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Ni un sólo inocente en aquel lugar maldito

Pasó hace tiempo. Hace unos mil años en tiempo subjetivo. Entendiendo que el sujeto soy yo. Pero lo recuerdo bien. De cuando trabajaba en el cine.  De aquel lugar me vienen más anécdotas que de cualquier otro porque no era nada rutinario. Siempre sucedía algo que rompía la rutina. Y además allí tuve más romanticismo, sexo y violencia que en las pantallas donde proyectábamos. Y aunque luego no soportaba estar allí ahora no paro de regresar con el pensamiento. La memoria ha dejado lo bueno y se ha medio olvidado de los agobios, del desinterés, de la locura, de la falta de motivación del final. Pero voy a la anécdota. Llegaron dos chicas al puesto de palomiteras. Como todos los nuevos, se encontraron con los especímenes del lugar. Los porteros comenzaron a tasarlas como carne en el mercado. Posibilidades de tener algo con ellas, cual estaba mejor, cual peor... En fin, las hormonas son otra forma de posesión infernal.  Las otras palomiteras tenían más variedad de opinión. Unas decían que d

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