Fernando sigue lo que sea eso que dice que no es amor con Mariona

 

No sé si realmente será el fin del culebrón. Yo lo di por muerto en otro post y resucitó brevemente con ese mensaje de Fernando en el que me asombraba diciendo que su primera parte de sexo con Mariona había tenido una segunda vuelta. No tan buena como la primera porque las segundas partes tienen la maldición de ser peores que las primeras pero al menos era eso, una segunda oportunidad para lucirse sin ropa, una nueva oportunidad a las artes amatorias que no al amor, esta no es una historia romántica. Cómica, trágica, sucia, sexual… pero romántica tengo claro que no.

Estuve quince días sin verle durante mi primera quincena de vacaciones. Como sabe las restricciones comunicativas que le tengo, no me envió mensajes. Pobre tipo al que no le dejan explayarse pero es que es un pelmazo insoportable. Sólo te puede apenar si no le sufres. Cuando te agota se acaba la compasión.

Al volver de mi periodo vacacional estaba deseoso de descargar sus lamentos en mí. No había habido tercera parte. O cuarta, he perdido la cuenta, sé que Mariona le ha cerrado el grifo del sexo. Esta amante a la que dice no amar, no quería más de Fernando. Todo lo contrario. En sus palabras lo que sigue...

 

Una noche estuvimos hablando ella y yo. Me bajó a la portería muy suavecita. Ahí pensé que tal vez subiríamos a su casa. Lo tenía casi seguro. Pero me dijo que estaba esperando a un amigo. ¿Qué te parece? ¡Un amigo! Y antes de saber eso me explicó que había hecho un trío con una tia y otro tío. ¡Pero qué me cuenta! A mí que no me cuente esas historias. No quiero saberlas.Yo pensaba que íbamos a chingar y resulta que ya tenía plan. No puedo con esta tía. 

 

Porque estás enamorado.

 

No, no,qué dices¡Ja,ja! ¿Estas loco?

 

¿Y obsesionado? A lo mejor es eso.

 

¡Anda ya! ¡Estas muy loco! Yo con esa tía no quiero nada. Es una guarra.  

 

¿Por  qué?

 

Cada día se trae un tío distinto. Los veo desde la ventana. Le pican y entran. Y ella misma me lo dice.

 

A lo mejor van a jugar a la consola. ¿No dices que le gustan los videojuegos?

¡A jugar con su coño! ¿Te crees que no se a lo que van? No me chupo el dedo yo. Es una guarra.

 

Lo cierto es que desde que tuvo aquel par de affaires Fernando no para de fantasear con todas las mujeres que se ponen frente a su campo visual. A todas las desnuda con la mirada, con todas se ilusiona  de una forma que me gustaría que a mí me pillase en otro lugar porque sus ruidos obscenos me incomodan, con todas se iría sin duda a hacer el guarro, eso que tanto le molesta en ella. Pero ya sabéis cómo funciona esto. Cómo sigue funcionando. Ella es una guarra y él es un hombre. Así funciona. Aunque el problema es que él es un guarro frustrado y eso es lo que le molesta. Pero sigue descargándose sobre mí. A borbotones. Su alma es un contínuo derrame de confidencias que no necesito ya. El tema estuvo bien y me dio para un par de posts. Ahora estoy en otra pantalla. Ese arroyo se ha secado. 

 

Y esa noche discutimos, pero ya del todo. Le dije que a mí no me contase esas porquerías y que no quería saberlas. Y entonces se enfadó y me volvió a decir que no me debía nada. Nos hemos enfadado pero bien. Pero es que yo no quiero saber las guarrerías que va a hacer(con otros). Me estaba diciendo que tenía que subir a su casa para limpiarla. Pero si la tiene hecha un asco. Esa niñata que no cuente más conmigo.

 

Es como cierto chiste de Woody Allen: “Estuve liado con una bailarina que se fugó con un tipo y entonces decidí dejarla” A ver, Fernando, es ella la que ya te ha expulsado de mala manera de su concurrido lecho. Lo que hagas o dejes de hacer es cosa tuya pero a ella no le importa. Otro día, cuando se le pase un poco el disgusto, le explicaré qué significa la palabra promiscuo-a. Que esa palabra no incluye tener relaciones ocasionales ni mucho menos frecuentes con la misma persona. Ella es un poco despistada. No se centra en los estudios, no se centra en un trabajo o en una vida ordenada. Tampoco en un hombre o en una mujer. No se centra y punto. Pero es su problema. Por mucho que ladre Fernando, ella tiene razón, no le debe nada. Y sí, ya sé que por más que se lo explique no resultará en nada satisfactorio. Él es un pelmazo incombustible. Y todos somos pesados cuando estamos en la agonía de un desengaño. El desamor equivale al síndrome de abstinencia. Nuestro cerebro reacciona igual al amor y su ausencia que a las drogas y su carencia. Comprobado científicamente. Así que Fernando es un pesado en una situación que lo vuelve peor.  Su último mensaje se ha de leer con una de las voces más tristes que hayáis escuchado nunca. Un domingo por la noche:

 

Se ha vuelto a subir otro maromo a chingar como una loca con él. Después de saludarme con cara de perro en el vestíbulo. Esa tía es una guarra, no quiero saber nada de ella. 

 

Sí, muy triste.

Le compadezco a la vez que le vuelvo a bloquear para poder seguir con mi vida.

Con él siempre acabo así el post. Bloqueo y a seguir con otra cosa. 

Y al día siguiente Fernando vuelve al trabajo y me enseña una foto, otra más tomada de lejos y a escondidas de Mariona. De esta con su nuevo ligue. 

Una fotografía de esa chica que dice que no le importa lo más mínimo pero de la que no deja de hablar.