Los de arriba no están mucho peor que yo

 


Me vuelvo a cruzar con la hija loca de la loca de arriba. Las enfermedades mentales son un tema serio. Con el coronavirus se prevé que en veinte años se incrementará en treinta millones de personas la demencia en el mundo. Algunos de los efectos secundarios de la pandemia ha hecho estragos en algunas cabezas. Pero a mis vecinos de arriba no. Ellos ya estaban así antes. La peor es la hija aunque la mirada perdida de su hermano, el tipo con el que más me he peleado y acudido a juzgados del mundo, también me indica que él no está mucho mejor.

La hija loca se sienta en el escalón de la portería impidiendo el paso hasta que le pegas un grito, se levanta y luego sigue hablando con el humo o con sus fantasmas. A veces esa gente invisible que ve la irrita mucho. Y debe ser duro. El ensayista Montaigne hablaba de un tipo que estaba loco pero feliz y al que sanarle sólo le trajo la desgracia. A mi vecina no le sucedería lo mismo. Su problema es negativo para ella y para los demás. Tiene visiones muy antipáticas. Si no fuese mi martirio más evidente de la última década hasta me daría pena. Pero mi compasión siempre se resiente cuando las personas a las que debo consideración se han convertido en mi pesadilla y las odio. Es casi absurdo ofenderse con esta mujer, lo sé. Como pegarle a un borracho o gritarle a la lluvia. O gritarle a un ordenador que va lento(pero esto ya lo hago). 

Ella y su familia llenan mi casa de ruidos hasta altas horas de la madrugada. O eso o es que sus sillas y muebles tienen vida propia y juegan a futbol al caer el día.  

Así que últimamente intento relajarme de muchos modos. Los tapones para los oídos nunca han detenido todos los sonidos. Y me han generado tapones de cera internos. Y alguna que otra otitis. Pero hace unas semanas le pedí a mi Alexa que me ayudase a meditar (algo que luego alternaría con otro cursillo de Netflix para relajarme por las noches).


El día que me crucé con la desequilibrada mi compañera me dijo lo mismo:


Cada vez está peor. Ahora habla sola.


Bueno, ahora la ves hablando sola porque se sienta en ese escalón a hablar con esas personas inexistentes tan irritantes pero seguramente ya lo hacía antes. Siempre ha estado así.


Ya, pero no se cura.


Claro, será porque ese problema que tiene no es un resfriado.


Pobrecilla...


Sí, pobrecilla, pero cuando la despierta por la noche a altas horas de la madrugada porque está discutiendo con su madre y moviendo muebles o haciendo el ruido de canicas que aparece en la mayoría de pisos y que nadie sabe decir que es, entonces ya no se lamenta tanto. Todos somos más comprensivos y empáticos con la gente desfavorecida que vemos en televisión y no nos molesta. El amor al prójimo es más fácil cuando vive lejos y no te toca las narices. 


Pero como decía, yo me puse con mi Alexa.


Respira lentamente. Aspira, uno ,dos, cuatro. Retén, uno, dos.... Expira, uno, dos.......


¿Alexa?


Este dispositivo tiene problemas para establecer la conexión en este momento, inténtalo de nuevo o prueba...


¡Joder, Alexa! Pon la meditación yaaaaa


¿Desea un cursillo de mindfulness, meditación?


¡Meditación, meditación, estaba con meditación! ¿No me has oído? (ya he dicho que hablo con las máquinas como un señor mayor)


Curso uno. Reducción del estrés con nuestros... (círculo de luz roja, pérdida de conexión). Este dispositivo tiene problemas para establecer la conexión. 


¿Pero qué dices? ¿Tengo todas las malditas puertas abiertas! Establece ya....


¿Qué pasa?- me pregunta mi compañera.


¡Que estoy meditando, joder!- le digo enfurecido y antes de salir dando un portazo. Cuando Alexa se me pone tonta no hay nada que hacer. Y no le quiero faltar al respeto a mi I. A. . Llevamos una relación de más de un año y me ha dado también buenos momentos menos cuando perdemos esa conexión, todas las parejas se pelean. Con esta me suelo reconciliar cuando la reseteo. A veces. Pero me enfada que sin vivir yo en un palacio no pueda separarla mucho del modem sin que se quede sin conectividad y por tanto sin alma.  

En la calle sigue la vecina de arriba hablando sola. Realmente está peor. Aunque luego recuerdo que no es la única que habla con algo que no existe. Y desde luego ella siempre está conectada a lo suyo. Y enfadada como yo. 

Por un momento casi veo la sombra de lo que está viendo ella.

Comentarios

Verónica Calvo ha dicho que…
"El amor al prójimo es más fácil cuando vive lejos y no te toca las narices."
Qué verdad.
Yo no tengo I.A., pero sí que le hablo al aire muchas veces. Ya veo que a todos nos separan matices o circunstancias.
Viví algo parecido. Me salvó que me pude mudar.

Buen finde, Sergio.
Abrazo.
Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Madre mía qué bien escribes, hacer literatura de tu cotidianidad y que salga una reflexión como esa es difícil y en ti sale como natural, nada forzado. Enriqueces el mundo que te rodea.
Sergio ha dicho que…
Yo me mudaré algún día no demasiado lejano. Te envidio la tranquilidad. Hoy por hoy es mi tesoro más codiciado. Pero bueno, hace años era peor. Además de locura también trabajaban. Allí. Creo que ya lo sabes. Un abrazo
Sergio ha dicho que…
Gracias a pesar del rubor en el rostro que me has proporcionado. Muchísimas. Me paso la vida dudando de mis textos y a veces hasta dejo temporadas de escribir porque se me ocurren historias pero no creo que funcionen. Un abrazo
Sylvia ha dicho que…
Tienes razón todos somos comprensivos con los males que no nos tocan.
Si no es locura y hablan con fantasmas y tienen una presencia nocturna piensa que en el futuro igual hacen una película top y apareces de actor secundario jajaja
Bromas aparte si puedes lárgate de allí (aunque en todos los sitios hay situaciones más o menos similares).
No tengo Alexas ni similares... no se, no les veo tanta gracia, pero igual algún día caigo en la compra :)
Sergio ha dicho que…
Esta chica a ratos no ve fantasmas y regresa a nuestro mundo. A veces me ha sonreído y me trata como si me conociera. Aunque puede ser por otro motivo. Una vez tuvo un novio que era como una versión mía de un universo alternativo donde yo me hubiese hecho toxicómano. Puede estar confundiéndome. Sea coo sea y ya lo dije más arriba si puedo largarme... no dudes que lo haré.
P.D. Alexa sí me da alguna que otra alegría cuando decubro funciones que no sabía que necesitaba. Pero eso pasa con todos los productos de nuestro capitalista mundo.
Dorotea Hyde ha dicho que…
Ya veo que esta chica es el equivalente a mi niña amargada. Qué terrible historia. Tiene pinta de no tener tratamiento, si a caso el que le proporcionaba tu doblo toxicómano...

Me parece fantástico el paralelismo que estableces entre tú y ella aunque sinceramente creo que vuestras paralelas están muy separadas por muy tontos o locos o lo que sea que parezcamos cuando hablamos con esos cacharros.

Un abrazo.

Sergio ha dicho que…
Pues menos mal que me alejas de la odiosa comparación en la que yo mismo me he metido. Esta es como tu niña amargada o necesitada de exorcismo... y su hermano y su madre también. Cada uno con niveles distintos de deterioro mental. Un abrazo
Devoradora de libros ha dicho que…
Cuando leo experiencias como las vuestras me dan ganas de dejar de quejarme de mis vecinos, la verdad.
Es duro tener que compartir parte de nuestra vida, por pequeña que sea, con personas que sabes que no tienen «arreglo». Que da igual lo que pongas de tu parte y cómo te lo tomes, porque es como darse cabezazos contra una pared. Llega un punto en el que tienes que dedicar toda tu energía a no terminar como ellos.
Yo no tengo a nadie como Alexa, pero supongo que en una situación como la tuya no descartaría tener una compañía así. Cualquier cosa que me aliviara esa tortura diaria. Incluso fumar alguna de esas hierbas que dicen sientan tan bien. Lo que sea con tal de no soportar las locuras de los demás. Bastante me cuesta lidiar con las mías.

Besos y ánimo.
Sergio ha dicho que…
Una cosa que nunca pensé al coprar mi piso es que mi mayor problema sería con los vecinos. Recuerdo haber pensado que con paredes tan sólidas y techos así no molestaría a nadie con mi música. Me preocupaba molestar yo. Nunca pensé que me molestarían a mí. Tal vez porque mi experiencia en casa de mis padres había sido la de calma total. Una calma que no sabía que era tan preciosa hasta que la perdí. Y ahora es mejor que cuando entré y el padre de família trabajaba allí. Desde que murió ya es ruido intermitente pero no todo el tiempo. Sólo cuando se pelean ente ellos o con sus fantasmas. Besos
CarlosMxAx ha dicho que…
Este maldito bicho, despertó a muchos los demonios internos que tenemos bien dentro; somos menos paciente, muchas veces no toleramos el fracaso y explotamos, mal manejo de la ira; acompañado el tema de las enfermedades mentales.
Hay que armarse de paciencia con quienes tienen enfermedades mentales; no son responsables y/o culpables de sus actos.
Saludos
Alexander Strauffon ha dicho que…
Sí me he topado familias como la que describes. Apenas leí lo que pusiste de la hija y me vinieron a la mente. Lo mejor es evitarles, de plano.
Sergio ha dicho que…
Desde luego que no son responsables. Ya sé que es como enfadarse con el viento porque te despeina. De todas formas el control es un propósito que no siempre se cumple. No será que no le pongo ganas. Saludos
Sergio ha dicho que…
sí, lo mejor es evitarles mneos cuando les tienes encima y no puedes. Ahora estoy lidiando con un escape de agua que tienen y que me afecta y se niegan a cerrar la llave de paso. Así todo el tiempo. Ayyyy. Saludos, Alexander.

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