Contactando con Sandman

 


Estaba haciendo algo de meditación. Además de para relajarme tenía otros objetivos. He oído que la posibilidad de tener un sueño lúcido se acrecienta si antes tienes la disciplina de la meditación. Soy escéptico con casi todo pero igual que los creyentes tienen crisis de fe, un no creyente o agnóstico también puede tener sus crisis de incredulidad. Abrir un poco la puerta a lo casi esotérico. Un rato al menos.

Un sueño lúcido es ese en el que sabes que estás soñando y por tanto puedes controlarlo. Como la realidad virtual pero sin pagar y además más inmersivo, más personalizado, es tu cerebro el que inventa la realidad. De hecho es siempre así. Todo lo que percibimos está inmensamente limitado por nuestros sentidos. Vemos lo que nuestras limitaciones nos dejan ver. La "realidad" ya es casi una reconstrucción precaria de nuestra mente que además se somete a nuestras interpretaciones. Pero en sueños podemos hacer una realidad a la carta. Al menos dominando su secreto. Si bien es cierto que el secreto de los sueños lúcidos podría ser que son un engañabobos como cualquier otro.

Yo sueño poco y si lo hago es que no he descansado bien. Mi idea cuando meditaba era usar el sueño lúcido, hacerme consciente de que soñaba y por ejemplo resolver el final de una novela que tenía pensado escribir o cualquier otro tema que me rondase po la cabeza. Escuché que en un experimento de una universidad, si se apuntaban en un papel cada noche lo que le pedían al sueño lúcido durante siete días, algunos alumnos resolvían problemas durmiendo. Estupendo. Me costaba creerlo y hasta pensé: ¡Ni en en sueños! Pero aún así dí un salto de un par de metros más sobre el nivel de mi incredulidad y me puse a jugar con eso. Empecé con una petición sencilla para mi sueño lúcido. Decidí ponerme a soñar secretamente con una actriz secundaria de una vieja serie con vampiros que a mí me gustaba bastante, ya escribí sobre ella. Mi pareja tiene una opinión muy definida sobre la intérprete:



¿No te estás pasando con lo de pensar tanto en esa tía fea?



No es una tía fea. Tampoco era la más guapa del elenco. Pero me gustaban sus ojazos de manga, su sonrisa, su papel de amiga bruja de una cazavampiros, yo que sé... La erotomanía es el fetichismo que te hace desear a una persona famosa y soñar con ella. Soñar...

Pero el tonito de mi compañera debería haberme alertado. ¿Esa tía fea?


¡Qué pesado estas! ¡Pero si esa serie es de chicas!


Bueno... Yo acabo las series que empiezo.


Me pilla al volver del trabajo viendo otra vez la serie en el Disney plus. Y al día siguiente.


¿Otra vez con la pelirroja esa pava?


Y luego descubre que en Instagram ya la sigo y veo su vida de mama con dos hijos y su marido.


Sólo me gusta... Como me puede gustar un cuadro. Tú decías eso de Liam neeson o hasta de Pablo Alborán.


Ya me empiezo a justificar.


Estoy empezando a preferir que mires porno. Al menos sé que el romance se te acaba en cinco minutos. Con esta tía estás obsesionado.


Y entonces me diseño un par de tazas serigrafiadas con fotos suyas. Una negra donde sale bruja bondadosa junto a su versión maligna de vampira malvada en un universo alternativo. Su versión malvada incluye un escote y unos pechos abundantes que no tiene en su versión bondadosa. A principios de los dos mil relacionaban los escotes y los grandes pechos con el mal.


¿Tazas? ¿En serio? ¡Hasta aquí hemos llegado! Y son feísimas.


Claro, ya está. Le digo. Ya casi he terminado la serie y pasaré a otra cosa. A lo mejor hasta veo una serie buenista contigo como This is us.


Y entonces le cuento lo de los sueños lúcidos y sus ventajas creativas. Eso le gusta. Sobre todo la parte en la que me dedico a la meditación y decido convertirme en mejor persona. Eso me redime. Por fín voy a hacer algo adulto y serio que me aleje de ser un personaje masculino de todas las comedias de televisión actuales: imbécil. A los hombres en las comedias actuales se nos ve como intelectualmente muy limitados. A mí en mi casa también.

Al día siguiente abre el cajón de la mesita de noche para dejar unos calcetines míos. Saca un papel. El de mi rutina para provocar el sueño lúcido. Es una especie de mantra para condicionarte el cerebro. Dices varias veces en voz alta lo que le pides a tu cerebro y este supuestamente generará ese sueño que le demandas:


¿Por qué dice aquí "sueña con Alyson Hann.."? ¿Eh? ¡Un momento! ¿Esta no es la pelirroja esa fea?



Comentarios

CarlosMxAx ha dicho que…
Jajaja
Willow, igual no la encontraba fea, pero al nivel que cuentas, de buscarlas en sueños lucidos. Y haber hecho un tazón ya es mucho... o no???
Después nos cuenta si lograste "interactuar" con la Alyson, jejeje

Saludos
Sergio ha dicho que…
Sí, mi Willow. Lo de llamarla fea es lo más suave que le dice. Pero a pesar de la serigrafia en tazones también veo otras cosas y no estoy todo el día con ese tema.
Lo de los sueños lúcidos no me funciona. Me falta fe o disciplina pero no la sueño ni por casualidad. Saludos
Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Yo también me enamoré de Willow, su ternura y fragilidad me despertaba un cierto instinto de protegerla era bella y simpática, aunque yo sinceramente era más de Buffy algo que compartía con Spike. Qué gran serie. Una vez hablé de ella en mi blog porcel capitulo de la muerte de la madre. Ese capítulo fue excepcional.
Sergio ha dicho que…
Sí, la serie tenía una apariencia frívola que escondía mucha ironía, autoparodia o parodoa ajena.
De Willow me quedo justo con esos rasgos que detallas y la describen a la perfección.
Buffy me gustaba también. El elenco era bueno y la actriz lo dió todo. Y sí. Yo la veía más con Spike que con Angel.
Voy a buscar tu entrada pero ya. Porque ese capítulo se me quedó grabado a fuego en la mente.
Devoradora de libros ha dicho que…
Una amiga me comentó una vez que las personas que pueden controlar sus sueños, ser conscientes de que están soñando y llevar ese sueño por donde ellos quieren, se llaman onironautas.
Yo sueño mucho despierta, y cuando me voy a dormir muchas veces intento hacerlo con una película en mi cabeza de cosecha propia que me gustaría que siguiera en mis sueños, pero nunca lo hace. Y las pocas veces que en mis sueños soy consciente de que estoy soñando no me sirve para dirigirlo por donde quiero, al contrario, solo consigo angustiarme porque no puedo cambiar nada. Eso sí, muchas veces sueño cosas que sé exactamente de qué preocupación o de qué hecho provienen.
Lo más parecido que hago a controlar mis sueños es escribir.

No me gusta nada la actitud de tu pareja hacia la actriz que te gusta. Debería de respetarla solo por el hecho de gustarte, aunque ella tenga una opinión diferente.

Besos.

Sergio ha dicho que…
Lo de soñar despierto lo hago frecuentemente. Demasiado, tal vez. Pero creo que es normal que la mente se nos vaya a dar vueltas de vez en cuando. Y necesario.
Eso que comentas de haber ido a la cama con una película en la cabeza para forzar el sueño también lo he probado con idénticos resultados. O sea, ninguno. Solo sueños producto de preocupaciones. Aunque alguna vez me ha surgido alguno sin explicación.
Escribir es una forma de soñar despierto pero tampoco tengo el cien por cien del control. A veces me surgen ideas que no tenía pensado usar y sin embargo aparecen en el proceso de la escritura, como si este agarrase algo de materia del subconsciente.
Lo curioso con mi pareja es que ella tiene sus propios actores favoritos. Debe pensar que yo lo vivo con mas intensidad. Besos
CarlosMxAx ha dicho que…
Regreso para contarte que en un periodo de mi vida, por motivos laborales debía viajar mucho en bus de una ciudad a otra, y para hacerlo más ameno leía libros, pero me paso en varias ocasiones que tenía microsueños y lo que estaba leyendo tomaba otro rumbo, retomaba mi lectura y no era nada de lo que recordaba de ese pestañeo, con el tiempo supe que eran microsueños esos, "pestañazos" que me daba, en segundo mi cerebro inventaba toda una nueva historia.

Y con respecto al manejo de los sueños, recordé que en los inicios de mi periodo universitario tenia muchas pesadillas, y de a poco empece a decirme en plena pesadilla que era tan solo un sueño y no temiera, y a los segundos despertaba, pero dominar el sueño a mi antojo o invitar, como en tu caso a la actriz que te guste, jamás he podido.
Saludos
Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Lo de empezar a leer y continuar la historia en sueños me pasa a mi a menudo por leer mucho y dormir poco... Respecto a controlar los sueños (hablo de mi experiencia) únicamente lo he vivido en ese estado de duermevela en que la consciencia se abre camino hasta despertar, lo cual lo hace más doloroso aún porque lo recuerdas bien fresco y frustrante porque tienes la impresión de que te expulsan de una pequeño paraíso. Eso sí lo de soñar con esta o con aquel pues como que no....
Sergio ha dicho que…
Pues cualquiera de los dos, Carlos o Joaquín, habéis estado más cerca del control de sueños que yo. También he oído que no todo el mundo puede y creo que estoy en ese grupo. Me tengo que conformar con la programación onírica que ofrezca mi subconsciente. Y cada vez menos porque casi nunca sueño o mejor dicho, casi nunca recuerdo lo que sueño.
Verónica Calvo ha dicho que…
Sergio, dejé comentario, qué pesadez de blogger.
Una amiga decía tener sueños lúcidos. Yo, jamás. Pero de tanto oírla me llené de curiosidad.
Yo paso. Qué cansancio. Hay que ejercitarse con ejercicios a lo largo del día, despertarse varias veces por la noche...
Otra cosa es lo de "incubar un sueño". También lo aprendí de ella. Lo hice varias vces y funcionó tanto como las que no, pero las que sí... ahí lo dejo :)

Abrazo.
Sergio ha dicho que…
Verónica, la semana pasada me avisaron que no podían entrar en mi blog. Hubieron mil problemas con el blog. No sé si están solucionados, parece que sí.
Efectivamente la preparación para el sueño lúcido es exigente y no hay garantías de conseguirlo. Yo, en cualquier caso, llevo una semana recordando sueños pero no controlándolos. Más cansado, claro. Un abrazo
Dorotea Hyde ha dicho que…
Mira que me he reído, pero ya sabes, por solidaridad, porque yo querría soñar con... "Billy", jajaja. Y he soñado alguna vez con él sin proponérmelo y qué maravilla, por dios. Por desgracia nada erótico, pero qué maravilla.

A mí me pasa como a Verónica, me parece un rollazo eso de tener que entrenar para tener los sueños lúcidos. A veces sueño cosas tan raras como para que mi lado consciente diga: esto es un sueño. Y ese sueño lo veo ya como una película, pero una película hecha por otros. Prefiero no controlar nada. Ya bastante controlo todo durante el día. La noche es libertad.

Un abrazo.

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