No hay salud sin dinero
En la cintura, en el glúteo derecho, bajando por la pierna hasta la pantorrilla. Un dolor horrible y egoísta que sólo me permitía concentrarme en él. Sin dejar espacio para nada. No podía leer(tragedia nacional), apenas ver la tele. No podía sentarme ni tumbarme, a duras penas estar de pie. Era un dolor que te hacia pensar seriamente en la eutanasia. Aunque no se lo dije a mi compañera para que no me llamase exagerado. Probablemente hubiese tenido razón.
El clímax del dolor me pilló a solas.
Tuve que vestirme entre destellos de dolor brutal. Doblar las piernas para ponerme los calcetines casi me deja KO.
Mi padre decía la expresión "rabiando de dolor". La entendí. Grité muchísimo y maldije a dioses en los que no creía. Mis vecinos me habían oído maldecirles a menudo cuando hacían ruido pero esa mañana estaban silenciosos. ¿Qué pensarían? Les estaba enviando mensajes contradictorios.
Salí a la calle. Me crucé con varias personas conocidas que me hablaron de su experiencia con esos dolores mientras yo sudaba en un ambiente frío. Sonriéndoles como un idiota pero buscando el lugar más cómodo donde desmallarme. Otra expresión, ahora de novela, que entendí. Pálido por el dolor.
En urgencias se lo tomaron con calma. Dos horas en las que me apoyaba contra la pared, sobre un pie, me doblaba sobre mí mismo, no sabía qué hacer con mi cuerpo.
-¡Paaaaaayo, que te va a caé!- me dijo una gitana en la sala de espera.
Le dije que no podía estar sentado. Le conté mis males. Se compadeció y me dijo que por qué no entraba en la consulta echándole morro al asunto:
- Po mi niña e igua que tú. Así parada. Pero hay que echarle ma morro a la vida o si no...
Maravillosa. Me psicoanalizó de un vistazo.
Y entonces llegó mi compañera. Se puso de acuerdo con la gitana y le echó el morro que me faltó a mí. Dos golpes en la puerta de la consulta y entró, no sé qué le dijo al médico. En un par de segundos estaba dentro. Después de las dos horas sufridas, claro.
El médico me recetó unas pastillas sin saber muy bien si lumbalgia, ciática o incluso culebrina. Bien.
Aunque el dolor siguió durante el día. Las drogas que se compran en las farmacias suelen decepcionar bastante.
Ya de madrugada no podía dormir. Pero no quise despertar a mi compañera así que salí de la cama, me vestí como pude, caminé hasta urgencias y sí, esta vez, como era tarde, me atendieron antes. Había un tipo antes que yo. Estaba dormido o muerto pero cuando me llamaron pensé, si está dormido es que no le duele tanto como a mí y si esta muerto... ya no es urgente. Se le ha pasado la tanda.
El médico me preguntó qué había pasado de interesante en mi vida para que regresase a urgencias. Más o menos así, con cierto tono desabrido. No parecía tener muchas ganas de estar allí.
Le comenté lo de mi dolor sin remisión y me recomendó una inyección. Pero me aseguró que su compañero de la mañana no tenía por qué estar equivocado.
No dije más. Yo quería la mandanga, no ver lo buenos profesionales que eran. Que se me fuera ese dolor acaparador.
Un enfermero más mosqueado todavía que el médico me dijo que me bajase los pantalones y me pinchó. Luego me pidió que sostuviera el algodón contra la herida y me quedase allí. Le hice caso.
El dolor me hacía doblarme sobre una camilla.
Pasó una pareja y me vio el culo. Ningún problema. Doy por hecho que el exhibicionismo está normalizado en los hospitales. Al menos el trasero. Y otra cosa no, pero las sentadillas se me dan mejor que las abdominales. Buen momento para mostrar los resultados de tanto trabajo. Estuve allí ofreciendo mi culo a por lo menos cinco personas más.
Y el enfermero sin aparecer.
Le vi tras diez minutos. Con la misma cara de asco sumada al tono de voz.
- ¿Qué haces aquí? ¿Te pasa algo?
Yo tampoco fui muy amable al decirle que estaba donde él me había dejado. Pero decidí irme pronto porque con los pantalones bajados nunca te vas a imponer a nadie.
Y por fin pude dormir. Benditos estupefacientes.
Ese día aprendí dos cosas.
Primera: Nos están obligando a contratar una mutua y pagar por la sanidad privada sin que nos demos cuenta. Yo veo una privatización de la seguridad social bastante descarada.
Segunda: Que si voy a urgencias mejor que me lleve mi compañera de la mano. O mi madre. O hasta la gitana psicóloga e intuitiva de la mañana. Hay terrenos en los que no me defiendo muy bien.
A urgencias se va con morro y gritando como si te hubiese poseído el mismísimo satanás. O puedes acabar como el tipo ese al que le pasé por delante. Nunca sabremos si estaba muerto o dormido. Ya he dicho que el dolor sólo te permite pensar en el dolor.
Comentarios
estás
ahora?,
sabes
de que
te viene
el dolor
ese?
Cuida los movimientos bruscos y alguna otra recomendación del doctor San Google, a veces atina.
Poe un bonito fin de semana, libre de dolor
Me ha hecho mucha gracia lo de las drogas que se compran en las farmacias (mejor las que se le compran a un camello, jaja). Lo del exhibicionismo también estuvo muy simpático, y es que le sacas punta a todo, incluyendo aquellas situaciones donde lo has pasado mal. Eso demuestra tu sentido del humor y cómo sabes sobreponerte incluso a tus peores pesadillas.
Me ha encantado tu relato, Sergio, te felicito por él y por ser como eres, por tener esa gracia innata.
Abrazotes, compañero, y feliz e inspirador finde.
Siento que te pase eso.
Me has recordado dolores que padecí hace muchos años: cólicos nefríticos que me hacían desear la muerte. Dolores que incluso me provocaron perdida de consciencia y que sospecho que jamás he vuelto a recuperar.
Entonces daban Nolotil o Buscapina... el otro día leí que el Nolotil produce efectos terribles y que está prohibido en muchos países.... lo que yo digo a mí me ha destrozado la ciencia...
En cuanto a las mutuas bueno, te lo digo por experiencia, van camino de convertirse en otra seguridad social. No hay tanta espera pero los que te atienden no ganarán jamás el Nobel de medicina, y en muchos casos tampoco el de simpatía.
Yo intento hacer ejercicio para retrasar el máximo posible lo inevitable pero ya noto como ni el ejercicio puede con el paso del tiempo.
Una doctora me confirmó el otro día que a ciertas alturas de la vida si nos hicieran resonancias magnéticas de todas nuestras articulaciones comprobaríamos que todas tienen algún grado de artrosis.
En fin... espero que se te vaya el dolor, que te encuentres bien y que ojalá no se repita.
Ánimo.
Espero que estés mejor, sé lo dolorosos que pueden llegar a ser esos episodios.
He leído lo del Nolotil. Y es cuestión de tiempo que lea algo malo sobre lo que sea que me han dado a mí y he tomado con mi fe puesta en ellos.
En cuanto al ejercicio lo hago. Pero esta vez lo he hecho cuando el cuerpo no quería que lo hiciera y ha terminado de descoyuntarme. Un saludo, Toro. También te deseo mucha salud en esta caja de comentarios que hoy parece una charla de ancianos por el tema que he elegido. Intentemos reírnos del asunto.
Sobre que te hayas reído de mis dolores prefiero soñar con el hecho de que te has reído de la forma en que te los he mostrado yo. Y hasta me halagaría. Hace una semana no era capaz de hacer casi nada. Escribí algunos comentarios en blogs por aquí y por allí pero tan cegado de dolor que prefiero no releerlos y encomendarme al perdón de las personas que los recibieran. Escribía una frase y luego me ponía a cuatro patas como si orase a la meca. Era la única postura que me hacía sentir medio bien(nada que ver con mi religión que por cierto, no tengo de momento pero más tarde o más temprano tendré que hacerme de algún dios para que me alivie en la decrepitud).
Lo que dices de los juzgados parece ya el funcionamiento del mundo. Puede que siempre lo haya sido y nos hagamos conscientes con el tiempo. Esa vieja expresión de "quién no llora no mama" es toda una declaración de intenciones. Y quién dice llorar dice gritar como un energúmeno. En muchos trabajos me ha pasado que cumpliendo más y mejor, le daban más licencias a otros que lo hacían peor solo porque estos últimos se quejaban más y yo, esperando que se me diera sin pedir, pues eso, nada de nada. Nos seguimos moviendo por instintos atávicos mientras nos comportamos con algo llamado educación que nos da la ilusión de orden y racionalidad. Pero solo es eso, una ilusión. La próxima vez iré a urgencias con un cinturón de dinamita y un detonador en la mano derecha.
Sobre el deporte hago algo y moderado aunque esto me ha quitado eso. Y me molesta porque la descarga de endorfinas al terminar y ducharme es notoria. Realmente funciona lo de darle un poco de movimiento al cuerpo y sacudirle el sedentarismo. Pero ahora mi físico tiene un cartel de "averiado" y está en el taller de reparación. Además es una gran molestia ir a dormir cuando el dolor decide aparecer justo en esa posición de descanso.
La anécdota de tu amiga demuestra mi teoría de que me estoy quejando por muy poco. Eso sí son desgracias mayores. Y sobre lo de reírte. Supongo que si es tu amiga tendrá sentido del humor suficiente para entenderlo. Para mí, cualquier drama pasado ya es un chiste. Muchas gracias por la charla. Y cuídate tu también. Por prevención, claro.
Dices que eres una iletrada pero ya sabes más que yo. Eso de que los dos sistemas, el privado y el público, van de la mano. En algún comentario ya se ha leído que la privada tampoco es el paraíso soñado. Saludos
Los dolores son extraños. De día me dejan ya en paz y puedo hacer las cosas que me gustan y hasta las que no como trabajar por ejemplo. Por la noche se activan y no me dejan dormir. A ver hasta cuanto dura este sin dormir que llevo. Y cómo me afecta. Yo necesito bastantes horas de sueño para estar bien y parece que de momento no. Un abrazo
Referente a la estadía en urgencias, se parece mucho a las nuestra y, yo pensaba que ustedes iban mucho mejor. Lo de la salud es un problema social y político. En mi país donde una parte cotiza en Fonasa que es estatal y otro parte -los menos- cotizan en Isapres que son privados, estamos en grandes problemas. Decirte que se pretende llegar a un sistema universal como el de ustedes, pero bien complicado veo el asunto…Siempre pensé que las urgencias públicas en tu país eran inmejorables, pero veo que también tienen lo suyo. En mi país aquello de gritar más o menos, les da lo mismo. Médicos y enfermeras actúan igual. Los veo como anestesiados por el dolor. Supongo que de tanto ver dolor humano quedan inmunes al sufrimiento.
Ah y contarte que tu entrada recién apareció en mi actualización. Cosas de Blogger.
Abrazos Sergio
Lo de mi entrada ya me lo han comentado varias personas.
Abrazos
al final todos los sistemas los componen personas y por desgracia la empatía, amabilidad y delicadeza no está presente en todas ellas. Si bien todos tenemos momentos y circunstancias, debemos intentar procurar el bienestar de los otros en primer termino cuidando nuestros gestos y palabras. Si bien son necesarios otro tipo de conocimientos, en muchas ocasiones el cómo nos tratan cambia la percepción de un mismo hecho.
Espero te recuperes, respecto del sistema no tengo tanta Fe.
Un saludo
Entiendo que no tengas fe en el sistema. La mía se sostiene con pinzas y hago esfuerzos por no perderla. Es por no no pasarlo peor. Gracias por tus buenos deseos y el comentario.
Tienes esta manera de narrar que es inevitable sonreír y hasta reír.
Nos van privatizando la SS en toda la cara. No creas que lo privado funciona. Yo me contraté un seguro porque no podía esperar casi un año a ser atendida, y el seguro está también masificado. Menos, pero lo está, o luego no te cubre según qué.
Espero que estés mejor.
Abrazo.
Sobre lo que dices de la privatización ya me he ido viniendo abajo con los comentarios. Desde Toro Salvaje a otros que me han dicho que no es la maravilla que me imagino. Hasta ahora mis visitas a los médicos han sido tan escasas que desconozco mucho el terreno. Pero ya veo que mis últimos años no serán buenos si me duele el cuerpo. Mejor hago como con los animales que sufren mucho y se les sacrifica. Estaré mejor. Un fuerte abrazo, Verónica.
En fin. A pesar de tus dolores, me he reído un montón con los toques de humor que siempre nos regalas.
Un abrazo enorme y espero que te recuperes pronto.
PD Oye, la de más arriba fatal, no?
P.D. A la de arriba aunque la censures siempre es incesante e infinita. Me tiene harto y me molesta que la moderación de comentarios sea solo por ella y su acoso. Aunque de vez en cuando viene bien retratarla. Ella solita lo hace con sus comentarios. Que se quede ahí como aviso y pedagogía de los que no la conozcan. Y que vean que sus palabritas amables son falsas.
no se si la vergüenza o el pudor donde mas no viene a colocar cuán finitos somos son los hospitales o sentirte vulnerable con el culo al aire y no por placer.... Yo dramática,esquizo e hipocondriaca he pensado ultimamente que no me puedo dar el lujo de enfermarme ni haciendo ejercicio... No sé que sería peor+romperme una mano, un dolor insoportable que sea imposible pararme, sufrir de alguna artrosis paralizante...
no, no... no.
tal vez el unico lujo de inflamación que me puedo permitir es de la garganta jaja
"sana sana colita de rana ".... y que conste en actas que no he pasado por la enfermería.
beso :)
Lo de no enfermarte es imposible. Nunca sabes donde está el futuro daño. El mismo hecho de no moverse mucho o no hacer ejercicio me puede traer otros problemas en el futuro. A mí lo que me preocupa por encima de todo es el dolor. Sobre desaparecer sé que algún me tocará y me lo tomo mejor.
Espero que te mantengas lejos de los hospitales y su falta de privacidad mucho tiempo. Y por encima de todo del dolor. Besos
Llego bastante tarde, así que espero que a estas alturas estés mejor.
En algunos momentos de tu relato no he podido evitar reírme y sentirme culpable a la vez, pero es culpa tuya, que lo sepas: consigues hacerme cambiar de un estado de ánimo a otro con solo cambiar de renglón.
Espero que estés mejor, de verdad.
Besos.
Creo que cuanto peor lo paso más lo escribo en forma humorística. No es voluntario pero debe significar algo. Gracias Devoradora de libros, conmigo no te sientas culpable de ningún modo. Besos