Un avión de papel
Yo estaba bien.
Tranquilo. Sin problemas más grandes que yo. Y esa noche me dio por
mirar el nuevo móvil. Acababa de instalar Instagram. En la versión
de Pc no me salía o no me había dado cuenta de algo. Había una
especie de avión de papel que mostraba que te habían enviado un
mensaje... imagino que privado. Dentro de lo privadas que suelen ser
estas redes que es más bien poco. Durante las vacaciones se me había
hecho seguidora de esa red social en la que no publico nada, P. (era
la segunda vez que lo hacía, tenía dos cuentas suyas). La primera
me hizo recordarla y me regaló un par de fotografías con su cara de
ahora que es bastante fiel a la de mi recuerdo. Como remake de su
rostro era perfecto. Había cambiado poco. Aunque algunas personas me
dijeron por este blog, cuando la evoqué con nostalgia, que hay una
cosa que se llama filtro y los carga el diablo vestido de Prada. La
nostalgia tampoco es buena consejera. De hecho es otra forma de la
fantasía. Los recuerdos se toman muchas licencias poéticas. Pero
como decía al principio miré el dichoso avioncito en mi móvil de
regalo(me regalan móviles para que alguna vez decida encender alguno
más de dos horas seguidas y atienda las llamadas, he tenido una dura
negociación con mi madre en ese sentido). En el avioncito P. me
preguntaba que donde estaba. Lo hacía en Mayo. Cuando estuve
despidiéndome de Pineda. Luego se desesperaba a principios de Junio
y me decía algo así como Sergioooooo. Finalmente se alarmaba
o se sentía injustamente tratada y me preguntaba si no quería
atenderla a mediados de Junio. Le respondí la verdad. No había
visto esos mensajes ni muchos otros. Luego me dispuse a apagar el
móvil pero a este le sonó un ruido extraño. Era un mensaje del
Instagram. Desde luego qué poco vengativa. Yo tardo más de un mes
en responderle y ella ni cinco minutos. A veces la gente normal con
sus comportamientos normales me fascina. Yo a ellos-as solo les pongo
nerviosos. En el mejor de los casos les hago resoplar, en el peor
maldecir y pensar por qué narices nunca estoy cuando se me llama.
Pero dejemos que P. hable un poco más. Con sus palabras y sin
editar. Una ex del pasado es todo un acontecimiento en mi oasis de
calma. Una como esta... es una bomba de recuerdos hasta para el más
curtido.
Hola, Sergio, qué
tal? Como estás? Vi a M. Hace poco en el cine, ella está bien,
parece que los años no pasan, hemos hablado de quedar un día de
estos, estaba pensando que podríamos hacer una quedada los tres, si
te parece bien, así que si quieres vente, nos ponemos al día, y si
no, pues lo entiendo, pero ya son muchos años, todo cambia, besos y
espero que estés bien.
M.
era una compañera del cine donde trabajábamos P. Y yo, donde nos
conocimos, fuimos comidilla y telenovela, me destrozó la vida un
tiempo, se la destrocé yo a P. otro tiempo, creo que nos amamos
aunque visto desde fuera parecía menos espiritual. También desde
dentro, bien mirado, aquello era muy carnal. Los concursantes de
"Supervivientes" tenían mejor pinta que nosotros después
de dos meses de amor. Cuando acabó el primer año ni qué contar. Si
hubiese seguido con ella no estaría hoy aquí. Las mantis religiosas
son más cuidadosas con sus parejas, sólo las devoran después del
apareamiento pero luego ya dejan de sufrir. Y lo sé. Con el recuerdo
parece bonito pero en esa época hablaba en mis escritos de infierno.
Tuve todo lo que deseaba y me faltaba con ella. Pero lo que deseaba
resulta que era una tortura. Los excesos no son buenos. Pero que siga
hablando ella que también tiene voz en esto:
No hemos echo la
quedada aún pero si quieres quedamos uno de estos lunes festivos(fue
en Junio como dije). El cine cierra por reformas seis meses y M.
podrá apuntarse.
Bien,
pensé. M. Puede ser un escudo para no hablar de temas delicados. No
quiero que me pida explicaciones de por qué la dejé. En su momento
lo tenía claro pero luego ya nunca más la olvidé. Parece aquella
letra de Mecano que ahora me viene a la cabeza sobre el cielo y el
suelo en lo que hay algo... blah blah, blah me cuesta tanto
olvidarte...
Luego
seguimos hablando sobre qué hacía yo despierto hasta tan tarde.
Ella acababa de salir del trabajo. Fuímos perfilando esa cita formal
entre tres personas, una de las cuales parecía una barrera de
seguridad para que las fieras no se desmandasen. .
Han pasado muchos años
ya. Madre mía...
Le
digo que casi diez y ella asume que por ahí andará. Pero no.
Seguro. Yo lo tengo todo escrito. Nuestra relación está
desvergonzadamente documentada en mi blog y en decenas de mails que
demostraban que en esa época no teníamos whatsapp y yo no paraba de
poner excusas mediante esos mensajes para no quedar. O para explicar
por qué la había dejado ese día. Y luego ella no lo aceptaba y me
hacía regresar. Es la peor versión de mí mismo que recuerdo.
Aunque todavía me lo puedo currar más y resultar más patético si
me lo propongo. Ella era joven y yo un poco retrasado.
Me
cuenta que ahora está cambiando de trabajo, de piso y que está en
un momento de "plantearse ciertas cosas en su vida". Aunque
luego despierta de esa reflexión y me dice que no quiere contarme su
vida por no aburrirme, que no le haga caso aunque eso es muy difícil.
Le doy ánimos y le recuerdo que es muy tozuda y que ella consigue
siempre lo que quiere y ella admite que sí pero también me dice
"Contigo me tuve que rendir no siempre se gana". Me
dice que tomé la decisión correcta. No creo que lo piense pero lo
dice. Yo le aseguro que mentirle no le mentí. Que la quería y todo
eso y que lo pasé mal(y tampoco miento, otra cosa muy sabida aquí).
¿Tu vida sigue igual
desde aquello?
Si
Yo también te quise y
mucho-me dice- aunque no fue la mejor manera
No,
desde luego, por decirlo suavemente, aquella forma de gritarme
delante de los compañeros porque había hablado cinco minutos con
otra compañera no era una buena forma de demostrar nada.
Bueno,
yo tampoco estuve bien, le digo. Y lo pasé mal.
Eso
es porque me querías.
Claro.
No sé...
Y así
seguimos un rato. Yo ya me he metido en el jardín que no quería
pisar. Sé que estoy haciendo algo mal, lo sé en tiempo real pero
sigo caminando casi sin pensar. Ella es capaz de convertir diez años
de ausencia en un segundo. Ya estoy en aquel momento, en aquella
historia, ya estoy otra vez buscando palabras sin encontrar ninguna
que me guste, como si mi fondo de armario verbal se hubiese desfasado
y me faltasen conceptos nuevos que probarme o me quedasen bien o por
lo menos expresasen lo que estaba sintiendo.
Estoy
de pie y no recuerdo haberme levantado. Doy vueltas alrededor de la
estancia.
La
noche será larga, pienso. Y me despido de la calma con la que empecé
esto. Porque la segunda parte de nuestra conversación se puso
peor...
Evitar
tomar café de noche no es lo único que te puede evitar pasarla en
blanco.
Comentarios
😗
Luego puedes seguir con un café también inocente y luego...luego no sé... tú sabrás hasta donde quiere tu aburrimiento llegar.
Pero, no me hagas mucho caso, porque no creo que sea buena consejera y tampoco quiero serlo, pero si quieres un poco de chispa en tu vida no la consigas con "exs" problemáticas, porque lo que puede seguir puede ser una bomba de relojería.
Y quizás, a lo mejor es lo que deseas, pero si no es así, pon mucho cuidado.
Sobre todo por una cosa importante, las mujeres, tenemos un sexto sentido muy agudizado aunque los hombres no lo crean. Cualquier gesto un poco más ceñudo, un pose más melancólico, una mirada de más al móvil y una quedada rara en un día raro...y en tu casa las parabólicas estarán trabajando a tuti pleni. Piensa si te compensa.
Ni que sea por un simple café, que puede desembocar en otro más...
Siento ser tan ceniza, pero el texto y tus reflexiones dan para mucho...
Lo dicho, si quieres un poco de emoción, busca en un lugar más simple, sin lazos antiguos, sin problemas.
La gente puede cambiar, yo lo creo, pero no sé si este será el caso.
Ya nos contarás...😉
Te mando un besazo gigante.
Muy gigante!!!
Un abrazo enorme.
MUAC
Sobre el aburrimiento es curioso. Yo no notaba estar aburrido. Estaba más o menos bien. Lo que pasa es que a veces puede pasar que ni yo mismo me haya dado cuenta de la rutina en la que estoy hasta que me lo hacen recordar. Claro que da igual. Todas mis alarmas saltan con P.. Siempre estoy seguro de que puede ocurrir algo desastroso cuando aparece ella. a lo mejor ella también lo intuye y me pone esa barrera de seguridad que es una tercera amiga. No sé.
y no, no me compensa eso que dices de activar una parabólica esta vez. Sería la última.
En cuanto a que la gente puede cambiar es mi eterna duda. yo creo que mejoramos un poco pero básicamente no cambiamos. Otro tema a dejar por ahí en el aire.
Otro besazo para ti. Estos comentarios los suelo leer muy atentamente. Más me vale en temas tan delicados y en los que me siento más desorientado.
Tu último voto da mayoría absoluta al hecho de que me debo estar tranquilito. Otra cosa es que esto ya haya pasado pero por supuesto me guardo esas cartas para sus respectivas entradas. Nada es lo que parece o te esperas nunca. Y sí, seguiré rematando esta historia hasta su final. Si no la cuento en verano no lo voy a hacer en Septiembre.
En las redes sociales entro agachado y sin hacer ruido pero ni por esas.
Besos y alegra esa cara que debes estar cerca de las vacaciones ya.
Parece que el tiempo se ha quedado petrificado con lo que supone. Imagino que el resto de conversación te habrá aclarado. Yo, desde luego, ni atada vuelvo al pasado :)
Abrazo, Sergio.
Tus letras simples y livianas bellas.....
Me ha encantado todo mil besos muchacho desde la otra rama
Las redes sociales, de una manera u otra, nos han pescado casi del todo. Pero bueno, creo que en el blog escribía mucho menos. En Insta, tampoco entiendo el motivo, soy constante, bueno, esa constancia que abarca de un domingo al siguiente, y aquí estoy, en la cafetería, con el segundo café, comentándote y a punto de escribir otro capítulo de mi periplo vacacional granadino.
Pero antes necesitaba comentarte amén de leerte.
Sí, todos acabamos metidos en jardines que no queremos pisar... y nos da por meternos en cada berenjenal que pa qué contarte.
Abrazo, Sergio