí anemia porque la cerveza tiene mucho alimento- no le dije que efectivamente los egipcios pobres solo vivían de pan y cerveza para no animarla a seguir con su vida kamikaze-  pero la vida no me importa una... O sea, es que no puedo ya con nadie. No tengo ningún incentivo. Vivo con mi hermana. Me levanto, preparo las cosas del trabajo y luego voy y vuelvo y ya está. No hay más. Durante el trabajo quiero matar a todo el mundo. Son todos unos falsos. X. hablando como una niña. Le soltaba una hostia... Y F. hablando de sus mierdas de frikis, a mí que me importan sus series para niñatos. Y el gilipollas de Paco con su humor sin gracia de acosador viejo. Y... ahora que recuerdo. Tú escribiste hace años algo en tu blog con lo que me identificaba mucho. Era negativo pero reconozco que me identificaba- casi entré en pánico, no recordaba el texto pero si era del blog sería pura ironía y no estaba escrito para sus ojos, sólo para anónimos seguidores aunque afortunadamente ella siempre me había tenido un mínimo de respeto y lo demostró- Porque esa es otra. Paco siempre me está preguntando por ti. Con su tono irónico de mierda siempre me dice que dónde está mi amigo, tú. Yo te envié un mensaje cuando te fuiste del cine pero no respondiste. 

- Yo: Cambié el número y no lo recibí. Si hubiese sabido que me escribiste te hubiese respondido- le dije para apartar cualquier posibilidad de que me apuñalase o me disparase con una recortada. En mi defensa debo decir que era cierto. Mi compañera decidió acabar con mi pasado y se deshizo de mi anterior número de teléfono y me pareció bien y hasta lo fue en aquel momento. 

M.: Claro, ya sé que me hubieses respondido, tranquilo...

 M. siempre había tenido un carácter fuerte porque en el fondo tenía miedos y debilidades como todos. En su caso salían así a flote. Aunque me resultó un poco triste ver cómo se había desequilibrado un poco. Parecía más exaltada que P. que ya directamente se había instalado en el silencio de su móvil. Y ya puestos... ¿Por qué no me hacía caso? Estaba cayendo hacia una sensación adolescente. Esa que te hace querer recibir la atención de alguien que aparentemente pasa de ti. 
Terminamos las cervezas y P. dijo algo sobre ir a comer:

M.: ¿A comer? Yo con la cerveza ya estoy bien pero vale. Como queráis. Me da igual ya todo. 

A mí no me daba igual todo. Aunque había ido pensando que sí. Decidí esperar a que se nos cruzasen las miradas aunque fuera en la comida. 

Sigue...

Comentarios

Dorotea Hyde ha dicho que…
Necesito más. :D Jolín, qué palo que P. no despegara la nariz del móvil. Lo siento. ¿O quizás debería esperar a leer el desenlace para decir lo siento?

Me da pena M.
Devoradora de libros ha dicho que…
Yo me habría arrepentido hace rato de haber quedado.

Besos.
Sergio ha dicho que…
Ni siquiera puedo decir si debes esperar al desenlace porque lo diría todo. Sí, M. da miedo a sus enemigos y pena a sus amigos o similares. Mala situación. Saludos, Dorotea.
Sergio ha dicho que…
La conversación me puso al día de donde estaban y qué hacían personas a las que conocí en esa época.Me centré en eso. Aunque estuviera distorsionado por la visión de M.. Todos no eran tan malos. O yo no los recordaba así. Besos
Verónica Calvo ha dicho que…
Te vi entre dos fuegos, Sergio.
Vaya situación.
Si de verdad está deprimida, merece toda mi solidaridad.

Abrazo.
Sergio ha dicho que…
Entre dos fuegos muy calientes los dos, como se vería...
Un abrazo.

Entradas populares