De aquellas sectas estos bobos
Hace diez años escribí sobre ellos en tono lúdico-festivo. En el de siempre, vamos. Todo bien hasta que dije que eran una secta. Eso no les gustó. Se me alborotaron sus empleados. Tuve unos cuantos de sus soldados nazis atacándome, es un decir, diciendo que el nazi era yo, que hablaba de lo que no sabía, que si era un ignorante... En esos comentarios tan exaltados me quedaba clara una cosa. Y es que si un blog insignificante que se leía casi en familia había conseguido tanto movimiento de pronto es que realmente había dado en el clavo. No soportaban que les dijera que eran una secta porque realmente lo eran. Nunca me hubiesen alertado de eso si se hubiesen quedado calladitos y en silencio. He oído que en lugares como Amazon ciertas empresas colgaban comentarios de clientes de la casa para alabar sus productos. En el mundo de twitter los bots hacen estragos. También hay muchos twiteros reales en el mundo del espectáculo que están para animar las redes, alentar a los suyos, calentar a