Lucha obrera

 


Mi amigo J. decidió montar una rebelión sindical en la perrera. La cosa fue así. Los trabajadores del Ayuntamiento cobraban una cantidad. Los que trabajaban en una empresa externa, la de J., cobraban menos por el mismo trabajo. Había que quejarse de algún modo. Ese modo en el mundo laboral puede ser por ejemplo hacer una huelga. Las huelgas son un buen modo de presión pero también un pulso difícil. El empresario pierde pero el trabajador que no cobra tampoco es que lo tenga fácil. 

El grupo de la resistencia de J. le incluía a él y a ocho más. 

Uno que hacía huelga porque la hacían los demás. Otro que nunca dijo nada y nada se supo de sus motivaciones, una especie de Bob el silencioso. Otro motivadísimo que daba largos discursos en la Plaza de Sant Jaume donde iban con sus pancartas a quejarse. Estaba motivado pero pasados los cinco primeros minutos divagaba y se le iba la cabeza y además de hablar de sus peticiones hacía historia y se remontaba a los inicios de la lucha obrera y acababa aburriendo a las ovejas y hasta empezaba a caer un poco mal. Muy valiente, muy arriesgado e implicado. Pero un pesado. 

También había otro que estaba en la lucha pero... Llegó un día borracho al local de la CNT. En este sindicato son tan feministas que usan el femenino genérico incluso aunque solo haya hombres en la sala. Vosotras esto, vosotras lo otro... así les hablan incluso a tipos machotes y viriles, de vosotras. Pues el borracho entró tambaleándose en la sala donde una sindicalista les daba consejos, la cogió del brazo, la hizo callar con un autoritario y muy masculino "cállese señorita, que aquí el que está hablando soy yo" y siguió perorando estupideces etílicas un buen rato. Estaban todos tan rojos de escucharle que aquello parecía una tomatera madura.  

Había otro que hacía huelga pero de ir a protestar nada. En casa se vivía mejor la huelga. Durmiendo. 

Y otros que dijeron que sus mujeres necesitaban dinero y no podían seguir la huelga. Ellos no, sus mujeres. Qué maravilloso parapeto es la pareja.  

Y también había dos chicas huelguistas que dijeron que el jefe les había prometido darles lo suyo pero con tiempo, que debían fiarse de él porque parecía sincero. Aunque el papel que quería que firmasen decía lo contrario y menos mal que el sindicato frenó esa firma satánica.  

J. estaba desolado. Tenía un sindicato y abogados de calidad probada de su lado. Pero con un ejército de mierda a su mando. La unión de los trabajadores no existe. Cada uno es de su hijo y de su madre. Todo el mundo va a la suya. Y ante el fracaso de lo colectivo y de los intereses comunes siempre habrá alguien por encima que saldrá ganando.  

Al final J. fue a hablar con la prensa. Le explicó a una amable señorita su problema y esta dijo "¡Me interesa!". El 20minutos. Prensa muy digital y muy leída. 

Y no sé si por los más de cincuenta días de huelga o porque el cuarto poder se metió de por medio pero consiguieron las mejoras salariales. 

Esto no es un ejemplo de nada. Lo normal es no conseguirlas. Porque lo normal es también que alguien se acobarde. 

Como anécdota final recordar al "útil" trabajador borracho. Cuando le fueron a pedir explicaciones sobre su intolerable comportamiento del día anterior en el sindicato solo dijo: "Echadle la culpa al Jack Daniels". 

Esa es otra. Con la falta de responsabilidad de algunos poco puedes hacer. 

Comentarios

TORO SALVAJE ha dicho que…
Menos mal que acabó bien para los trabajadores.
No suele ser lo habitual.
Es muy triste que para solucionar problemas los ciudadanos tengan que recurrir a la prensa, a la radio o a la televisión... pero por desgracia es lo único que funciona la mayoría de las veces.
En cuanto al ejército de mierda... pues sí, suele ser así, al principio de una reivindicación todos parecen Rambos y en pocos días todo se resquebraja.

Saludos.
Sergio ha dicho que…
Toro Salvaje, he tenido en el pasado experiencias parecidas y todas acabaron mal. Efectivamente los Rambos del principio no eran los gatitos del final. Y además, como fracasábamos, siempre rodaban las cabezas de lo más débiles.
Susana Moreno ha dicho que…
Seguro que fue por el diario. Un beso
Cabrónidas ha dicho que…
Ya sabemos todos que para que el esclavo consiga una conquista debe darse de hostias (figuradas o literales) y sangrar. Así ha sido y será. Lo que resulta un tanto paradójico es que tenga que recurrir al cuarto poder, que no es más que otra de las grandes putas al servicio del enemigo, papi Estado.
Tatiana Aguilera ha dicho que…
Como todo en la vida nada es inmutable. Las huelgas al principio, antes de la aparición de la tarjeta de crédito que amarró a los trabajadores a sus empresas, existían sindicatos donde los trabajadores se hacían escuchar y lograr objetivos de aumentos de sueldo y garantías sociales. En la actualidad, es verdad, una huelga tiene más repercusión si aparece en tv o radio o, incluso, en redes sociales.
Me dejaste pensando y, es verdad lo que comentas. Se ha perdido el sentido comunitario. La unión de todos ya es un tema del pasado. Hoy, prima el individualismo.

Abrazos Sergio
Sergio ha dicho que…
María: El más que elaborado comentario que generosamente me dedicas coincide con algo que había escuchado recientemente sobre nuestra situación actual. Que vivimos salvando las distancias higiénicas o de educación, como en la época feudal pero no nos damos cuenta. La mayoría, incluyendo a estos medianos y pequeños empresarios más los autónomos que se suelen excluir, somos esclavos. Los poderes políticos y sus ultrapoderosos aliados son los que viven de nosotros(sin conspiranoia, como tu bien dices, hay un gran poder en las corporaciones, me refiero a estas). Los políticos hacen su show como en el pressing Catch, se pelean de cara a la galeria que somos nosotros, luego se van a tomar sus copas y mientras nosotros seguimos peleando. Sosteniéndoles a base de impuestos los "afortunados" que trabajamos (cada vez mas altos) y a base de pagas los menos afortunados(limosnas para que no se subleven mucho y no vayan a liarla). Es difícil explicarlo mejor que tú.
Y aún la presión mediática no siempre es sencilla. Tienes que localizar el diario que no tenga intereses enfrentados con lo que quieres denunciar. Ningún diario que cobre de ciertas corporaciones va a ir en contra de estas. Ya sabes, morder la mano que te da de comer no es bueno. Pero en el caso que explico efectivamente perdieron y mucho los estresados perros y gatos(los vídeos donde se veía ese estrés corrieron por Instagram, fue un buen empuje para la huelga pero desagradable de mirar).
En fin, es la primera vez que explico una de estas historias que acaba bien. Todas las que tengo en el recuerdo son de final amargo. Normalmente los ratoncillos más débiles eran despedidos. Gente que acababa de llegar o estaba por una empresa de trabajo temporal. Baratos de patear. Los despedían a modo de ejemplo, como cuando los nazis mataban a medio pueblo después de un atentado contra alguno de los suyos, para demostrar quién mandaba mediante la siempre útil disuasión del miedo.
Y mientras haya miedo seguirá todo igual. Y me temo que eso siempre está ahí. A niveles que desconocemos incluso nosotros.
En fin, gracias por tu derroche de sabiduría y tus siempre instructivos comentarios. Un beso
Sergio ha dicho que…
Cabrónidas: Como decía por ahí el cuarto poder es un poco más variado que el poder político a secas. De momento. Sólo hay que asegurarse que hablas con un medio que no pierda nada denunciando a alguien que no esté pagando su nómina. Ahí todavía puedes hacer algo. Yo enviando cartas del lector a diarios he comprobado muchas veces quién me publica qué tipo de comentarios y quien no. Se les ve rápido de qué pie cojean.
Sergio ha dicho que…
Susana: Por supuesto, Susana. Acción-reacción. Después de tantos días parados sólo se les respondió poco después de la noticia.
Sergio ha dicho que…
Tatiana Aguilera: Es cierto que los sindicatos han perdido mucho de su antiguo prestigio. He leído por ahí que el problema es que el mismo poder ha devaluado sus acciones comprando a estos sindicatos, dándoles subvenciones. Como no conozco tan profundamente el tema no voy a entrar en eso pero es notable lo débiles que parecen estos sindicatos. Muchas veces en las negociaciones ladran más de lo que muerden. Estoy de acuerdo en lo que dices. Fueron más de lo que son. Y sobre la prensa... No toda sirve.
Maman Bohème ha dicho que…
Y yo me hago otra pregunta, porque ya sabemos todos que cuando los trabajadores están cansados, agobiados y no les pagan bien, el trabajo es quien se resiente. Y en este caso el "trabajo" son perros abandonados con un montón de problemas ...
La verdad que el mundo es una mierda.
Me alegra leer que al menos consiguieron una mejora salarial.
Recuerdo haber leído alguna otra historia de tu amigo y sé que le gustan los perros o ya se habría ido de ahí. Tiene que ser durísimo trabajar en una perrera...Yo estuve de voluntaria durante años en un refugio y había días que me los quería pasar llorando y otros asesinando gente...
Un refugio es un lugar dirigido por particulares con las mismas ideas (más o menos),no quiero pensar en una perrera que depende de la administración. Tiene que ser todo bastante deprimente.
Un abrazo para tu amigo. Es un hacha.
Y los compañeros pues lo de siempre, un asco.

Joaquín Rodríguez ha dicho que…
Conozco muchas personas que soportan lo indecible para no perder la "indemnización" y un día se darán cuenta que se han jubilado y no tienen indemnización alguna, (alguien se la ha "ahorrado") Si viviéramos en un lugar próspero no habría tanto conflicto, si uno no está a gusto se va a y se busca otra cosa, pero el mundo es lo que es, vivimos donde los recursos son siempre escasos y una trabajo es una "colocación" (un activo, algo que se tiene y hay que defenderlo con uñas y dientes) donde cada mejora es una "conquista" arrebatada a los malos... Dicho lo anterior me encanta como cuentas cada historia con ese dramatismo tan tuyo, y a la vez con una mirada entre inocente y nostálgica, y ahí está la clave en que tienes una perspectiva muy especial. Cada entrada es genial, pero ahora que no nos oye nadie y para que no te dé un ataque de humildad, diremos que cada entrada es especial y talentosa. Un saludo
Sergio ha dicho que…
Joaquín Rodríguez: Bueno, yo sí creo que si un trabajo es tu infierno puedes ir dedicando un tiempo cada día para la busca de otra cosa o ese trabajo será también tu final. Es difícil pero más difícil es una vida de tortura ininterrumpida.
Lo cierto sobre esta y todas las historias que cuento es que cada vez las entiendo menos. Sé lo que quiero decir pero a medida que lo explico, por más que se base en hechos ciertos o contados, voy viendo que todo se complica. La realidad se despliega con tantos matices y explicaciones distintas que se me acaba escapando. Por eso no lanzo una moraleja. Porque no la tengo. Me suelo encontrar alguna interesante en los comentarios. Ahí está el final de lo que escribo. A veces incluso el germen de ideas futuras.
En fin, sobre el final de tu comentario... El ataque de humildad me ha dado igual porque no me veo a la altura del halago que me dedicas. Pero que es estimulante, eso no lo niego.
P.D. Nada. Pensaba que habías vuelto pero sigues dejando huérfana a la blogosfera. Y seguro que tienes más y mejor que contar que yo.
Dorotea Hyde ha dicho que…
Me alegro muchísimo de que consiguieran la mejora porque, como han dicho antes, no suele ser lo habitual. Es la gota de esperanza del día.
Un abrazo.
Maia ha dicho que…
La única forma de que algo funcione es esa, recurrir a la prensa, lo bueno de todo esto es la mejora salarial, lo malo y responsable, un tal "Jack, de apellido, Daniels".

Recordé una huelga que hicieron del poder; y con todos abogados pensarías que serían coherentes; y parecían acarreados, nadie se entera de nada, solo van, hacen bola y lo toman como un receso.
Sergio ha dicho que…
Dorotea Hyde: Sí, la nota positiva del día pero nunca emprenderé una acción de estas(y espero no tener que hacerla) teniéndolas todas conmigo. Lo he visto y es más complicado de lo que parece. Desesperante más bien. Un abrazo
Sergio ha dicho que…
Maia: Los de esta huelga contaban con la abogada que había contratado J. que al parecer es bastante buena. Muy guerrera por lo que me cuenta. Ella le incitó a seguir adelante y luego ya se lio todo lo demás. Supongo que habrá de todo.
Dorotea Hyde ha dicho que…
Es que siempre hay un precio a pagar. :(
Verónica Calvo ha dicho que…
"La unión de los trabajadores no existe. Cada uno es de su hijo y de su madre. Todo el mundo va a la suya. Y ante el fracaso de lo colectivo y de los intereses comunes siempre habrá alguien por encima que saldrá ganando."

Qué verdad.
La gente apoya una huelga desde casa, sí. Y si no te toca, siempre que no molesten, claro.
Los sindicatos. Pocas veces he visto que un sindicato resuelva como debería resolver. Ni en mi caso ni en otros. Los creó quien los creó y ya.
Me alegro que se hiciera justicia y reconocimiento con estos trabajadores.
Lo de Jack Daniels es para robar para un texto ;)

Abrazo, Sergio.
Alí Reyes ha dicho que…
Es raro que esto haya acabado bien,porque por lo regular, y como lo confirma el texto, cada quién agarra por sulado.
~~~
En otro orden Sergio. Me topé con una entrada del 2009, cuando todavía estaba empezando en tigrero y me encontré con un comentario tuyo. Te voy a dejar acá la entrada

https://tigrero-literario.blogspot.com/2009/03/diganle-adios-ese-perro-increible.html
Jo ha dicho que…
A mi me sucede algo extraño cuando soy testigo de injusticias y me da por armar la rebambaramba.
Con el tiempo que vivo hoy donde hasta por el claxón te mientan la mamá o te sacan un pistolón por ir en la bici constato que hay mucjos buenos y más pero todo parece ir en contra
El sentido de lucha o de protestar quizá se dwsgaste en estebladonde América....üorque ya de protestas parecen mas competencias entre contrarios buenos o malos divididos asi habrá gente connpoder. Y dinero que siempre gane.

Ay ando pesimista sergio. Un besito
Sergio ha dicho que…
Verónica Calvo: El del Jack Daniels me hizo mucha gracia y me animó a escribir todo lo demás como excusa. Aunque todo es real. Pero esas huelgas ya las he narrado antes con otros finales menos amables. No sé si me hacía falta otra historia e de estas tan deprimentes. Sólo se justifica su existencia por el final feliz, menos habitual de lo que debería ser. Aún así pasan los años, las décadas y los siglos y más allá de cualquier nacionalismo sólo existen dos patrias. Los de arriba y los de abajo. Saludos
Sergio ha dicho que…
Alí Reyes: Coincidimos plenamente. Y no sólo nosotros, buena parte de los lectores también. Esto es raro. Los finales suelen ser otros. Pero tal vez les ha ayudado (a los trabajadores) que la empresa trabajaba para el sector público con dinero menos privado. El dinero privado es todavía más conservador y paga con más precaución, lucha más por sus intereses. En este caso, el alcalde o un subalterno debió pensar que no quería mala publicidad en prensa. Vete a saber.
Y lo del comentario... ¡Uooooooh! Me ha sorprendido muchísimo. No recordaba que estuviéramos tan tempranamente en contacto. Qué bueno. Somos blogueros hasta la médula. Pero ahora no olvidaré las visitas a tu blog. Un abrazo
Sergio ha dicho que…
Jo: Sí, jo, te veo un poco decaída. Espero que remontes como suele ser. A mí también me pasa que caigo. Y no siempre por un motivo claro.
Por otro lado me sorprende lo que dices de Sudamérica. Siempre me había parecido que allí estaba el reservorio de la lucha contra la injusticia, que todavía había más movimiento rebelde por el continente que por aquí. No sé, supongo que cansa ver tantas historias sin final feliz. A veces se pierde la esperanza. Pero no toda. Solo una parte de esta. De momento espero que tú, a nivel particular, te cuides y te centres en esas dos artes y aficiones tan buenas que tienes. Cocina y literatura. Me ganas por una. Besos
Hisae ha dicho que…
¡Qué importante es el ejército para ganar las guerras! Esta guerra fue suerte, solamente... El ejército era demasiado novato.
Sergio ha dicho que…
Hisae,todos los ejércitos improvisados y sin un buen plan son precarios. Aunque J. peleó bastante por hacer de pegamento para que no abandonasen a las primeras de cambio.
Prozac ha dicho que…
El cuarto poder es tan independiente, tan libre como nosotros mismos. Los medios de comunicación son un instrumento perfecto de adoctrinamiento, que está al servicio de la clase política. Y allí donde la clase política mete sus naricillas, ya sabemos lo que pasa, y ¿qué son los sindicatos sino otro instrumento de los partidos políticos? Decir que somos un ejército de mierda es darnos una entidad de unidad, de lucha en conjunto en pos de un fin común, que se supone es por la mejora del todo, y no creo en ese grupo de todos a una, creo que lo que hoy día impera son los individualismos, los intereses partidistas y el mucho ruido y pocas nueces.

Hasta las huelgas hoy en día son teledirigidas, y ya sabemos quiénes mueven los hilos de las marionetas.

Un placer recalar aqui.





Sergio ha dicho que…
Prozac: Es cierto todo lo que cuentas. Por eso he comentado en algún lugar que a la prensa hay que pillarla con la guardia baja(y tener suerte como en este caso). O buscarla cuando esté enfrentada a otro tipo de prensa. Piensa que cada diario tiene sus marionetistas detrás y estos no siempre coinciden. Mira quién les paga, algo muy sencillo de comprobar, y sabrás el caso que te van a hacer en este o en aquel tema.
Con los sindicatos ya mordí el polvo hace años, incluso con los más combativos. Se me quitaron un poco las ganas de recurrir a ellos.
Saludos, Prozac, y gracias por tu interesante comentario
Recomenzar ha dicho que…
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Sergio ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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